Profesionales > Medicina

Necesidad o preferencia limitan los regalos del paciente a su médico

José María Domínguez ofrece las pautas necesarias para decidir si un médico puede, o no, aceptar un obsequio

El médico José María Domínguez Roldán.

21 abr 2024. 10.00H
SE LEE EN 5 minutos
Antiguamente, obsequiar a los profesionales con regalos para agradecerles su labor era una práctica extendida entre la población. A pesar de que hoy en día se ha ido perdiendo, todavía quedan personas que siguen demostrado su gratitud de esta forma, especialmente en las zonas rurales, donde la relación médico-paciente es más estrecha e invita a que se den este tipo de situaciones.

Hace unos días, este periódico se hizo eco de la experiencia vivida por una R1 de Oncología durante una de sus guardias de 24 horas. En ella, un paciente al que había atendido le intentó dar un billete de 50 euros en forma de propina por su atención sanitaria, algo que dejó en ‘shock’ a esta futura especialista, quien reconocía en un vídeo de TikTok que “nunca le había pasado”. A pesar de que esta médica no cogió el dinero, ¿es ético aceptar algún tipo de regalo proveniente de un paciente?

José María Domínguez Roldán, presidente de la Comisión Ética y Deontológica de la OMC, ha detallado a Redacción Médica que lo primero que hay que hacer es diferenciar de dónde provienen esos regalos de los pacientes.

¿Es ético aceptar un regalo de un paciente?


En este sentido, y desde el punto de vista ético, el primer paso es identificar cuál es la motivación que tiene el paciente a la hora de hacer ese regalo y, posteriormente, valorar su coste y contenido.

Si nos centramos en la motivación, este profesional ha afirmado que el médico debe comprender el motivo del porqué el paciente le está haciendo un regalo. “Si ve que es una práctica bien intencionada y que no pretende, de ningún modo, sesgar la actuación del facultativo, y siempre que el coste sea muy bajo, podría aceptarlo”, ha explicado.

Factores que los médicos deben analizar antes de recibir un regalo


Aún así, antes de recibirlo, el facultativo tiene la “obligación” de analizar dicho procedimiento. Aquí entran en juego tres factores relacionados con esa motivación, y que, si se cumple alguno, es necesario rechazarlo.

El primero de ellos es si el obsequio pretende crear un “vínculo emocional” con el médico. Si esa fuese la intención del paciente, habría que oponerse a aceptarlo.

¿Cuándo un médico tiene que rechazar un regalo de un paciente?


La segunda característica que habría que analizar es si el presente pretende satisfacer una necesidad personal del profesional que le está atendiendo. “Puede ser que el paciente haya atendido que al médico le falta algo y quiera dárselo. En ese caso, hay que rechazarlo”, ha afirmado con rotundidad. 

Y, por último, si su motivación está relacionada con conseguir un “trato preferencial” en la atención médica, también habría que declinar el obsequio

Analizar el valor del regalo de los pacientes


Además de estos factores relacionados con la motivación, también es importante analizar el propio valor del regalo. “Una cosa son los dulces, una carta o un poema escrito, entonces sí que es correcto aceptarlo, pero si puede suponer un coste elevado para el paciente, entonces no”, ha afirmado.

Si tras analizar la motivación y el coste del regalo, el médico decide que no es ético aceptarlo, es importante que matice de forma adecuada los motivos para evitar quebrar la relación profesional entre las dos partes. “No nos olvidemos de que muchos de ellos son bien intencionados y que, si entran dentro de esos supuestos, es conveniente rechazarlos. Pero sí que hay que hacer un ejercicio activo de informales de los motivos por los que no se aceptan esos obsequios”, ha incidido.

Asimismo, ha resaltado que, todo tema cuantitativo, como puede ser dinero en metálico, hay que rechazarlo "siempre". 

¿Es ético aceptar regalos de la industria?


En el caso de los regalos provenientes de la Industria, como puede ser la Farmacéutica o la Electromedicina, lo “lógico” es rechazarlos porque “tienen un interés directo” en “influir” en la opinión de los médicos. “Solamente, quizás, se podrían aceptar si pasan por una institución, como una fundación, y siempre que vayan dirigidos a la formación de facultativos jóvenes o estudiantes de Medicina que fomenten su desarrollo profesional”, ha resaltado Domínguez.

Asimismo, para aceptar los obsequios provenientes de la industria, también es fundamental que haya transparencia en cuanto a quién va dirigido y a qué tipo de formación es.
.
Para concluir, Domínguez ha resaltado que en el Código de Deontología Médica Española existen diversos apartados en los que hace referencia a ese conflicto de intereses, considerando, en el caso de la Industria, claramente “antideontológico” si el médico acepta este tipo de presentes.
¿Quieres seguir leyendo? Hazte premium
¡Es gratis!
¿Ya eres premium? Inicia sesión

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.