El pívot del Portlanld Trail Blazers,
Festus Ezeli, se someterá a una operación poco habitual en su
rodilla izquierda que requiere
injertos de un
donante fallecido y que lleva esperando desde diciembre.
La intervención fue retrasada durante varios meses por la falta de un donante que cumpliera los requisitos del jugador de baloncesto, que mide
2,11 metros y pesa unos
115 kilos, y debido a la complejidad de la operación se estima que Ezeli podría estar
un año de baja,
según publica ESPN.
Al parecer, este tipo de intervenciones no es algo nuevo en el deporte estadounidense, pues ya se le practicó una operación similar al quarterback de los Arizona Cardinals, Carson Palmer, en 2006. Palmer recibió un ligamento de un cadáver y tras la cirugía y cinco meses de rehabilitación, se incorporó a la competición.
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