El desarrollo de la llamada
Ley del Aborto constituirá una de las principales líneas de trabajo para 2024 del
Observatorio de Salud de las Mujeres (OSM), que, entre otros objetivos, se marca el impulso de la ‘convivencia’ de los
métodos farmacológicos y quirúrgicos y la elaboración de un
“protocolo común” del Sistema Nacional de Salud (SNS) para la actuación sanitaria en este tipo de procedimientos.
El del aborto se erigió como uno de los debates de mayor fricción en el seno del Gobierno central a lo largo de la pasada legislatura. Quien rubricó el proyecto fue el Ministerio de Igualdad de
Irene Montero, que trató de reflejar en él la necesidad de que todos los hospitales públicos estuvieran en condiciones de practicar abortos y la “convivencia” de los métodos quirúrgicos y farmacológicos para llevar a cabo el proceso. Tal y como avanzó
Redacción Médica, la primera de estas medidas
no pudo incluirse como obligación legal, pero sí se espera poder ahondar en el corto plazo en la mejora de las
“garantías” para la salud y privacidad de las mujeres que opten por interrumpir su embarazo.
Tal y como consta en el plan de trabajo para 2024 del
Observatorio de la Salud de las Mujeres (OSM), organismo adscrito al
Ministerio de Sanidad, los principales esfuerzos en salud reproductiva estarán enfocados en el “desarrollo del articulado” de la
Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
En este sentido, recogen la necesidad de desarrollar una
guía “completa” sobre el aborto que contemple tanto los
métodos quirúrgicos como los farmacológicos.
A su vez, aboga por actualizar la guía práctica clínica (con atención al parto normal y a la menopausia) y elaborar un protocolo común del
Sistema Nacional de Salud (SNS) sobre la
“actuación sanitaria en el embarazo, parto y puerperio”.
El pleno del Observatorio de Salud de las Mujeres celebrado esta semana acordó, de forma paralela, otras tres actuaciones “estratégicas” para el próximo curso: la
transversalidad de género en políticas públicas de salud, la
violencia de género en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y la
formación de profesionales.
Casos detectados de violencia de género en sanidad
El acta de la reunión recoge algunos de los principales datos de la actuación en torno a la violencia de género en sanidad. Destaca, entre otros ámbitos, el “
aumento sin precedentes” tanto en Atención Primaria como en Hospitalaria de casos
notificados por historia clínica.
La violencia sexual registrada por historia clínica en Atención Hospitalaria
“ha aumentado considerablemente” pero decae en Atención Primaria. En este primer nivel asistencial se detecta una disminución de la detección en todas las tipologías de violencia “tanto por historia clínica como por parte de lesiones”, exceptuando un pequeño aumento de la violencia física por historia clínica.
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