Investigadores de la Universidad McMaster, en Hamilton, Ontario, Canadá, han encontrado una nueva forma de tratar las enfermedades infecciosas más graves del mundo, las superbacterias que son resistentes a todos los antibióticos conocidos. El descubrimiento de una terapia de combinación eficaz tiene el potencial de cambiar la práctica médica para el tratamiento de las infecciones resistentes a los medicamentos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó la semana pasada como de "prioridad crítica" por su amenaza para la salud humana.
El equipo, cuyo trabajo se detalla en un artículo publicado este lunes en Nature Microbiology, se centró en las bacterias gram-negativas que son resistentes a todos los antibióticos, incluyendo los medicamentos de último recurso, como la colistina, y que lideran la neumonía, heridas e infecciones del torrente sanguíneo, así como meningitis en los entornos de centros de atención a la salud.
Las bacterias gram-negativas tienen una capa externa intrínsecamente impenetrable que es una barrera para muchos antibióticos que de otra manera resultan eficaces, lo que hace que estas infecciones sean mortales, particularmente en los entornos hospitalarios. Su equipo probó una colección de 1.440 fármacos sin patentes en busca de uno que pudiera alterar esa barrera en las superbacterias.
"Estos patógenos son muy difíciles de romper, pero encontramos una molécula que destroza esa barrera y permite que los antibióticos entren y sean efectivos", explica el autor principal del estudio, Eric Brown, profesor de Bioquímica y Ciencia Biomédica en la Escuela de Medicina Michael G. DeGroote de McMaster y científico del Instituto Michael G. DeGroote para la Investigación de Enfermedades Infecciosas.
Un cóctel de medicación antifúngica y antibióticos
Los científicos descubrieron que el fármaco antiprotozoario pentamidina altera la superficie celular de las bacterias gram-negativas, incluso las más resistentes. La medicación antifúngica era particularmente potente cuando se usaba con antibióticos contra bacterias resistentes a múltiples fármacos.
Cuando se usó con otros antibióticos, la pentamidina resultó ser particularmente eficaz contra dos de los tres patógenos que la OMS ha identificado como la prioridad más crítica para el desarrollo de nuevos antibióticos: Acinetobacter baumannii y las enterobacterias. La terapia combinada también tuvo algún impacto en la tercera bacteria más crítica, Pseudomonas aeruginosa.
Los investigadores vieron que el descubrimiento era efectivo en el laboratorio y en ratones, pero se necesita más trabajo para compensar posibles efectos secundarios y garantizar la seguridad humana. Brown agregó que su laboratorio continúa probando además otros compuestos.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.