La
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) está recopilando información sobre
jeringas y
agujas disponibles en el mercado y fabricantes con vistas a garantizar el suministro de
vacunas contra el
Covid-19 una vez estén disponibles.
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A mediados de este mes, responsables de la agencia se reunieron para abordar la necesidad de disponer de estos productos en cantidades suficientes para
finales de 2020-principios de 2021, así como hacer un cálculo de la inversión necesaria.
Desde el Ministerio de Sanidad explican a
Redacción Médica que el primer paso dado ha consistido en identificar, “con ayuda de expertos en Salud Pública de las comunidades autónomas”, el tipo de agujas y jeringas que serían adecuadas para este tipo de vacunación.
Además, la Aemps ha ido identificando a los fabricantes españoles de este tipo de productos “y
les ha solicitado datos de producción semanal”. También se han contactado con varios distribuidores, solicitándoles el número de jeringas y agujas que distribuyen actualmente en nuestro país.
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Estos pasos buscan evitar que se produzca una situación similar a la crisis de los EPI en marzo y abril
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Sobre la base de estos datos, la agencia dirigida por
María Jesús Lamas ha elaborado un informe que se ha puesto a disposición del Ministerio de Sanidad para planificar la vacunación frente al coronavirus.
España garantiza el acceso a la vacuna del Covid-19
El Gobierno está buscando garantizar el acceso a la
vacuna del Covid-19 sin restricciones para todo aquel ciudadano español que lo necesite. Ya está cerrando varios acuerdos para la
compra de las dosis suficientes y ahora quiere garantizar que haya jeringas y agujas para administrarlas.
No se trata solo de garantizar suministro. También ha apoyado la realización en España de un
ensayo clínico de una de las vacunas más avanzadas (la de Johnson & Johnson) y la
participación de una empresa española,
Rovi, en la manufactura de otra de las candidatas, la de la estadounidense Moderna, para hacer el llenado y la fase final de la vacuna.
Estos pasos quieren evitar que se produzca una situación similar a la crisis de los EPI en marzo y abril, cuando el aumento de la demanda de mascarillas, batas, guantes, etc. provocó una escasez mundial de estos productos, a la que la industria española no pudo hacer frente inmediatamente al no estar preparada para garantizar la demanda interna.
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