El
Ministerio de Sanidad advierte sobre la “importante carga” que supone para el sistema sanitario la atención de casos por consumo de
cannabis. En 2022, estuvo presente en el 46,2 por ciento de los episodios de urgencias hospitalarias por consumo de sustancias psicoactivas. Además, fue responsable del 27,4 por ciento de las admisiones a tratamiento por drogodependencias. Sólo la cocaína lo supera en ese porcentaje. El 93,5 por ciento de los menores de edad que inician tratamiento por drogas ilegales lo hacen por consumo de cannabis.
Son algunos datos reflejados en la
Monografía sobre Cannabis 2025: Consumo y Consecuencias, publicada por Sanidad a través de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El documento contiene “un análisis actualizado que examina la
evolución del consumo de cannabis en la población española y sus impactos sanitarios y sociales”, según un comunicado ministerial.
Descenso del consumo de cannabis entre adolescentes
Uno de los hallazgos más “relevantes” del informe, según Sanidad, es el
descenso sostenido del consumo entre adolescentes. En 2004, el 25 por ciento de los estudiantes de secundaria de entre 14 y 18 años declaró haber consumido cannabis en los últimos treinta días. En 2023, ese porcentaje se ha reducido al 15 por ciento, lo que supone una disminución del 40 por ciento en términos relativos.
“Esta evolución podría estar señalando una
transformación en los patrones de conducta y en la percepción del riesgo entre la juventud, posiblemente vinculada a campañas de prevención, cambios en el entorno social y una mayor concienciación sobre los efectos adversos del cannabis”, de acuerdo al ministerio, que no descarta la influencia de otros factores socioculturales como la aparición de nuevas sustancias psicoactivas o el desplazamiento hacia productos percibidos como menos nocivos, “que podrían estar reconfigurando las tendencias de consumo en este grupo de edad”.
El cannabis en adultos se mantiene estable
Este descenso contrasta con la
estabilidad del consumo en la población adulta. En el grupo de edad entre 15 y 64 años, el 12 por ciento declara haber consumido cannabis en el último mes, una proporción que se ha mantenido en valores similares en los últimos años. Respecto al consumo diario, si bien en los últimos años ha experimentado un ligero incremento, la prevalencia en la actualidad se mantiene en un rango de prevalencia reducido con un 2,5 por ciento.
Composición del cannabis y nuevas modalidades de consumo
La monografía también destaca el notable incremento en la concentración de tetrahidrocannabinol (THC), principal compuesto psicoactivo del cannabis. En 2023, el THC alcanzó el 29 por ciento de peso en muestras de resina (hachís) y el 12,6 por ciento en hierba, cifras muy superiores a las registradas en décadas anteriores. “Esta mayor potencia está vinculada a un aumento en los
riesgos de trastornos mentales, problemas cardiovasculares y dependencia”, reza la nota.
A su vez, el informe advierte sobre nuevas modalidades de consumo -como comestibles y e-líquidos- y la proliferación de cannabinoides sintéticos, cuya rápida aparición y variabilidad química dificultan su regulación y evaluación de riesgos. El documento concluye señalando la
necesidad de “una respuesta integral e intersectorial que combine vigilancia epidemiológica, prevención basada en evidencia, y refuerzo de las políticas públicas en salud y educación”.
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