La lucha sindical médica: "La vocación no debe aplastar reivindicaciones"

Las prioridades de los médicos en relación a su 'lucha laboral' han experimentado una evolución con el paso de los años. El Día Internacional del Trabajador es una fecha que trae a la mente de estos sanitarios la reivindicación de la Medicina por sus derechos laborales y los cambios que ha experimentado. ¿Son los sindicatos la mejor vía en la actualidad para lograr estos objetivos, o es un formato 'superado' que debería modificarse? En un día como este, Redacción Médica ha analizado con la profesión médica en qué punto se encuentra la lucha de la profesión médica, cómo ha cambiado en los últimos años y qué importancia tiene para los médicos más jóvenes.

Felipe Alonso Calderón Olivares, residente de cuarto año de Oftalmología. en el Hospital universitario Donostia, ha expresado su visión de la lucha médica dejando claro que ninguno de sus compañeros, ni él, "queremos ser el trabajador del mes", refiriéndose a que no van a hipotecar su vida personal por su vida profesional, ya que esta "no sucede exclusivamente en el hospital": "Nuestra profesión es maravillosa y dentro del contrato tácito que nuestra labor nos exige, debemos ser excelentes, tanto técnica, ética como humanamente. Sin embargo, la Medicina, no deja de ser un trabajo en su manera más simple: se oferta un servicio a cambio de una remuneración. Por esto mismo, no se puede seguir tirando de la línea de crédito de la vocación para seguir aplastando nuestras reivindicaciones laborales", asegura.

Un residente de cuarto año que comparte la especialidad, pero en Las Palmas de Gran Canaria, Vicent Alonso Pons, señala con respecto a los jóvenes en la Medicina que estos cada vez se desengañan más con sus condiciones laborales, con un sistema que les retrata el laboral como un espacio colaborativo "cuando, en realidad, cada uno mira a su propio ombligo, en términos generales". "Si ya no hay unión a nivel laboral, nadie quiere implicarse en la unión en la lucha obrera médica, ya que poca gente es capaz de mirar por el bien común", confiesa.

Una lucha obrera médica "más unida" antes

La lucha médica ha evolucionado con el paso de los años y Ángel López Hernanz, médico de Familia en el consultorio de Cañada Rosal en Sevilla, en el que lleva ejerciendo de forma continuada durante 35 años, es consciente de esto. "Antes, inmediatamente después de salir de la facultad, nos colegiábamos y nos afiliábamos a un sindicato, incluso antes de empezar a trabajar. La importancia de la lucha obrera era más significativa, porque nuestros derechos laborales no se respetaban. Yo he tenido que prestar mi casa alquilada en el pueblo donde trabajo a la persona que venía a sustituirme como condición para poder irme de vacaciones. He sustituido al enfermero que trabajaba conmigo para que se fuera de vacaciones, algo impensable ahora, y he estado de guardia hasta siete días de la semana", recuerda.

"El sistema sanitario no debería ser dependiente de residentes y esto en la mayoría de hospitales es una utopía muy lejos de poder ser cierta"

Por todo ello, la lucha médica obrera "ha cambiado" y sus pilares también. El facultativo insiste que antes se centraban en el salario, la seguridad laboral, las condiciones laborales, mientras que ahora se suman otras cuestiones como la carga laboral de trabajo, el número de pacientes por día, la burocracia administrativa y la conciliación de la vida laboral y familiar. Unas ideas que han aportado 'luz' a la profesión médica y que llevan a los jóvenes a aceptar "menos injusticias".

"Los médicos jóvenes tienen las ideas más claras en comparación a las que teníamos nosotros. Ellos ahora no aceptarían trabajar al día siguiente si han tenido guardia, o quedarse con un destino que no les guste. Incluso algunos pueden llegar a rechazar un trabajo por la carga que les supone sin unas condiciones adecuadas. Ellos no aceptarían ser explotados, estando o no afiliados y el hecho de que una persona renuncie porque sus condiciones no son adecuadas supone un compromiso importante con los derechos en la profesión. Es algo que no hicimos nosotros antes y por eso estamos así", asume. 

¿Cómo ha evolucionado la lucha médica?

Para Vicent, la lucha médica "fue buena durante los primeros años post covid", donde se consiguieron algunas mejoras para los médicos. "En el caso de Canarias, se lograron mejorías en la retribución de guardias, siguiendo igualmente en la parte baja de la tabla con respecto al resto del país. Los últimos dos años ha sido más ausente, centrándose más en las consolidaciones de plazas y no tanto en los residentes y, por tanto, creo que no hemos conseguido grandes avances con respecto a años anteriores", explica.

En su opinión, los pilares actuales deberían centrarse en crear más tiempo de calidad con los pacientes y centrar "de verdad" la atención en el paciente. "Hay que dejar de ver pacientes como números y verlos como personas preocupadas a las que no se les puede dedicar 10 minutos de consulta únicamente. Además, se debería reforzar el trabajo en equipo y premiar el esfuerzo y la dedicación, en lugar de centrar la carga laboral en quien está inmediatamente por debajo. Por otro lado, seguir reivindicando que el sistema sanitario no debería ser dependiente de residentes y creo que, en la mayoría de servicios hospitalarios es una utopía muy lejos de poder ser cierta", concreta.

Felipe añade que la lucha laboral actual "no debe centrarse en una mejora salarial exclusivamente", sino en mejorar las condiciones de trabajo como la presión asistencial, el número de facultativos por área, la mejora en la educación sanitaria a nivel poblacional y la creciente demanda de salud en Urgencias. "Creo que mejorando esto, habrían muchas menos plazas MIR de Medicina de Familia que quedarían desiertas, plazas que son la base de nuestro sistema de salud", asegura.

"No creo que la mayoría de los médicos nos sintamos representados por los sindicatos, se debería reforzar la implicación de manera activa del personal médico desde el propio servicio"

¿Qué papel juegan los sindicatos médicos?

Los sindicatos médicos juegan un papel importante en la consecución de estos objetivos, pero la percepción de los mismos ha variado con las nuevas generaciones de médicos. Para Ángel siguen siendo una "herramienta importante" para actuar como interlocutores con la Administración. Sin embargo, considera que se podría llevar a cabo una colaboración más estrecha entre sindicatos médicos, colegios profesionales y entre las sociedades científicas de cada especialidad, que podrían actuar como coaliciones intersectoriales.

"Estas redes profesionales, junto con la implicación al unísono de todos los médicos sin distinción de autonomías o especialidades, pueden seguir presionando a los gobiernos de forma tan potente como la importancia que tiene la salud para las personas y así logremos alcanzar el reconocimiento y la dignificación de la profesión médica como creo que se merece", comenta.

Sin embargo, la valoración de los sindicatos médicos es menos positiva entre los más jóvenes, quienes consideran que se alejan de la profesión. "Creo que los sindicatos tienen una utilidad como entidad de referencia, un nombre bajo el que poder negociar directamente con la dirección, y nada más. No creo que la mayoría de médicos nos sintamos representados por cualquiera de los sindicatos, quizás por desconocimiento o por el desinterés. Pagamos todos los meses una tasa que nos desgravará en la declaración de hacienda y leemos los mensajes puntuales a ver si nos interesa. Creo que la forma de organización debería salir desde los propios médicos y que las decisiones siguieran ese flujo 'de abajo a arriba' y no el actual, más 'de arriba abajo'. Y esto pasaría por reforzar la implicación de manera activa del personal desde el propio servicio", resume Vicent.

Felipe concluye que, personalmente, no se siente representado con los sindicatos médicos y tiende a asociarlos "de manera inconsciente" a tintes políticos. "Mi impresión es que tampoco es algo representativo para los médicos jóvenes. No obstante, sí que he oído a médicos mayores hablar de lucha sindical. Creo que cualquier organización humana debe organizarse apuntando a objetivos que representen a sus bases y no tengo claro que eso sea lo que está sucediendo ahora con la representación sindical médica", confiesa.