Lo delicado del asunto ha llevado al
Ministerio de Sanidad a atemperar el impulso de la nueva especialidad de
Medicina de Urgencias y Emergencias. Primero, por garantizar la calidad de su programa formativo y de los criterios de acreditación de las unidades docentes, de forma que se oferte el mayor número posible de plazas. Pero desde el departamento que dirige
Mónica García apelan también a la necesidad de evitar que se perjudique al ya de por sí debilitado
MIR de Familia y Comunitaria. “Hay que intentar tapar la
sangría de médicos que acaban en Urgencias hospitalarias”, deslizan las fuentes consultadas por
Redacción Médica.
Lo cierto es que desde el sector de las Urgencias han instado activamente a Sanidad a implantar esta especialidad en la
próxima edición del MIR, cuyos exámenes están previstos para comienzos de 2025. Una demanda a la que, indican fuentes ministeriales, se ha puesto freno a fin de tener más margen de tiempo para estudiar tanto el
programa formativo como las
unidades docentes. “Para hacer las cosas bien y con más plazas, lo ideal es que
se retrasara a 2026”, apuntan.
Inminente programa formativo de Familia
La otra pata de la estrategia de Sanidad pasa por
mejorar e incentivar la Medicina de Familia, con la que Urgencias y Emergencias
‘compartirá’ los primeros dos años de especialización.
Las fuentes consultadas por este periódico avanzan, de hecho, que la publicación del nuevo programa formativo de Familiar y Comunitaria
es inminente, y que entre otras novedades permitirá dar “más tiempo” de aprendizaje en el área de las Urgencias de Atención Primaria.
Entre otros objetivos, el Ministerio persigue de esta forma “tapar la
sangría de médicos” de Familiar y Comunitaria que terminan ejerciendo en los
servicios de Urgencias hospitalarias.
Hace meses que el gabinete de García viene trabajando en la actualización del
Programa Oficial de la Especialidad (POE) de Medicina de Familia, que se mantiene inalterable desde hace más de tres lustros. Tal y como el propio Ministerio acordó con las comunidades autónomas en el seno del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), una de las medidas será la relajación de los requisitos de acreditación de unidades docentes, aunque la fórmula para ello está aún por desvelar.
Creación del MIR de Urgencias y Emergencias
Tal y como avanzó Redacción Médica, los
cálculos de Sanidad sobre el impulso del MIR de Urgencias y Emergencias sitúan en marzo o abril la aprobación del programa formativo, así como de los criterios de acreditación de unidades docentes. Por el momento, fuentes ministeriales indican que se sigue trabajando en la creación de la
comisión nacional de la especialidad.
Por el momento se desconocen
cuántas plazas se ofertarán de esta nueva especialidad, una decisión que corresponde a las comunidades autónomas y a la Comisión Nacional de Especialidades. Según avanzó este periódico, las sociedades científicas aspiran al medio millar de puestos, aunque las consejerías de salud regionales se muestran más comedidas.
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