La
radiología sigue siendo, de lejos, la prueba de imagen que más pacientes llevan a cabo en la
Atención Primaria española con un 13,3 por ciento. En un segundo puesto y con un 5,9 por ciento se encuentra la
ecografía, reivindicación que desde
Medicina de Familia se ha ido recamando desde hace años para consolidarla en sus consultas. Esta curva es la que refleja el último informe ‘
Utilización de pruebas de imagen en Atención Primaria’, publicado por el Sistema de Información de SNS del Ministerio de Sanidad.
Por lo que respecta a las ecografías, existe un pico importante entre la
población pediátrica de cero a cuatro años tanto en niños como en niñas. Esta cifra se desploma en la franja de los cinco a los nueve años y a medida que crece la edad, va aumentando el porcentaje de personas que se realizan una ecografía en Atención Primaria. La población entre
70 y 79 años son el grupo de pacientes para los que se han solicitado más pruebas.
Las ecografías más demandadas son, por este orden, la de
abdomen, la
musculoesquelética, la
urológica y finalmente la
tiroidea. En esta última, las mujeres son el género que más pide realizar esta prueba en Atención Primaria.
Los porcentajes de TAC y RMN en Atención Primaria
Además de la radiología y la ecografía, otras de las pruebas que los pacientes han solicitado en una o más de una ocasión es la
Tomografía axial computerizada (
TAC) y la Resonancia magnética nuclear (
RMN). Por lo que respecta a la primera de ellas, apenas se les han solicitado hasta los 40 años, En este momento la curva va ascendiendo a medida que pasan los años, alcanzando su pico en la
franja de los 80-84 años, aunque no llega al siete por ciento del porcentaje de personas para los que se han solicitado esta prueba. Como peculiaridad, es mucho más demandada en
municipios de mayor tamaño.
Finalmente, la
RMN es la prueba con menos solicitudes en Atención Primaria, alcanzando un dos por ciento. Tal y como ocurre con la
TAC,
apenas se solicita hasta los 40 años. Al llegar a esta edad, el número de solicitudes va subiendo gradualmente hasta llegar a su pico,
marcado en los 60-64 años. Las mujeres son, una vez más, el género para las que se ha solciitado más la ejecución de esta prueba diagnóstica.
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