El largamente esperado
Real Decreto de Especialidades ha entrado en la fase final de su validación y el 2022 apunta a ser el año en el que se lleve a cabo su aprobación final. Sin embargo, este avance queda lejos de satisfacer las necesidades formativas de carácter “urgente” demandas por las sociedades científicas, ya que se establece qué asuntos a desarrollar pero no el cómo.
Según ha podido saber
Redacción Médica a través de diversas fuentes de la Comisión Nacional de Especialidades, la normativa sol
o “nombra” las cuestiones a tratar como la
creación de Áreas de Capacitación Específica (ACE), la
recertificación o a la creación de especialidades, pero
no incluye el desarrollo normativo. Por lo que una vez aprobado el texto se iniciará un proceso, que, si todo va bien, se resolverá en uno o dos años.
“Las normas hay que desarrollarlas. Cuando se aprueban solamente de forma genérica, sin el desarrollo que permite su implementación, pues hay que hacerlo a posteriori. Se podía haber hecho un decreto que ya lo tuviera incluido, pero no se ha querido hacer así. Lo han preferido negociar por partes y así se demoran los plazos”, explican.
Ante esto, las sociedades científicas entienden el RD como una “declaración de intenciones”.
“Es un marco general de definición del problema y poco más”, detallan. Y ahí es donde las fuentes consultadas ven el problema. “Por ejemplo, sí establece que la reacreditación de las unidades hay que hacerla, pero los mecanismos concretos de cómo se va a hacer requerirá un desarrollo normativo aparte”.
Desaliento ante el retraso continuado en la formación sanitaria
Según asegura uno de los integrantes de la Comisión Nacional de Especialidades, en la última reunión donde se presentó
el borrador que ahora el Ministerio ha trasladado a las CCAA reinaba la
inquietud ante tanto alargamiento de los procesos.
“Todos manifestamos, con razón, nuestra inquietud y descontento con que se esté retrasando tanto el desarrollo de los procesos formativos. Desde las sociedades hemos desarrollado programas formativos que, en algunos casos, llevan acumulando un retraso de dos años, y los motivos para ello están injustificados”, aseguran desde la comisión.
Un desaliento que viene de la mano de la
urgencia de acometer medidas para paliar el déficit actual en la formación de algunas especialidades, como la ausencia de contenidos específicos de CAR-T en Hematología o planes con 25 años de antigüedad en el caso de Medicina Nuclear.
El RD de Especialidades, una oportunidad para cambiar el ritmo
Aun así, ven la aprobación del RD una oportunidad para acelerar el proceso. “Hay que presionar por varios puntos: sociedades científicas, medios de comunicación y comisiones nacionales. Los políticos son conscientes de la urgencia, pero tanta lentitud desespera un poco”, explica uno de los miembros de la comisión.
En el mismo sentido se muestra otro de sus integrantes: “Hay medidas que hay que tomar ya y estas decisiones dependen en parte de la formación sanitaria especializada
. La normativa no va con la suficiente rapidez que se demanda en estos momentos. Ojalá que la aprobación del RD sea un punto de inflexión y se tome la velocidad que se debe tomar".
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