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Los especialistas quieren un DPC válido en toda España

La Administración tiene potestad para acreditar y los profesionales, autoridad científica sobre el contenido

Pilar de Lucas, Emilia Sánchez Chamorro, Inmaculada Alfageme y Arcadi Gual.

12 may 2016. 09.10H
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POR SANDRA MELGAREJO
Miguel Fernández de Vega
Los profesionales sanitarios siempre han estado comprometidos con su formación continuada, como garantía de que ofrecen la mejor asistencia posible a los pacientes. Ahora la convergencia con Europa y la propia sociedad exigen que este compromiso ético se oficialice y mida a través del desarrollo profesional continuo (DPC). Pilar de Lucas, presidenta de la Comisión Nacional de Neumología; Inmaculada Alfageme, presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ); Emilia Sánchez Chamorro, directora general de Planificación, Investigación y Formación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid; y Arcadi Gual, miembro del Patronato de la Fundación Educación Médica, han participado en el debate ‘El Desarrollo Profesional Continuo de Neumología: un modelo a seguir’, donde han discutido sobre los retos de su puesta en marcha.

Pilar de Lucas, presidenta de la Comisión Nacional de Neumología; Emilia Sánchez Chamorro, directora general de Planificación, Investigación y Formación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid; Sandra Melgarejo, redactora jefe de Publicaciones Especializadas de Sanitaria 2000; Inmaculada Alfageme, presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ); y Arcadi Gual, miembro del Patronato de la Fundación Educación Médica.


¿Qué importancia tiene el desarrollo profesional continuo?

Pilar de Lucas: Es fundamental, no solamente para los profesionales y para la Administración, sino, sobre todo, para los pacientes, que realmente van a ser los grandes beneficiarios de que el profesional de la salud mantenga un adecuado grado de formación y de capacitación, demostrable mediante la evaluación y la recertificación.

Emilia Sánchez Chamorro: La importancia del desarrollo profesional continuo está planteada incluso en las directivas comunitarias. La Directiva 2013/55 del Parlamento Europeo y del Consejo, que modifica la Directiva 2005/36, habla del reconocimiento de las cualificaciones profesionales y de la necesidad de que los Estados miembros lo desarrollen. No obstante, los países y, en nuestro caso, las comunidades autónomas todavía no han llegado al grado de desarrollo que, desde mi punto de vista, es deseable.

Inmaculada Alfageme: Creo que el desarrollo profesional continuo es algo que todos los médicos hacemos, pero que no es visible. Actualizarnos y mantenernos informados forma parte de nuestro trabajo, pero es necesario que haya una regulación desde el Gobierno que haga visible y medible esta iniciativa para que no dependa de la voluntad de cada uno.

Arcadi Gual: El desarrollo profesional continuo es la versión actualizada de la formación médica continuada, algo que han hecho los profesionales siempre. Pero es algo más amplio porque no solamente tiene cabida la formación médica continuada, sino cualquier actividad que sirva para hacer mejor el acto profesional. Es relevante porque es una norma ética de la profesión médica. No es voluntario hacerlo, no; es absolutamente necesario para atender mejor al paciente.

¿En qué punto se encuentra su desarrollo legislativo?

Inmaculada Alfageme defiende que el contenido del DPC lo elabore cada especialidad.

Emilia Sánchez Chamorro: La regulación del desarrollo profesional continuo es una competencia de las administraciones sanitarias. El Ministerio de Sanidad creó un grupo de trabajo en 2012 para elaborar un borrador de Real Decreto, pero hasta el momento no hay nada publicado. La Comunidad de Madrid está trabajando en ello y la parte más avanzada es la de los diplomas de acreditación. La coordinación la tendrá el ámbito estatal, pero la competencia real la tendrá cada comunidad autónoma.

Pilar de Lucas: Las sociedades científicas, como la de Neumología, nos pusimos a trabajar en el desarrollo profesional continuo, y esperamos que la Administración lo regule lo antes posible. Las comunidades autónomas tendrán que desarrollarlo, aunque a mí, como profesional, no me acaba de gustar que tengamos 17 regulaciones. Preferiría una regulación única adaptada, eso sí, para los diferentes ámbitos.

Inmaculada Alfageme: La Administración tiene que establecer las normas, pero creo que es imposible que pueda desarrollar los contenidos de lo que hay que acreditar para todas las especialidades. Los contenidos tienen que ser establecidos por las sociedades científicas porque tienen una trayectoria de formación de sus profesionales, de investigación y realizan guías de práctica clínica.

Arcadi Gual: Creo que el desarrollo profesional continuo es algo propio de los profesionales y, por lo tanto, ellos son responsables. Otra cosa es quién lo evalúa y lo convierte en un sistema medible. La Administración estatal y autonómica tiene la potestad de poder acreditar, mientras las organizaciones profesionales –colegios y sociedades científicas– tienen la autoridad científica para poder decir qué es lo correcto. Por lo tanto, en el desarrollo profesional continuo han de estar todos los actores, que han de converger y situarse en el plano de la regulación compartida.

¿Están de acuerdo con este planteamiento?

Arcadi Gual considera que es la sociedad la que exigirá la recertificación del médico.

Pilar de Lucas: Lo comparto; tenemos que participar todos. Creo que la Administración puede elaborar el contenido, pero no debe porque significaría hacer una mala utilización de los recursos. Tiene que haber una relación de confianza, saber que todos vamos en la misma dirección, porque las sociedades científicas tampoco podemos hacerlo todo y necesitamos incorporar asesores externos. Probablemente, no sabemos suficiente sobre metodología de la evaluación ni podemos ser juez y parte, y ahí tienen que entrar los colegios profesionales.

Emilia Sánchez Chamorro: Creo que la autoridad científica la tienen los profesionales y la autoridad legislativa, la Administración. Un consenso permite obtener resultados magníficos.

Inmaculada Alfageme: Tiene que estar consensuado porque, al ser un proceso voluntario, tiene que tener la aceptación de los profesionales. Si no lo aceptan no va a calar, por mucho que la Administración se imponga. Además, si le exiges algo a una persona, tienes que ofrecerle la forma de conseguirlo y eso es lo que las sociedades entendemos que va unido a la acreditación. Hay que intentar que la idea cale en nuestros compañeros y lo vivan como la evolución natural de lo que han estado haciendo hasta ahora.

Arcadi Gual: De entrada, nadie ve la recertificación como algo simpático. Estamos en una situación de crisis: los sueldos se han reducido, la precariedad laboral ha aumentado… ¿y ahora me vais a examinar? La respuesta es: sí, ahora es el momento. Los tiempos han cambiado y la recertificación no nos la va a exigir el Boletín Oficial del Estado (BOE); nos la va a exigir la sociedad. El DPC es poner en claro que los profesionales son buenos y hacen lo que toca, y serán ellos mismos quienes querrán tener su DPC aprobado.

¿Creen que es positivo que haya una regulación propia en cada comunidad autónoma?

Inmaculada Alfageme: Si he hecho el DPC en la Comunidad de Madrid, me gustaría que fuera igual de válido para Andalucía o para cualquier otra. A las administraciones autonómicas les falta un poco de unidad a favor de la gente. Sé que es una cuestión administrativa, pero nos afecta de forma directa a todos y hoy en día, que no sobran plazas de trabajo precisamente, los profesionales van donde pueden. Creo que debería haber una regulación única, sería mucho más fácil para todos.

Emilia Sánchez Chamorro: Tenemos que plantearnos un abordaje de coordinación a nivel europeo, estatal y autonómico. La parte ejecutiva la tiene que hacer cada comunidad autónoma y el marco legal lo tiene que desarrollar la Administración Central con un Real Decreto. El DPC tiene que tener validez para todas las comunidades en el marco de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y desarrollarse también en el ámbito europeo.

Pilar de Lucas es partidaria de una acreditación ‘centralizada’ en lugar de autonómica.

Arcadi Gual: Tiene que haber un marco común, lo que no impide que haya marcos específicos en cada comunidad porque las transferencias en Sanidad son completas. Pongamos un listón que sea válido para todos, porque hoy hay trabajo en Andalucía, mañana en Castilla-La Mancha y pasado mañana en Londres.

Pilar de Lucas: Tiene que haber una ‘centralización’ de la formación continuada. Lo lógico es que haya unos requisitos que se apliquen en cada comunidad, pero con un reconocimiento válido para todo el Estado. Todos los profesionales confiamos en que la Comisión de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad sea sensata y que se llegue a acuerdos en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

¿En qué beneficia al profesional sanitario la convergencia con Europa en materia de desarrollo profesional continuo?

Inmaculada Alfageme: Los que trabajamos en una especialidad tenemos una serie de competencias muy parecidas en todos los países y converger con Europa es el fin último para conseguir que haya una libre circulación de profesionales que puedan trabajar en cualquier lado.

Arcadi Gual: Europa es la meta, pero, aunque las directivas europeas de movilidad transfronteriza y de reconocimiento de títulos son de obligado cumplimiento, la realidad es que en Europa hay un lío tan grande como en España. Por un lado están las organizaciones profesionales, como la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), que quieren recertificar; y por otro, la Unión Europea (UE) que, aunque tiene letras parecidas, está formada por políticos. Y todo el mundo se quiere llevar el gato al agua.

Emilia Sánchez Chamorro: La Unión Europea son 29 países y, aunque las directivas permiten circular libremente por Europa a todos los médicos, el grado de desarrollo de esta libre circulación es menor en algunas especialidades y hay ámbitos de actuación, como la formación continuada o el desarrollo profesional continuo, que están por definir. No obstante, es increíblemente bueno para los profesionales sanitarios y para los pacientes  europeos que haya una directiva hacia la que tenemos que converger todos.

Pilar de Lucas: Esto está lejos, pero estoy segura de que antes o después será una realidad. Efectivamente, existe la libre circulación pero luego, lógicamente, cada país tiene el derecho y el deber de asegurar la calidad asistencial que va a prestar a sus ciudadanos y, por lo tanto, tiene el derecho y el deber de comprobar qué grado de competencia tienen los profesionales que hacen uso de esa libre circulación.

Emilia Sánchez Chamorro detalla la convergencia con Europa en materia de DPC.

¿Qué ha motivado a Separ a tomar la delantera en el DPC? ¿Es un modelo a seguir para otras sociedades científicas?

Inmaculada Alfageme: Nuestro modelo ha sido fruto de la colaboración con la Fundación Educación Médica y con los colegios profesionales. Evidentemente, hay asuntos que no son competencia de las sociedades científicas, como si un médico tiene antecedentes penales o no, pero sí queremos poner a disposición de todos nuestros socios los medios para que puedan tener acceso a una formación continuada que les sea lo más útil posible. Creo que es una buena forma de empezar. Queda ver qué aceptación tiene, pero hemos dado un paso adelante porque el proyecto ya está hecho y puede ser mejorado. Sobre todo, hemos comenzado a concienciar a nuestros propios asociados acerca de que esto va a ser así y hay que ir hacia adelante.

Arcadi Gual: Separ ha sido un referente porque, desde hace 15 años, estaban empeñados en evaluar sus competencias y, pasito a pasito, han llegado al final, haciendo uno de los trabajos mejor plasmados. Por lo tanto, es de reconocer. En este proceso también colaboramos con el Ministerio de Sanidad, porque utilizamos las bases desarrolladas por el grupo de trabajo, y con los colegios profesionales, que tienen un programa de validación periódica de la colegiación, que incluye tres ítems obligatorios y uno voluntario. Los imperativos son la buena praxis, el estado de salud del profesional y el certificado de empresa. El punto voluntario es el DPC porque los colegios no tienen el conocimiento para hacerlo. Quienes lo tienen son las sociedades científicas y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (OMC) ya ha empezado a establecer acuerdos de recertificación en este sentido, el primero de ellos con Separ. Es importante que lo hagan bien para que las administraciones lo reconozcan y decidan participar.

Pilar de Lucas: En estos 15 años hemos tenido tiempo de ver nuestras fortalezas y debilidades, y esto nos ha servido para que la elaboración de los programas sea buena y para encontrar aliados por el camino, porque de no ser así, probablemente, no habríamos podido hacerlo. Han sido 15 años muy bien aprovechados y nos sentimos enormemente satisfechos de la firma del convenio con la OMC. Nos parece una gran idea que la validación periódica de la colegiación y el DPC vayan de la mano.

Han destacado que el DPC es una obligación moral que tienen los profesionales sanitarios, pero han manifestado un cierto temor sobre cómo van a aceptarlo…

Inmaculada Alfageme: Lo que se pretende es demostrar que el profesional sigue haciendo actividades de formación y que renueva sus conocimientos periódicamente. No tiene por qué ser un examen, puede ser simplemente una acreditación de asistencia a un curso. Hay que transmitirlo de esa forma: se trata de que demuestres que tus conocimientos mejoran a medida que cambia el conocimiento médico, donde no hay verdades que duren más de cinco años.

Arcadi Gual: Creo que no va a ser complicado, pero hay que hacerlo despacito. El componente fundamental es explicarlo bien. La filosofía es que el DPC no se suspende, sino que, en el caso de que el profesional no llegue, se pone en marcha un remedio, a través de programas diseñados por las sociedades científicas, que son las que van a detectar que hay una carencia. Además, la sociedad lo va a exigir y, por lo tanto, el médico va a ser el primero en pedirlo.

Emilia Sánchez Chamorro: A la Administración le interesa que esto funcione y, lógicamente,  os escucharemos. Ejerceremos nuestra competencia, como es nuestra obligación, de la mano de las sociedades científicas, como la experiencia ha demostrado que es mejor.

Ronda de conclusiones

Ronda de conclusiones del debate sobre el DPC de Neumología.

Arcadi Gual: El DPC es una obligación moral de todos los profesionales y una obligación ética de las corporaciones, de los colegios, de las sociedades y de la Administración. Además, el desarrollo profesional continuo y su evaluación son beneficiosos para el médico, para el paciente y para la Administración. Es lo que hoy está de moda llamar win-win. Si ganan todos, ¿por qué no lo vamos a poner en marcha? El médico gana porque tendrá el aval de que ha hecho la formación correcta, el paciente porque tendrá la mejor atención posible y la Administración porque la ciudadanía exige que la salud sea un bien público y tiene que saber que sus médicos son buenos. Mi última conclusión es que Separ ha sido una sociedad seria y rigurosa, que ha llegado despacito al final.

Inmaculada Alfageme: Tenemos un modelo de desarrollo profesional que está basado en alianzas con los colegios profesionales y con la Fundación Educación Médica, donde Separ ha puesto el contenido y se ha dejado aconsejar en todo. Esperamos que la Administración sea el próximo aliado que se incorpore. Ahora hay que hacer que el concepto cale en nuestra sociedad para que se convierta en algo habitual y normal. Es decir, igual que para ejercer te tienen que dar un título, es normal que demuestres cada cierto tiempo que has hecho algo por estar al día. La Medicina cambia y los profesionales sanitarios no podemos estar de espaldas a los avances. Creo que prácticamente todos los médicos se actualizan, pero de forma oficiosa, y es necesario hacerlo oficial.

Emilia Sánchez Chamorro: El plan de desarrollo profesional continuo de Separ nos gusta, nos parece que es un magnífico programa que converge con Europa a la par que mira cómo es la realidad de las distintas comunidades autónomas. La Comunidad de Madrid se apoyará en Separ, como no puede ser de otra manera, y estaremos expectantes y trabajando para poner en marcha los documentos aprobados por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y que sean la base para el Real Decreto que, a su vez, desarrollemos por parte de las comunidades.

Pilar de Lucas: Los neumólogos hemos entendido el desarrollo profesional continuo como un proceso formativo de mejora a lo largo de toda nuestra vida. Estamos consiguiendo que el profesional sanitario lo acepte bien porque está acostumbrado a que su trabajo se evalúe. Las primeras impresiones son positivas y creemos que va a suponer una mejora para los profesionales y, desde luego, para los pacientes. Esperamos que la Administración reconozca el esfuerzo que hemos hecho y vea que somos aliados en lo que, a fin de cuentas, es nuestro objetivo común.

Primera parte del debate sobre el DPC de Neumología.

Segunda parte del debate sobre el DPC de Neumología.



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