Aproximadamente el 10 por ciento de la población española sufre enfermedad renal crónica y más de 25.000 pacientes precisan tratamiento renal sustitutivo, de los que la mitad recibe terapia con diálisis, ya sea través de la diálisis peritoneal o de la hemodiálisis, y el resto se somete a un trasplante. Con el objetivo de analizar las bases para prescribir la diálisis peritoneal en España, cerca de una treintena de nefrólogos se han reunido en la XXI Reunión Temática ‘Cómo prescribir en el año 2016’ celebrada en La Coruña y organizada por Fresenius Medical Care.
Según explica la coordinadora del encuentro, Ana Rodríguez-Carmona, del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, “a la hora de prescribir la diálisis peritoneal a un paciente es fundamental tener en cuenta aspectos como su Función Renal Residual (FRR), su membrana peritoneal y la aplicación de un tipo de diálisis que se ajuste al estilo de vida de cada paciente”. La FRR es aquella función renal que mantienen los pacientes con insuficiencia renal crónica una vez que han sido incluidos en un programa de diálisis, por lo que su mantenimiento ha cobrado especial importancia en los últimos años. “Por ello es fundamental conocer las armas terapéuticas que ayudan a un mantenimiento de la FRR, así como las sustancias que pueden deteriorarla, como es el caso de los medios de contraste, que pueden contribuir a una reducción importante de esta función”, añade.
El estilo de vida de los pacientes también es un factor a tener en cuenta, según los nefrólogos
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El conocimiento de la membrana peritoneal del paciente es otro de los aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de prescribir este tratamiento. En este sentido, en este encuentro se han abordado las pruebas que permiten conocer cómo funciona el peritoneo. Tal y como apunta esta experta, “esto nos permite optimizar la prescripción de la diálisis teniendo en cuenta las sustancias que queremos eliminar a través de la diálisis peritoneal, como la urea, la creatinina o el fósforo y la eliminación de sodio y agua”.
El papel del paciente
La mayor parte de los hospitales españoles cuentan ya con un Programa de Información al Paciente. De hecho, en nuestro país existe legislación que obliga a los médicos a informar al paciente para que éste decida la técnica dialítica a la que desea someterse. Estos programas contienen información no solo de las técnicas de diálisis existentes (hemodiálisis y diálisis peritoneal), sino también del trasplante renal (incluido el de vivo).
“Por supuesto”, explica la doctora Rodríguez-Carmona, “los pacientes tienen capacidad de decisión, pero los nefrólogos tenemos la obligación de aconsejar la modalidad que pensamos que es más adecuada para su tratamiento”. Este aspecto conlleva que la comunicación entre el profesional y el paciente sea fluida durante todo el proceso.
Diálisis peritoneal y hemodiálisis
La diálisis peritoneal es una modalidad de tratamiento a domicilio. La eliminación de sustancias tóxicas se realiza a través de la membrana peritoneal del paciente y se puede realizar de forma manual o de manera automatizada, durante la noche, mientras el paciente duerme. El paciente solo tiene que acudir al hospital cada uno o dos meses para someterse a una revisión.
En el caso de la hemodiálisis, la sangre se depura empleando una máquina que la extrae y la filtra para devolverla al paciente. Esto obliga a que se tenga que desplazar a un hospital o centro especializado como mínimo tres veces por semana, para recibir la terapia durante cerca de cuatro horas. La inmensa mayoría de los pacientes en diálisis usan esta modalidad.
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