El
Ministerio de Sanidad ha pasado revista a la situación en la que se encuentran las grandes reformas necesarias para mejorar la situación de la Atención Primaria en todo el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS). Las aportaciones se han reunido en un
informe de evaluación y ejecución que el equipo de Mónica García ya ha hecho llegar a las comunidades para que conozcan el grado de cumplimiento de los objetivos del periodo 2022-2023. La situación ha colocado a
Asturias, Galicia y Cataluña como las regiones que más pasos adelante han dado en los últimos dos años.
El documento, al que ha accedido
Redacción Médica, ha situado a
Asturias en la cabeza de la clasificación autonómica ya que ha logrado implantar
30 medidas recogidas en el
Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria. Le siguen de cerca
Galicia (29),
Cataluña (27),
Comunidad Valenciana (26) y
Madrid (25), que figuran entre las regiones con un mejor resultado.
La recopilación de datos realizada por el Ministerio de Sanidad ha situado a
Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia, Aragón, Baleares y Canarias en un escalón intermedio, todas entre 20 y 25 indicadores cumplidos durante los últimos ejercicios. Mientras que por debajo de este umbral se encuentran
Extremadura, Navarra, Cantabria, La Rioja o el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) que facilita la asistencia en
Ceuta y Melilla.
Puestos de difícil cobertura y lista de espera
Entre los retos que han obtenido unas cifras más positivas se encuentran políticas como la
contratación de sanitarios en puestos de difícil cobertura, el porcentaje de profesionales de Atención Primaria que han aumentado su grado de carrera profesional, la publicación de
modelos de recertificación, los centros de salud adaptados por las comunidades autónomas, los pacientes que reciben respuesta a sus
solicitudes en 24 horas o los proyectos europeos concedidos a
la investigación. En todos los casos, se han superado con creces las expectativas fijadas en 2022.
Sin embargo, la carrera también es larga en otros asuntos. La convocatorias nacionales de investigación en este nivel asistencial,
la evaluación de competencias, el porcentaje de comunidades que realiza formación suficiente en habilidades, el volumen de
enfermeras que han sido nombradas como especialistas, la aplicación del acuerdo de la Comisión de Recursos Humanos sobre competencias y, especialmente, el
aumento de la capacidad para formas nuevos MIR en las unidades docentes son los retos que han quedado por debajo del objetivo marcado.
En otras materias sí que se han ido dando los pasos previstos. Es el caso del desarrollo de proyectos integrales para ejecutar el plan, la publicación de
convocatorias de estabilización para dar una plaza de empleo fijo a los sanitarios, el porcentaje de plazas interinas cubiertas en Enfermería, el volumen de pruebas diagnóstico al que tienen acceso los profesionales de Atención Primaria, los
centros de salud con la cartera de servicios actualizada, los procesos administrativos optimizados en este nivel asistencial, la tasa de cobertura entre la población o los p
royectos de accesibilidad han continuado la ruta prevista.
En todo caso, Sanidad ha advertido que los datos deben analizarse con
“cautela”, ya que no todos los indicadores presentados por las comunidades guardan la misma
“concordancia”, lo que puede alterar ligeramente el progreso analizado.
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