El Gobierno de España, a través del Ministerio de Sanidad, ha sido claro en dos ideas clave para activar la
jubilación anticipada de médicos y enfermeros sin merma de su pensión: que antes hace falta
conocer con precisión la plantilla del Sistema Nacional de Salud (SNS); y que para activar una medida así son
necesarios “años de anticipación”. Un punto, este último, más inconcreto y que según ha podido saber
Redacción Médica de fuentes ministeriales, recalará para
su debate en la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial del SNS. Es decir, que el Ministerio de Sanidad lo trasladará y debatirá en el foro de contacto que mantiene con todas las
comunidades autónomas.
Que activar dicha
prejubilación cobrando el 100% de la pensión, asociada a la penosidad que tendrían los puestos de trabajo de médicos y enfermeros, requiera tanto tiempo de planificación es algo que el Ejecutivo trasladó en una respuesta parlamentaria del pasado abril. “Requiere años de anticipación,
en previsión de las vacantes que pudieran generarse”, explicaba entonces el Gobierno.
La otra condición:
conocer bien la plantilla total de la sanidad española, venía por los mismos cauces parlamentarios. "Para realizar un buen diagnóstico las condiciones laborales de los profesionales sanitarios es necesario
impulsar el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS), fundamental para la planificación y la coordinación de las políticas de recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS)", explicaba el Gobierno. Y es que el REPS está en marcha pero a día de hoy,
incompleto, en una labor que recopila el Ministerio de Sanidad a través de los datos que envían los distintos actores sanitarios. Actualmente se aproxima a la cifra de
300.000 profesionales identificados, si bien la cifra concreta se desconoce.
¿Cuáles son los indicadores para prejubilar a médicos y enfermeros?
Por otro lado, la medida negociará también los
indicadores que ayuden a identificar que un profesional sanitario, llegado el caso, tiene derecho a una jubilación anticipada por la penosidad de su puesto de trabajo.
Como informaba
Redacción Médica tras
consultar a las distintas fuerzas sindicales, aspectos como la alta
feminización del sector (que se ha comprobado que históricamente es un factor asociado a la penosidad), los turnos nocturnos, las
guardias sin cotizar o el
contacto con sustancias peligrosas y tóxicas son algunas de las claves que justificarían la prejubilación de un profesional sanitario.
Desde las sociedades científicas médicas, la mayoría de sus representantes explicaron a
Redacción Médica que su modelo preferido sería el
flexible, voluntario e individualizado. "La prejubilación es bienvenida para aquellas personas que lo necesiten, pero
hay que individualizar los casos dependiendo de la energía y las ganas de cada profesional. Hay personas que con 65 años están más entusiasmadas que con 50 y es cierto que con lo que cuesta formar a un médico, prescindir de él de forma obligatoria, sería difícil de entender", explicaba a este periódico uno de los entrevistados.
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