La reunión de la
Comisión de Salud Pública, celebrada este jueves, ha aprobado el Plan de trabajo para la
prevención del tabaquismo que adelantó Redacción Médica. Según ha sabido este periódico, uno de los pasos que tomará ahora el Ministerio de Sanidad es enviar
“a la Comisión de Farmacia” los fármacos candidatos a ser financiados por la sanidad pública para dejar de fumar.
Teniendo en cuenta que según fuentes conocedoras de las reuniones, el modelo que está siguiendo Sanidad para este nuevo plan
es el implantado en Navarra, los tratamientos candidatos a tal financiación son los que cuentan con “indicación de deshabituación tabáquica por la Aemps”. Es decir:
los parches de nicotina, el Bupropion y la Vereciclina.
El plan al que han dado luz verde hoy tanto Sanidad como las comunidades autónomas
contempla también medidas diversas como la posible prohibición de fumar en los coches, reforzar las políticas antitabaquismo en los espacios sanitarios o un refuerzo en la investigación sobre el tabaco y su prevención. Todo ello en un programa que se pretende sea
dirigido “especialmente” por Atención Primaria.
La Comisión también ha abordado el
déficit de médicos de Salud Pública y Medicina del Trabajo, trasladando " los primeros
esbozos a la dirección de Ordenación Profesional del Ministerio", que dirige Rodrigo Gutiérrez, la necesidad de trazar planes que refuercen las condiciones laborales y las plazas MIR de estas especialidades.
Descartadas las alarmas por los casos de sarampión
Según ha podido saber
Redacción Médica, otro de los temas que se han tratado ha sido la
Profilaxis Preexposición (PrEP), pues la Comisión de Farmacia sigue estudiando si su dispensación debe realizarse a través de los
canales de Farmacia Hospitalaria o si, por el contrario, debería administrarse a través de las
oficinas de farmacia.
La reunión también ha tenido tiempo para abordar los casos registrados de sarampión a nivel global (la OMS informó de un crecimiento del 300% a nivel global en los tres primeros meses de 2019), donde ha habido
consenso en torno a la idea de que no hay que dar ninguna voz de alarma, teniendo en cuenta las coberturas de vacunación con las que cuenta España.
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