En torno a cinco de cada 100 personas son diagnosticadas en España de
depresión, cuya prevalencia parece variar notablemente en función del sexo (es más común en mujeres), el nivel de renta e incluso el tamaño del municipio de residencia. A menudo, el abordaje de este tipo de problemas precisa del apoyo de
fármacos: casi la mitad de los pacientes tiene prescritos
antidepresivos o ansiolíticos, según un reciente estudio sobre problemas de salud no transmisibles publicado por el Ministerio de Sanidad.
Este
informe sobre la caracterización de los problemas de salud no transmisibles revela, en concreto, que el 57,4 por ciento de las mujeres y el 45,3 por ciento de los hombres con depresión tiene prescrito
al menos un envase de antidepresivos. En el caso de los
ansiolíticos, los índices son, respectivamente, del 49,9 y el 37,3 por ciento.
“La mayor parte de las DHD (
dosis por 1.000 habitantes/día) consumidas de antidepresivos corresponden al tipo ISRS (sertralina, escitalopram, paroxetina), con un 54 por ciento, mientras que cuatro de cada diez corresponden a
antidepresivos de segunda línea (venlafaxina, duloxetina, desvenlafaxina)”, indica el estudio.
Además, hasta el 43,6 por ciento de las mujeres y el 33,3 por ciento de los hombres con
trastorno de ansiedad recibe “al menos un envase de ansiolíticos”.
En lo que respecta a ingresos en centros sanitarios, este informe del
Ministerio de Sanidad revela que cerca del 10 por ciento de las personas con trastornos depresivos ha sido
hospitalizado y más de tres de cada diez
han pasado por Urgencias.
La depresión, más frecuente en mujeres y grandes urbes
La mayoría de los problemas de salud son padecidos principalmente por mujeres. Hasta el 95,5 por ciento de las personas diagnosticadas de osteoporosis lo son, así como ocho de cada diez personas con hipotiroidismo. La salud mental no es una excepción:
siete de cada diez pacientes diagnosticados con depresión son mujeres, aunque también influyen otros factores como el nivel de renta.
De hecho, 72,3 mujeres de cada 1.000 con
rentas consideradas “muy bajas” son diagnosticadas de depresión, tasa que en los varones se sitúa en los 32,5. Si los ingresos son muy altos, la tasa es del 39,5 en mujeres y de 16,8 en hombres.
El estudio de Sanidad indica además que la depresión tiende a ser más frecuente a medida que aumenta el tamaño de la ciudad en la que residen.En concreto, la prevalencia en las mayores urbes alcanza una tasa de
48,2 casos por cada 1.000 habitantes (frente a los 38,7 de zonas de menos de 10.000 vecinos).
También aparecen con más frecuencia en las grandes aglomeraciones (más de 500.000 habitantes) patologías como
trastornos del sueño, problemas visuales (ceguera, glaucoma y degeneración macular), artritis reumatoide y anemia perniciosa.
No obstante, el
trastorno de ansiedad presenta una mayor afección en los municipios medianos (de 10 a 50.000 habitantes).
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