Aunque asumen que existe cierto “recelo” en torno al proceso de
recertificación que se quiere implantar para poder ejercer la Medicina, voces autorizadas del sector insisten en las virtudes de un sistema que, subrayan, no solo tiene lugar también en otras profesiones, sino que es esencial para asegurar la
"seguridad de los pacientes".
A este respecto, tanto desde la
Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) como del
Consejo General de Colegios de Médicos (Cgcom) destacan la importancia de la formación continuada de estos profesionales para adaptar sus conocimientos a los avances científico-técnicos del sector.
“Se deben evaluar, pues de esta forma podemos mantener las competencias y los estándares de la más alta calidad para toda la sociedad”, explica a
Redacción Médica Cecilio Santander, vocal de Facme y coordinador del
Consejo Asesor de Recertificación Profesional, que, a la hora de “ganar la confianza de los pacientes”, antepone esta fórmula a de la asistencia a unos congresos que bajo su punto de vista “no bastan para que el profesional
alcance los conocimientos y destrezas necesarias”.
“Hay que
complementarlos con talleres, rotaciones en otro hospital, cursos específicos, comités, trabajos de investigación, seminarios… El abanico es muy amplio y todo ello debe ser evaluado. Es motivador, se trata de alcanzar pequeños retos”, concluye.
Se trata de una postura similar a la que defiende
Tomás Cobo, presidente del Cgcom, quien recalca “la importancia de la recertificación” en un sector en el que, pese a que se pone “mucho empeño en los
estudios de grado y la especialización”, la
formación continuada se encuentra “descuadrada”.
Proceso de recertificación médica en España
Añade el responsable del Cgcom que “hay que demostrar de alguna manera” que los conocimientos de los médicos “están actualizados”, lo cual justifica la existencia de estos cursos de formación continuada “
siempre que estén acreditados y no haya conflictos de intereses”. Al respecto, celebra el nuevo impulso que se ha dado a la
recertificación en España, donde ya se trataba para analizar la situación actual del sector en el marco europeo y el establecimiento de un
“criterio común de recertificación”.
“Nosotros jugamos ahí un papel extraordinario a través de nuestra Fundación para la Formación y nuestro emplazamiento al sistema español, firmando convenios a través de los que podemos acreditar los
pequeños eventos de formación continuada tanto online como presenciales”, apunta.
“El mensaje principal que hay que trasladar”, subraya Cobo, es que
“la recertificación no tiene que ser punitiva”, sino un proceso para “facilitar el conocimiento de manera natural y que se trabaja con el objetivo de mejorar la seguridad del paciente”.
El propio Cobo incide en el hecho de que los médicos no son los únicos profesionales que tienen que someterse a este proceso de recertificación, pues también los
pilotos de avión “pasa de forma periódico por un examen con un simulador”.
Por su parte, Cecilio Santander destaca la
“rápida evolución” de la Medicina respecto a otras disciplinas, lo que explica la necesidad de que exista un control sobre la formación de los profesionales. “No vale con quedarnos con la mitad de los conocimientos, sino que nos exigimos, por una obligación ética, los máximos estándares de formación, habilidades y aptitudes”, afirma.
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