El f
uturo de los médicos autónomos se presenta accidentado con la reforma del sistema de cotización en el que trabaja el
Ministerio de Seguridad Social. Aunque todavía no se ha llegado a un acuerdo con los sindicatos, las perspectivas del colectivo no son nada halagüeñas ante la
subida de cuotas progresiva que plantea el deparamento de José Luis Escrivá en función de los ingresos y que supondría triplicar el importe anual de los facultativos por cuenta propia.
Aunque resulta complicado determinar un número o un porcentaje exacto, el colectivo no descarta que el nuevo escenario empuje a algunos de sus compañeros a
descartar su trabajo en la Sanidad Privada. Especialemente aquellos que
compatibilizan su jornada laboral en ambos sectores, y por tanto cotizan por
régimen laboral y como autónomos. "Pueden llegar a la conclusión de que trabajan en la privada
solo para pagar impuestos y abandonen", teme Manuel Carmona, vocal nacional de Médicos de la Privada por Cuenta Propia de la Organización Médica Colegial (OMC).
El margen de maniobra es además reducido, apunta José Luis Perea, secretario general de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Salvo que el facultativo tenga una
clínica propia y "pueda pagar la mitad de seguros sociales", no existen
"muchas posibilidades" de deducción entre los médicos para conseguir que la cotización sea más reducida.
Aún así, todavía quedarían por
definir las condiciones de los trabajadores con pluriactividad, y por tanto, las de aquellos profesionales que combinan su puesto de funcionario o asalariado con el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). En estos casos, "no se sabe lo que va a ocurrir", admite el portavoz.
Con un nivel de rendimiento medio-alto, la profesión es uno de los colectivos que más notará, de momento, la reforma, con una "subida brutal de las cuotas del casi el 200 por cien en nueve años", detalla Perea. Un incremento que podría hacer "
perder el interés" a los profesionales que trabajan como autónomos o incluso "
dejar de trabajar en A para trabajar en B".
Variabilidad en el número de pacientes
La Asociación coincide con el colectivo médico al señalar el carácter "confiscatorio" que esconde el nuevo sistema. Es la segunda vez que el organismo rechaza la propuesta de Escrivá, después de que en mayo se planteara una muy similar en la mesa de negociación, con la mitad de la cuota mínima. "No nos gusta este sistema porque
va en contra de lo que es en sí la figura del trabajador autónomo. Nos tratan como trabajadores asalariados y no lo somos", explica, en relación a la variabilidad de los ingresos.
Algo que, en el caso de los médicos, se traduce en número de pacientes. El problema, explica Perea, es que la cotización que se establecerá en 2023 tendrá en cuenta el nivel de un ingresos del año anterior, ya que el tiempo que tarda Hacienda en pasar los datos a la Seguridad Social oscila entre 12 y 16 meses. "¿Quién te garantiza que vas a tener los mismos ingresos o que
vas a tener bastantes menos pacientes?", apunta el experto, al comparar su situación con la de los trabajadores por cuenta ajena "que saben lo que va a ganar durante todo el año".
Además, considera que la reforma no es nada ecuánime, dado que, una vez aplicada el año que viene, la mitad de los autónomos, es decir
1,5 millones, van a pagar 700 euros más de cotización al año mientras que, en cambio, la otra mitad, con menos ingresos, tendrán una reducción "de 144 euros" en su cuota.
Aunque ven justo que aquellos trabajadores que cobran más paguen más, desde ATA consideran que "hay una desproporción enorme" en los
13 tramos por los que transitarán los autónomos en el nuevo marco normativo, por lo que presentarán su propio plan de ajuste.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.