Relación médico-paciente a la Unesco: Cultura ya tiene la petición formal

El Foro de la Profesión Médica, junto con tres Organizaciones de Pacientes y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, ha presentado este miércoles en el Ministerio de Cultura y Deporte la solicitud para que la Relación Médico-Paciente sea reconocida como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, "la primera estación de un largo recorrido", en palabras de Patricio Martínez, presidente de honor de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

"Hace dos años que una comisión de expertos se dedicó a estudiar el tema y hoy ha sido el día feliz en que lo hemos podido entregar en el ministerio", se ha felicitado el representante honorífico de CESM, que ha añadido: "Será un recorrido largo y necesitaremos de la conciencia social, política y administrativa para considerar esta relación como un bien social, todos somos pacientes y hay que defender el eje fundamental del acto médico".

Momento en el que el Foro de la Profesión y los pacientes han hecho el registro en el Ministerio de Cultura

Serafín Romero, presidente del Foro de la Profesión Médica, también ha hecho hincapié en la necesidad de que las administraciones se involucren en este aspecto: "Nos toca hacer un trabajo importante en las comunidades autónomas, estamos en un cambio de mapa político algunas CCAA, aunque ya venimos trabajando con algunas de ellas. Es muy importante que este proyecto de España como país, esté avalado por la mayoría de las comunidades autónomas, a ser posible". Además, Romero ha insistido en que las asociaciones médicas internacionales apoyan la causa y tenemos un amplio apoyo de la profesión y de los pacientes.

Por su parte, Francisco Miralles, secretario general de CESM, ha reconocido el "gran trabajo de Patricio", y ha insistido en que la profesión espera el "apoyo de todas las instituciones, no solo nacionales, sino internacionales",  y que "los políticos, el Gobierno central y el de las comunidades autónomas, le den el impulso que la sociedad quiere para este proyecto que nos ilusiona mucho".

Serafín Romero, presidente del Foro de la Profesión Médica y Patricio Martínez, presidente de honor de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

"El hecho de que se considere Patrimonio Inmaterial de la Humanidad debe potenciar que se preserve esta relación y realmente se nos forme adecuadamente en las universidades y en el ámbito clínico", ha defendido Laura Martínez, presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), que ha añadido: "La sanidad se ha visto denostada durante muchos años, las condiciones laborales no permiten que se pueda establecer una correcta relación y tiene su repercusión en cómo recibimos clase".

Martínez ha ejemplificado esta discordancia entre la práctica clínica y la formación: "Se nos habla de cardiópatas o hepatópatas cuando en realidad son personas que tienen una cardiopatía, el vocabulario forma parte de esto y, probablemente, el hecho de que se hable de la relación médico-paciente, puede fomentar que se tenga más cuidado y se mejore la formación".

José Luis Vaquero, director del Foro Español de Pacientes (FEP), ha señalado que los pacientes son "parte muy implicada. Hay que buscar siempre el acuerdo en el tratamiento entre el médico y el paciente en la toma compartida de decisiones. Ser Patrimonio Inmaterial Cultural es necesario por el interés en sí mismo, pero también por los riesgos a los que nos enfrentamos día a día, como consultas cortísimas, aspectos economicistas, o suplantaciones de la responsabilidad de prescripción del médico después de una toma compartida de la decisión con el paciente. Está más que justificado", ha sentenciado.

Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, cree "fundamental" el trabajo realizado porque "hay que proteger" la relación médico-paciente. La misma opinión tiene la vicepresidenta de la Conferencia Nacional de Decanos, Carmen Gallardo, que considera que la iniciativa es muy importante para todos y que responde a las demandas de los propios estudiantes. 

Foto de familia tras haber registrado la petición para que la relación médico-paciente sea reconocida como "Patrimonio Cultural Inmaterial"