El Ministerio de Sanidad es optimista ante la posibilidad de dar la vuelta a la deficitaria situación de las plantillas de
Medicina de Familia en el medio plazo. Según consta en el último informe sobre la
necesidad de especialistas en el Sistema Nacional de Salud (SNS), esta rama mantendrá unas
carencias “moderadas” de facultativos de cara a 2029, pero, por primera vez, se prevé alcanzar un
“equilibrio” en 2035.
El departamento que dirige Mónica García ha hecho público este viernes un nuevo
informe de oferta y necesidad de especialistas en España, que, tal y como avanzó
Redacción Médica, constata una ligera
mejoría respecto a las pasadas proyecciones en las plantilas del SNS. En concreto, se estima que
en la actualidad hay un déficit de 4.502 médicos de Familia, cifra que en 2029 alcanzará los 5.496. A partir de 2030, sin embargo, dará comienzo
“un cambio de signo” y se avanzará hacia el
“equilibrio” (en torno a la falta de unos 2.100 facultativos en 2035, menos de un 5 por ciento de déficit).
En declaraciones a este periódico,
Patricia Barber, una de las autoras del estudio, señaló que la Medicina Familiar y Comunitaria sigue siendo
“el gran problema” del Sistema Nacional de Salud (SNS), aunque avanzó que la situación podría comenzar a cambiar en el medio plazo.
En la actualidad hay un déficit de 4.502 médicos de Familia, pero se estima un "cambio de signo" a partir de 2030 que permitirá avanzar hacia el "equilibrio"
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Tal y como se refleja en el citado informe, España sigue arrastrando problemas para adjudicar las plazas de formación MIR en Medicina de Familia y Comunitaria. Muestra de ello es la pasada convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE), en la que quedaron
202 plazas sin cubrir de esta especialidad en primera instancia y
131 tras el llamamiento extraordinario.
Medidas para paliar el déficit de Familia en el SNS
“En informes anteriores ha sido la especialidad con peor pronóstico de déficit a futuro, según el modelo de simulación, aunque en el informe anterior ya se preveía
cierta mejoría en torno a los años 2026-2027”, apunta el estudio. Dicha mejoría, añade, puede ser atribuible a la “incorporación de las
oleadas MIR tras el aumento de plazas convocadas”, sobre todo desde la cohorte que inició su formación en 2019; así como al “
rejuvenecimiento paulatino de la pirámide poblacional de los facultativos de cabecera, que es una de las más envejecidas.
“La entrada en vigor de la
jubilación demorada para los médicos de Atención Primaria mejora también las expectativas sobre el número de médicos Familia activos”, subraya. Esta vía, anunciada la pasada legislatura por el Ministerio de Seguridad Social (entonces dirigido por
José Luis Escrivá), ofrecía un retiro activo para facultativos de cabecera y pediatras del primer nivel asistencial, de forma que pudieran realizar la jornada completa o media reteniendo
hasta el 75 por ciento de la pensión.
“Hasta el
1 de septiembre de 2023, un total de
524 médicos de Atención Primaria del SNS decidieron beneficiarse de esta compatibilización de trabajo y jubilación, 502 a jornada completa y 22 a jornada parcial. Representan entre el 25 por ciento y 30 por ciento del total de las jubilaciones”, añade.
Otra de las claves se encuentra en la aprobación de los criterios para identificar los
puestos de difícil cobertura y los incentivos (económicos y no económicos) para atraer y retener médicos en este tipo de puestos.
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