No hay una única perspectiva del problema ni tampoco soluciones idílicas. Pero lo cierto es que los diferentes agentes y organizaciones que sustentan la sanidad española comparten impresiones similares sobre el rompecabezas de la
falta de profesionales, una “sensación” agravada por la “
ausencia de planificación” de las plantillas y por factores demográficos como el paulatino envejecimiento de la población. Tanto desde el ámbito médico como desde el enfermero lanzan un
SOS unánime: “O se hace algo ahora o el sistema se desbordará”.
El debate acerca de la falta de profesionales se ha enquistado en un
Sistema Nacional de Salud (SNS) cuyas plantillas, no obstante, no han dejado de crecer en los últimos años: según los datos del Ministerio de Seguridad Social, la sanidad española ha ganado casi 50.000 trabajadores a lo largo del último ejercicio, y son ya
1,8 millones de personas las que trabajan en el sector.
Hay más médicos y enfermeros que nunca, y sin embargo, las principales organizaciones representativas de la sanidad española insisten en que las plantillas actuales son incapaces de absorber la creciente demanda asistencial de una población cada vez más envejecida. El problema no se limita a la falta de médicos y enfermeros, sino también a que los que hay “
están mal distribuidos y tienen unas condiciones laborales peores a las del entorno europeo”. Son palabras de
Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcof), que apunta a la creciente fuga de talento como uno de los síntomas más significativos de este problema.
Una población cada vez más envejecida
También desde la Sociedad Española de Médicos Generales (SEMG) señalan la “mala distribución” de las plantillas, el envejecimiento y la cronicidad de las enfermedades como los principales lastres del sector. En este sentido,
Antonio Fernández-Pro, responsable de la organización, destaca que “cada vez que se pone en marcha un servicio el crecimiento de
la demanda es exponencial”. “Hoy en día hablamos de que una persona que tiene setenta y muchos es joven, pero es raro que no tenga un tratamiento o padezca algo porque con la edad es más fácil enfermar y el sistema sanitario se tiene que transformar para ello”, sostiene.
"El sistema sanitario tiene que transformarse para el crecimiento exponencial de la demanda".
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Bien es cierto que no todas las especialidades se enfrentan al mismo problema, pues en algunas de ellas la tendencia a la automatización ha minimizado la exigencia de personal. No es el caso de la Medicina de Familia, advierte
José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): “Todas las comunidades tienen dificultades para encontrar médicos de Atención Primaria. También en hospitales comarcales sucede para ciertas especialidades”, apunta.
"Nunca han preguntado a la sanidad privada"
Otro factor que ponen sobre la mesa los responsables sanitarios consultados por
Redacción Médica es el relativo al creciente papel de la sanidad privada, que, a juicio de Jesús Díez, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), “ha hecho que ambos sistemas compitan por los mismos profesionales”.
“Antiguamente la sanidad privada era un complemento laboral para médicos y enfermeras. Hoy ha pasado a ser una alternativa”, recalca el responsable de SEMI, que explica que la consecuencia de este fenómeno es que administraciones y empresas “se disputan la contratación” de profesionales. “En esta competencia, los territorios periféricos y la España vaciada salen más perjudicados”, sentencia.
De hecho, también desde el ámbito de la sanidad privada coinciden en esa “ausencia de planificación” en materia de recursos humanos. Según fuentes de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), las ramas más damnificadas son
Anestesia, Pediatría y Psiquiatría, aunque esta misma organización denuncia que “hasta hoy no se han facilitado herramientas para saber cuántos, dónde y que profesionales faltan”. “A la sanidad privada nunca se nos ha preguntado cuales son nuestras necesidades.
El REPS está llamado a ser esa herramienta”, afirman.
“Faltan 100.000 enfermeras para acercarnos a la UE”
La voz más discordante es la de
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), quien asevera que el problema “no es de distribución”. “Simplemente faltan profesionales, el número es insuficiente para atender a toda la población”, dictamina el responsable de la organización Enfermera, quien asevera que no hay ningún ámbito que se salve de esta situación. “Los ratios por población son claros: en España hay
6,2 enfermeras por 1.000 habitantes y la media de la Unión Euro son 8,6 por 1.000 habitantes, según la Organización Mundial de la Salud”, añade.
Por otro lado, Pérez Raya destaca que, aunque el número de enfermeras en España ha ido creciendo en los últimos años, esta evolución es “insuficiente”. De hecho, el CGE estima que son necesarias unas 100.000 profesionales más para llegar a los ratios de la UE. “Y si a este déficit de enfermeras sumamos el envejecimiento de la población, el incremento de cuidados y el seguimiento de pacientes crónicos pluripatológicos, el problema es mayor”, apostilla.
Respuestas de las CCAA a la falta de sanitarios
Por supuesto, no permanecen ajenas a esta situación las administraciones autonómicas, que no dudan en calificar la falta de profesionales como “problema de estado”. Ante esta situación, las regiones alertan de que se avecina un “tsunami” que de no atajarlo a tiempo “puede arrasar el Sistema Nacional de Salud”. “Llevamos varios años arrastrando una importante falta de médicos que se verá agravada en los próximos diez años.
O hacemos algo ahora o este problema nos desbordará”, alertan diferentes fuentes autonómicas.
"La falta de médicos se verá agravada en 10 años. O hacemos algo ahora o el problema se desbordará".
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Los responsables de recursos humanos de las autonomías confiesan que no hay una respuesta fácil, aunque varias comunidades ya están aplicando medidas a corto plazo que “ayuden a frenar el problema que se avecina”. “Hay que
seguir aumentando el número de plazas MIR, tal y como se viene haciendo en los últimos años. A ello, hay agilizar la apertura de nuevas facultades de Medicina. No podemos olvidar que la formación de un médico dura de media entre la carrera y la especialidad unos 10 años. Siendo realistas, los médicos que han empezado a formarse en este 2022 hasta 2032 no entrarán a formar parte del SNS como especialistas”, recuerdan.
A esta situación, las comunidades autónomas recuerdan el importante número de médicos que decidieron irse al extranjero ante la falta de oportunidades que había en España. A ellos les mandan un SOS y les invitan a volver a
cambio de contratos fijos y mayor estabilidad. “El RD 20/2021 nos está permitiendo estabilizar a la mayor parte de los profesionales sanitarios que conforman nuestras plantillas. Esto abre la puerta a mejores contratos, tanto para los que están como los que tienen que regresar”, concluyen.
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