El Gobierno hizo público a primeros de este mes su
Plan Anual Normativo (PAN) para 2024, un documento que, en esencia y como su nombre indica, recoge qué normativas tiene previsto o pretende impulsar cada uno de los departamentos ministeriales a lo largo del año. En el caso del
Ministerio de Sanidad, destaca su apuesta por la
Ley de Gestión Pública de los Servicios Sanitarios, el rebautismo de la
Ley de Equidad de
Carolina Darias que se quedó en agua de borrajas. Pero, más allá del nombre y el objetivo de las normas, es decir, sólo fijándonos estrictamente en el volumen recuento de estas, hay una conclusión clara: el Ministerio de Sanidad de
Mónica García es el segundo más ambicioso de la era Sánchez. Las cuatro leyes y once reales decretos sanitarios que se pretenden impulsar a lo largo de este año suman quince normas, una cifra sólo por detrás de las veintidós del PAN 2022, entre las cinco leyes y los diecisiete reales decretos avanzados por el departamento con la aludida Darias al frente.
La actual alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria es la única de los
seis ministros de Sanidad que han ocupado la titularidad de la cartera desde que
Pedro Sánchez es presidente del Gobierno bajo cuya gestión se han publicado tres planes anuales normativos. El primero de ellos, en 2021, sólo contemplaba
cinco reales decretos sanitarios, un volumen muy inferior al de 2022, si bien es cierto que, cuando se publicó el documento, apenas llevaba unos meses en el cargo. Darias asió la
cartera de Sanidad en enero de ese año, por lo que la mayor parte de la planificación previa habría correspondido a su antecesor,
Salvador Illa, cuya etapa, eso sí, se vio marcada por el estallido de la
pandemia.
Algo parecido ocurrió en
2023 con José Miñones. El gallego tomó posesión del puesto en marzo, aunque a Darias, antes de concentrarse en la carrera a la
Alcaldía en la que acabaría imponiéndose al resto de candidatos, ya le había dado tiempo a elaborar el PAN de aquel año, que, publicado en enero, fue el tercero más frugal de estos últimos seis años, con tres leyes y tres reales decretos.
En cuanto al
PAN 2020, en un año marcado por el
coronavirus, sólo se contemplaba un Real Decreto, como proponente principal, para regular los estudios observacionales con medicamentos de uso humano. También cabe remarcar en este punto la influencia de la gestión previa de
María Luisa Carcedo, bajo cuya estancia al frente de Sanidad no se publicó ningún PAN. La socialista accedió al cargo en septiembre de 2018, cuando ya había salido el proyecto, y lo dejó recién empezado el 2020, antes de que se publicara el documento. Además, no consta en el portal de transparencia del Gobierno ningún PAN 2019. El efímero paso de
Carmen Montón por el ministerio -de junio a septiembre de 2018-, hizo que no haya tampoco ningún PAN con la firma de la valenciana.
Una promesa sanitaria incumplida tras otra
Pero una cosa son los números y las promesas y otra, el hecho de llevar estas a efecto o no. Lo cierto es que, a lo largo de estos años, los correspondientes
apartados sanitarios de los Planes Anuales Normativos han incorporado en no pocas ocasiones propuestas que ya aparecían en la hoja de ruta de ejercicios anteriores. Es decir: que no se acabaron aprobando a pesar de haberse prometido y que, por tanto, volvían a prometerse.
Es, de hecho, lo que ocurre en el
PAN 2024 con respecto al de 2023 y al de 2022. Las cuatro leyes que quiere sacar adelante
Mónica García este año ya estaban entre los planes de Miñones, hace uno, y de Darias, hace dos.
Si en este último se
prometió la creación del Centro Estatal de Salud Pública, la
reforma del Estatuto Marco, la Ley de prevención del consumo de alcohol en menores de edad, la actualización de la
Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y la Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS), el plan de 2023 fue un corta-pega a excepción de la Ley de Equidad y la normativa sobre alcohol, que se quedaron fuera de la ecuación, y del cambio de propuesta de Centro Estatal de Salud Pública a Agencia Estatal de Salud Pública.
Algo muy parecido ha ocurrido en 2024, en el que se ha recuperado la
apuesta por la ley de prevención de alcoholismo y la de Equidad -aunque con la mencionada reformulación-, y se mantienen las
reformas del Estatuto Marco y la Ley de Garantías.
Llama la atención que la única ley que no se repite este año respecto a 2022 es la de la
Agencia Estatal de Salud Pública, cuyo anteproyecto ya acumula varias prórrogas para presentar enmiendas desde que se abrió el plazo para ello en febrero. Fuentes del seno del Congreso y del propio Ministerio de Sanidad ya han deslizado a
Redacción Médica, de hecho, que no hay prisa para aprobar la normativa, lo cual no ocurrirá, como mínimo, antes de que haya Presupuestos Generales del Estado (
PGE) para 2025.
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