La tecnología de la
inteligencia artificial generativa (GAI, por sus siglas en inglés), que incluye herramientas como
ChatGPT, se ha hecho un hueco en nuestras vidas progresivamente, con un aumento exponencial desde su explosión en 2022. Esta influencia se ha trasladado a todos los ámbitos, también al sanitario. Según un informe de la plataforma de empleo
LinkedIn, la GAI "está a punto de empezar a cambiar nuestra forma de trabajar". En el caso de los
profesionales de la salud, son la
tercera ocupación menos beneficiada por estos avances.
El 47 por ciento de los ejecutivos estadounidenses cree que el uso de la inteligencia artificial generativa aumentará
productividad, recoge el informe de LinkedIn. Pero apuntan que el 92 por ciento coinciden en que las
habilidades sociales son más importantes que nunca, por lo que los puestos de trabajo "no desaparecerán necesiaramente, pero cambiarán", señalan los autores.
Este cambio se ha visto en las
ofertas de empleo publicadas en la plataforma. Desde noviembre de 2022, la proporción de ofertas globales en inglés que mencionan GPT o
ChatGPT aumentó 21 veces. En junio de 2023, el número de miembros de LinkedIn
cualificados en inteligencia artificial era nueve veces mayor que en enero de 2016, a nivel global.
Potencial de la GAI en sanidad
El informe apunta que las nuevas herramientas de GAI son una oportunidad para "aligerar la
carga de trabajo y ayudar a los profesionales a centrarse en las partes más importantes de su trabajo". En su estudio, LinkedIn investigó en qué labores podría ayudar al personal sanitario la
inteligencia artificial y cuáles son trabajos que solo podrían realizar las personas.
La GAI podría aumentar en un siete por ciento las competencias que ahora realizan los médicos, encargándose parcialmente del trabajo relacionado con la
investigación, el cáncer y las enfermedades del corazón. Las competencias sociales y especializadas, aquellas que solo podría realizar una persona, serían del 63 por ciento en el caso de los facultativos. La
educación médica, Medicina Interna, las cirugías y Medicina de Familia son recogidas como las principales habilidades que
deben ser desarrolladas por los especialistas, aunque también podrían ser complementadas con la GAI.
En el caso de
Enfermería, el informe la sitúa como la ocupación donde son
más necesarias las habilidades sociales y especializadas, con un 90 por ciento de sus labores dependiendo de ello. Aún así, los autores indican que la GAI podría aumentar en un seis por ciento las competencias relacionadas con el
cuidado y la calidad asistencial y el
diagnóstico.
Sin embargo, estos datos quedan pequeños en comparación con otras profesiones. Por ejemplo, los
cajeros o los
dependientes podrían utilizar la inteligencia artificial generativa para ayudarles en el 59 por ciento de sus competencias. Los más beneficiados serían los
ingenieros de software, ya que la GAI podría aumentar el 96 por ciento de sus habilidades. Los que menos, los
operadores de campo petrolero y
especialista en seguridad y salud ambiental, con solo un uno y tres por ciento, respectivamente.
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