Los ministerios de Sanidad y Ciencia han exteriorizado su
“baja confianza” en torno a los efectos positivos de la
musicoterapia como tratamiento para la ansiedad, el estrés y la depresión. Apuntan, en este sentido, que no existe evidencia que avale la efectividad de esta práctica dadas las limitaciones y el “elevado sesgo” de los estudios que se han publicado al respecto.
En un informe sobre la eficacia y la seguridad de la musicoterapia empleada para reducir la ansiedad, el estrés y la depresión, que forma parte de la
campaña de análisis de pseudoterapias #CoNprueba, Sanidad y Ciencia inciden en que las revisiones analizadas “carecen de elementos metodológicos esenciales” en torno a la esta práctica, que consiste en el uso de música para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general. Al respecto, sostiene que “la evidencia en la que se sustentan los resultados positivos obtenidos está sujeta a un
alto riesgo de sesgo y presenta inconsistencias”.
“
No es posible formular recomendaciones a favor del empleo de la musicoterapia para reducir la ansiedad, la depresión o el estrés”, concluye en informe.
Musicoterapia para cáncer y madres de recién nacidos
El mismo documento refleja que, de las 10 revisiones incluidas, únicamente tres sugieren que la musicoterapia podría tener beneficios relevantes en el control de la ansiedad o la depresión. Dos de ellas se centran en poblaciones concretas y/o determinadas condiciones de aplicación. En cualquier caso, Sanidad reitera que “la confianza en estos resultados es baja debido al riesgo de sesgo de los estudios incluidos, la heterogeneidad y la omisión de elementos críticos en la metodología de las revisiones”.
En particular, uno de los estudios se refiere a las ventajas de la musicoterapia para reducir la ansiedad de madres de recién nacidos prematuros. Otros análisis defienden que está técnica puede resultar útil para pacientes con demencia o para tratar la depresión de pacientes con cáncer.
“Sin embargo, la relevancia clínica de estos efectos no es discutida por los autores. Estos estimadores presentan una confianza baja o muy baja, ya que se obtienen de la síntesis de estudios con pocos participantes, elevado riesgo de sesgo y heterogéneos entre sí”, recoge el informe.
En definitiva, concluye, “las carencias metodológicas de los estudios originales y la falta de elementos clave en las RRSS hacen que no sea posible establecer recomendaciones claras de empleo de la musicoterapia”.
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