El
Ministerio de Sanidad se marca el objetivo de aprobar, como mínimo, diez nuevas
guías de indicación enfermera de medicamentos entre 2025 y 2027, el periodo durante el que estará vigente el futuro
Plan de Acción de Atención Primaria que el departamento de
Mónica García quiere sacar adelante en el
Consejo Interterritorial antes de que acabe este año. En cualquier caso, lo relevante es que, en el documento, al que ha tenido acceso
Redacción Médica, también se deja la puerta abierta a una pretensión ya verbalizada en diversas ocasiones por los responsables del ministerio: dar un paso más y regular no la indicación, sino la prescripción de medicamentos por parte de las
profesionales de la Enfermería.
Es cierto que Sanidad lo dice sin decir. Aunque en el
borrador del Plan de Atención Primaria 2025-2027 se explica que las
guías de indicación enfermera de medicamentos sujetos a prescripción médica se seguirán desarrollando según lo establecido en el Real Decreto ad hoc de 2015 y las modificaciones introducidas en el Real Decreto de 2018, también se advierte de que “se adaptarán a los posibles cambios que se produzcan a esta normativa”.
“En el caso de producirse alguna modificación legislativa que supusiera un cambio sustancial en el abordaje de estos procedimientos, se modificará este punto de acuerdo con dicho cambio normativo”, reza el documento, que se debatirá este jueves en el próximo
Comité Consultivo del Sistema Nacional de Salud (SNS), la antesala del Interterritorial. El secretario de Estado de Sanidad,
Javier Padilla, avanzó en julio a este periódico que la intención era introducir en la futura reforma de la
Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos el marco legal que, posteriormente, propiciara el
desarrollo normativo de la prescripción enfermera.
En su comparecencia en la
Comisión de Sanidad del Congreso del 14 de octubre, Padilla adelantó que Sanidad trabajaba para llevar el
borrador de la modificación normativa al Consejo de Ministros en noviembre. Para que la previsión se cumpla,
Moncloa habrá de dar el visto bueno al anteproyecto de ley esta semana, en el que será el último
Consejo de Ministros de noviembre, que se ha aplazado de este martes al jueves.
Más allá de ese trámite legislativo, en el borrador del
nuevo Plan de Atención Primaria se explica que, con el impulso de nuevas guías de indicación enfermera se pretende “mejorar los resultados en salud de las personas” que atienden estas profesionales, “a través de una atención sanitaria integral, segura, colaborativa, de calidad, basada en la evidencia y centrada en la persona”.
Para ello, se plantea publicar antes de 2026 un plan de apoyo a la
implantación de las guías de indicación a nivel de comunidades autónomas. Además, se pretende que el 80 por ciento de las regiones adapten el 80 por ciento de las guías de indicación publicadas antes de 2027. Sanidad quiere que, en los próximos tres años, haya, al menos, 10 nuevas guías.
Creación y dotación de plazas de enfermeras especialistas
No es el de la indicación de medicamentos el único aspecto recogido en el borrador del Plan de Atención Primaria que afecta directamente al
colectivo enfermero. Entre otras cosas, se busca dar un empujón a la
contratación de enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria.
En el anterior plan 2022-2023 ya se puso sobre la mesa el objetivo de que todas las comunidades autónomas hubieran creado esa categoría profesional en 2022. Sin embargo, no se consiguió. En el informe de
evaluación del Plan de Atención Primaria publicado por Sanidad este lunes se indica que la
Comunidad de Madrid y el
País Vasco aún no han creado la categoría. En cuanto al resto, once han creado y dotado plazas; el resto, no. Son Andalucía, Castilla y León, Asturias, Madrid y la Navarra, además del Ingesa.
El nuevo plan establece diciembre de 2025 como nuevo horizonte temporal para que la totalidad de las plazas de
Enfermería Familiar y Comunitaria estén ocupadas por especialistas. Además, plantea un incremento de, al menos, el 20 por ciento anual de la dotación y cobertura de plazas para diciembre de 2027. Eso sí, lo supedita a llevar a cabo antes “los cambios normativos necesarios” para culminar los objetivos sobre la categoría profesional previstos en el plan anterior.
En esa misma línea, establece Sanidad una línea de trabajo para incentivar el
retorno a Atención Primaria de los profesionales que prestan servicio en otros ámbitos asistenciales como el hospitalario. Para ello se quiere elaborar a lo largo de 2025 un documento de recomendaciones para incentivar dicho retorno. El objetivo último de esa estrategia es que, antes de 2027, al menos el 90 por ciento de las comunidades autónomas hayan incorporado a su primer nivel asistencial un porcentaje de enfermeras de Familiar y Comunitaria procedentes de hospitales que coincida con los números consensuados al respecto en el documento-guía.
De forma complementaria, el nuevo Plan de Atención Primaria recoge entre sus metas la revisión del programa formativo de las especialidades de Enfermería Familiar y Comunitaria y de
Enfermería Obstétrico-Ginecológica. En este último caso, Sanidad promete aprobar ambas actualizaciones en 2027, dentro las diversas iniciativas de “mejorar continua de la calidad de la
Formación Sanitaria Especializada”.
Mapas de competencias: enfermeras y administrativos sanitarios
Otro de los puntos clave del futuro Plan es el desarrollo de
mapas de competencias de todos los profesionales del primer nivel asistencial -
médicos de Familia, pediatras, enfermeras especialistas y
TCAEs, entre otros-. “El objetivo que se persigue es redistribuir las tareas entre los distintos perfiles en AP, reestructurando los equipos para asignar la resolución de cada necesidad de la población por el profesional más adecuado”.
Los mapas de competencias habrán de consensuarse en el
Comité de Recursos Humanos del SNS en 2027. La meta es que, a 31 de diciembre de ese año, todas las comunidades autónomas cuenten con planes para implementarlos en cada zona básica de salud junto con un modelo de gestión por competencias. Una de las principales novedades al respecto es la creación del perfil y las
competencias del administrativo sanitario, que tendrá que recibir el visto bueno de la Comisión de Recursos Humanos del SNS.
Padilla también avanzó en julio a
Redacción Médica la intención del Ministerio de Sanidad de
profesionalizar el rol del administrativo sanitario y “dignificarlo”. La idea es que, a lo largo de 2026, todas las comunidades autónomas hayan adaptado las competencias de esa categoría profesional a su primer nivel asistencial.
Atención familiar en el hogar y salud mental
En ese contexto de (re) definición de competencias, cobra sentido el “impulso a la
atención familiar en el hogar como actividad imprescindible de los equipos de Atención Primaria”, algo que en el borrador del plan se considera “crucial” para atender a pacientes, “especialmente aquellos con
enfermedades crónicas complejas o en situación de últimos días”. Y esa atención en el hogar, de acuerdo al documento, no sólo “debe ser realizada por los equipos de Atención Primaria”, sino que estos habrán de estar gestionados “fundamentalmente” por enfermeras. El objetivo es que todas las regiones cuenten con un protocolo de planificación y coordinación de atención familiar en el hogar en 2027, en base a un documento estatal que se quiere publicar en 2026.
También se sigue otorgando un papel clave al colectivo enfermero en los
equipos multidisciplinares de salud mental cuya coordinación con la Atención Primaria se pretende mejorar. Sanidad plantea que, como mínimo, el 60 por ciento de las áreas sanitarias regionales han de tener programas colaborativos entre Atención Primaria y Salud Mental antes de 2027.
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