Continúa enquistado en la sanidad española el debate relativo a la
jubilación anticipada de sus profesionales. Los sindicatos llaman a la puerta del Gobierno para que abrace esta reivindicación, algo que el gabinete de
Pedro Sánchez parece al menos dispuesto a estudiar. Desde ese lado deslizan, en cualquier caso, que el derecho a adelantar la edad de retiro con el
100 por ciento de la pensión “solo procederá” cuando las particularidades del puesto de trabajo así lo requieran. Aunque pide la jubilación anticipada para el conjunto de las plantillas, la
Confederación Estatal de Sindicatos Médico (CESM) asume que no todas las especialidades son
“peligrosas” para aplicar ciertos coeficientes reductores, pero sí engloba en este apartado aquellas en las que las guardias son obligatorias o que exponen a sus profesionales a radiaciones o tóxicos.
“Lo primero que debe haber es
voluntad política”, sostiene a este respecto el presidente de CESM,
Tomás Toranzo. El líder sindicalista urge a abordar el asunto con los ministerios de
Sanidad, Función Pública y Seguridad Social, a los que emplaza “planificar” qué puestos del
Sistema Nacional de Salud (SNS) están expuestos a condiciones de “peligrosidad”.
El propio Toranzo detalla que la
jubilación anticipada por coeficientes reductores podría establecerse “de forma generalizada” en la sanidad española atendiendo a
motivos de “riesgo”. No obstante, las últimas valoraciones del Ejecutivo central alejan esta opción: “Solo procederá (el retiro anticipado) cuando no sea posible la
modificación de las condiciones de trabajo y conllevará los ajustes necesarios en la cotización para garantizar el
equilibrio financiero”, subrayó este lunes.
Condiciones para la jubilación anticipada en Medicina
En cualquier caso, el Gobierno podría conceder la jubilación anticipada voluntaria y con el 100 por ciento de la pensión a puestos concretos de la Medicina atendiendo a su “peligrosidad”. Según Toranzo, todos los facultativos que realizan de forma obligatoria
jornadas complementarias (tales como las
guardias) serían susceptibles de acogerse a este derecho por el exceso de estrés y el cambio de biorritmos que provoca en los trabajadores. Apela, por ejemplo, a las consecuencias de
trabajar por la noche o de los turnos de 24 horas.
“También habría que atender a otra serie de características, como los peligros a los que se enfrentan los médicos de Urgencias o los que tienen
riesgos especiales como las radiaciones”, sostiene Toranzo, quien incide en que una “planificación previa” permitiría instaurar este modelo de retiro con
garantías económicas teniendo en cuenta que solo se acogerían a este derecho una parte de la plantilla.
A este respecto, insiste en la necesidad de realizar una evaluación de puestos para determinar su peligrosidad y de disponer de una
“mejor planificación de los recursos”. “Es algo que llevamos pidiendo desde hace mucho tiempo sin que se hayan tomado cartas en el asunto”, concluye.
Estudio de la "penosidad y toxicidad" en sanidad
Por el momento, Moncloa ha exteriorizado su intención de analizar la
“penosidad, peligrosidad y toxicidad de las condiciones del trabajo” del sector de la sanidad, así como “su incidencia en los procesos de
incapacidad laboral de los trabajadores y los requerimientos físicos exigidos para el desarrollo de la actividad”.
El Gobierno insiste en que sigue “
avanzando en la redacción del texto normativo” que regula estos procedimientos para establecer coeficientes reductores y anticipar la edad de jubilación en el Sistema de la Seguridad Social. El objetivo, añade en el documento, es “alcanzar el mayor consenso posible con los agentes sociales”.
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