Médicos y enfermeros se han conjurado para contar con una mayor protección contra una potencial infección de la
viruela del mono. Los dos colectivos coinciden en la necesidad de vacunar preventivamente a los profesionales que conforman las unidades de pacientes infecciosos aunque no hayan tenido un contacto estrecho con los enfermos. Hasta ahora el protocolo del Ministerio de Sanidad solo contempla la administración de dosis para los sanitarios que hayan estado expuestos pero no llevaran un
Equipo de Protección Individual (EPI).
En este sentido, el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE),
Florentino Pérez Raya, ha incidido en que sería “recomendable” ampliar la vacunación también a los profesionales de las unidades de infecciosos aunque no hayan tenido un contacto estrecho. Sin embargo, no los sitúa como el colectivo prioritario. “Sabiendo que no hay un excedente de vacunas para la viruela del mono, hay que priorizar a la población de riesgo”, ha explicado a
Redacción Médica.
El líder del organismo ha extendido esta estrategia también a las “áreas más cercanas a estos pacientes”, aunque sí que ha descartado la posibilidad de
vacunar a todo el conjunto de la profesión enfermera contra el preparado para la viruela del mono. “No creemos que sea necesario en estos momentos”, ha ratificado.
Para hacer frente a la enfermedad, Pérez Raya ha insistido en que resulta “primordial” que todas las enfermeras implicadas puedan
disponer de un EPI para garantizar su seguridad. “Consideramos fundamental apostar por la prevención y por la necesidad de protección de los profesionales sanitarios, sobre todo a la hora de atender a pacientes con síntomas compatibles con viruela del mono”, ha apuntado.
La postura de Pérez Raya es semejante a la del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom),
Tomás Cobo, quien sin embargo pone un condicionante previo a la administración de la vacuna contra la viruela del mono al colectivo médico: que los sectores de la Inmunología y la Medicina Preventiva
den el visto bueno a la operación.
En declaraciones a este periódico, el responsable del Colegio de Médicos reitera que esta decisión “está en manos de los inmunólogos”, pero añade que “todo lo que sea
proteger a los trabajadores resultará positivo”. En este sentido, vería también favorable situar a los médicos como grupo prioritario para recibir la vacuna contra la viruela del mono.
Protocolo sanitario frente a la viruela del mono
Por el momento, el Ministerio de Sanidad no ha incluido entre sus planes extender a los sanitarios la vacunación contra la viruela del mono. El
protocolo aprobado en julio contempla la inmunización preventiva para los profesionales que trabajan en consultas especializadas en ITS o VIH, así como a empleados de laboratorio con acceso a pruebas potencialmente contaminadas. Sin embargo, ninguno de los colectiva integra el capítulo de sectores prioritarios.
El resto de indicaciones se limita a establecer las pautas a seguir para los médicos y enfermeros que atienden a pacientes de esta enfermedad, que, según consta en el documento, deben utilizar el
equipo de protección individual adecuado y
mascarillas FFP2.
Los
procedimientos médicos, especialmente aquellos que generen aerosoles y cualquier otro tipo de procedimiento sobre la vía aérea, como la intubación traqueal, el lavado bronco-alveolar, ventilación manual, requieren medidas de protección especiales como el uso de mascarillas FFP3, una protección ocular ajustada y guantes y batas impermeables.
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