El abogado
José María Aznar López estuvo al frente del
Gobierno de España dos mandatos, desde marzo de 1996 a marzo de 2004. Fue en este periodo cuando se completaron las transferencias sanitarias a las comunidades autónomas y salieron adelante leyes modernizadoras del
Sistema Nacional de Salud (SNS). En ocho años nombró un ministro y dos ministras de Sanidad, siendo el primer presidente que dio esta responsabilidad a una mujer. También fue 'pionero' en cuanto en confiar el departamento a una profesional sanitaria.
José Manuel Romay, la experiencia del hombre tranquilo
El abogado y jurista
José Manuel Romay Beccaría (1934) fue el primer elegido por
José María Aznar al llegar a
La Moncloa, en marzo de 1996. Venía de la gran cantera gallega 'popular', cercano al histórico fundador Manuel Fraga, que lo tuvo como conselleiro de Sanidad y también de Agricultura y Ganadería en la Xunta. Aunque su experiencia sanitaria se remontaba ya a la dictadura, periodo en el que fue secretario general de Sanidad durante tres años (1963-1966). Se le considera el 'padre' político de Alberto Núñez Feijóo, a quien le dio la responsabilidad de dirigir el Insalud cuando era aún un treintañero.
Estuvo al frente del
Ministerio de Sanidad toda una legislatura (1996-2000), algo que no ha vuelto a repetir ningún inquilino o inquilina de la sede del
Paseo del Prado hasta la fecha. En este periplo, lo mismo inauguraba un centro de salud de barrio (no estaban hechas aún las transferencias definitivas a las autonomías), que anunciaba la construcción de un hospital, que ponía en marcha la
Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) o desfinanciaba casi 900 fármacos, en el bautizado como 'medicamentazo'. Visto con ojos de hoy, era un ministro de Sanidad plenipotenciario.
Fue de los primeros abanderados de lo que se llamó la
libertad de elección del paciente, un plan que él creía que iba a genera una "competencia sana" entre
centros públicos y privados que gozarían de autonomía de gestión individual. Esta gran descentralización se había puesto en marcha en Galicia siendo él conselleiro, creando las fundaciones públicas sanitarias. La España de las transferencias disolvió esta posibilidad, que incluso en territorio gallego acabó siendo absorbida por la realidad del
Servicio Gallego de Salud (Sergas).
Han pasado ya más de dos décadas desde que Romay dejó la cartera sanitaria, un tiempo que ha dividido entre el
Partido Popular y el sector público. En el PP, entre otras responsabilidades, fue tesorero durante dos años (2010-2012), dando relevo de urgencia a la salida del famoso Luis Bárbenas tras el estallido del caso 'Gürtel'.
Pero la mayor parte de este tiempo lo ha ocupado como presidente del
Consejo de Estado. Le nombró
Mariano Rajoy en 2012 al llegar al Gobierno y le cesó
Pedro Sánchez en 2018 al hacer lo propio. Ya había sido durante un año con
Aznar, pero la victoria socialista que lideró
Rodríguez Zapatero le había supuesto el primer cese en 2004. En estas dos décadas le ha dado tiempo igualmente a ser diputado y senador. En la actualidad, con cerca de 89 años, es miembro de la
Comisión de Sanidad del PP de Galicia, en la que comparte espacio con otra exministra,
Ana Pastor Julián, así como con los exconselleiros
Pilar Farjas y
Jesús Vázquez Almuiña, y el actual titular de Sanidad, Julio García Comesaña.
Celia Villalobos, progresista y polémica
Tras una legislatura en la que Aznar no tuvo ningún quebradero de cabeza destacado que llegase desde Sanidad, eligió a
Celia Villalobos Talero (1949) -una mujer muy de aparato de partido- para asumir la responsabilidad en un contexto parlamentario de mayoría absoluta.
Venía avalada por sus cinco años de
alcaldesa de Málaga.
Fueron días trascendentes para el Sistema Nacional de Salud, porque se fraguaba entonces la cesión definitiva del grueso de las competencias sanitarias desde el Estado, el
Insalud, a los ejecutivos de las comunidades autónomas. En cambio, Villalobos ha pasado a la historia por la muy mejorable estrategia de comunicación que evidenció ante la crisis del llamado mal de las vacas locas. Sus consejos culinarios para evitar los caldos que pudieran contener hueso de vaca le persiguen hasta hoy. La buena noticia de todo aquel asunto fue la puesta en marcha de la
Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que sigue siendo una referencia fiable para la sociedad.
Su trayectoria laboral más allá de Sanidad se puede resumir en las 10 legislaturas que estuvo como diputada, desde 1986 hasta 2019, cuando anunció antes de las elecciones que abandonaba la política activa. Durante cuatro años ocupó además la Vicepresidencia primera de las Cortes.
En numerosas ocasiones fue calificada como 'verso suelto' dentro del
Partido Popular, por sus posicionamientos públicos a favor del aborto o por su defensa de la mujer, como en el caso del alcalde popular de Ponferrada condenado por acoso en el llamado 'caso Nevenka', en el que la ministra no titubeó para estar de parte de la víctima. "A todas las mujeres que hemos luchado contra los abusos, y ha habido mucho acoso sexual en la empresa, con sentencias que nos han hecho mucho daño a la mujeres, una sentencia como la que ha habido, nos parece profundamente positiva", dijo en 2002 'vestida' con su traje de ministra de Sanidad. De igual forma, ante el aumento de los casos de sida en nuestro país, en 2001 afirmó en la sede del
Colegio de Médicos de Madrid que no usar preservativos "es otra forma de malos tratos".
No ha estado ligada a la empresa privada de forma asalariada. Sí que se la ha podido considerar empresaria en cierto modo porque compartía con su marido
Pedro Arriola (asesor de
Aznar y
Rajoy, y fallecido en enero de este 2022) una comunidad de bienes -una forma jurídica que expresa una actividad empresarial en común- para gestionar rentas de inmuebles. Además, Villalobos ofrece sus servicios como conferenciante y tertuliana de medios de comunicación a través de una agencia de representación, y ha sido hasta ahora habitual en programas televisivos, incluso de entretenimiento, como '
Masterchef' (TVE), en el que participó en 2020.
Ana Pastor, la primera ministra profesional de la salud
Ana Pastor Julián (1957), médica de formación y de ejercicio, tiene el honor de ser la primera profesional sanitaria que se hizo cargo del Ministerio de Sanidad en la época democrática. Ninguno de sus doce predecesores lo fueron y en este caso el número 13 puede considerarse portador de fortuna, porque los escasos dos años que desempeñó el cargo son de los que mejor recuerdo han dejado entre el
sector de la salud en España.
Bajo su impulso salieron adelante dos leyes que siguen muy vivas: la
Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud y la
Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Junto con
Ernst Lluch es posiblemente la ministra que dio más sentido a su paso por la planta noble de Sanidad. Por su labor, y por su cercanía política a Rajoy (como se comprobó después confiándole
Fomento cuando finalmente llegó al poder), estaba llamada a seguir en la cartera más tiempo, pero el vuelco electoral del famoso 14 de marzo de 2004, que otorgó el gobierno al socialista
José Luis Rodríguez Zapatero, retrasó 7 años que volviera a ser nombrada ministra. Pero ya no sería de Sanidad.
La trayectoria de Ana Pastor siempre ha estado ligada a la política y la gestión, quitando aquellos primeros años de ejercicio de la Medicina. Más allá de las responsabilidades ministeriales desarrolladas sobresale en su currículo posterior la Presidencia del
Congreso de los Diputados, del que en la actualidad es vicepresidenta. En la pasada primavera,
Alberto Núñez Feijóo renovó la confianza que el partido tiene en ella nombrándola
secretaria de Sanidad de los populares. Con las elecciones en el horizonte del otoño de 2023, ¿podrá entrar en esta particular historia de ministros de Sanidad siendo la primera que repite en el cargo?
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