¿Cómo se puede explicar que la tasa de muerte por infarto en mujeres sea mayor a la de los hombres? A esta pregunta responde la catedrática de
Medicina Preventiva y Salud Pública, María Teresa Ruiz Cantero, a través de la guía para una docencia universitaria en Medicina con perspectiva de género. El objetivo de la misma es liminar
“la ceguera de género” en la docencia, la investigación y el tratamiento médico.
“La gente en general tiene la idea de que la perspectiva de género es algo ideológico, que también, pero en este caso hablamos de como en la
Medicina los estándares clínicos se crearon a partir de la pato-fisiología de los hombres; como las mujeres no muestran los mismos síntomas, en muchas ocasiones es más fácil que se les diagnostique erróneamente”, explica a
Redacción Médica, María Teresa Cantero.
En la Medicina los estándares clínicos se crearon a partir de la pato-fisiología de los hombres
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Que una mujer tenga más posibilidades de morir –por el simple hecho de ser mujer- al otorgarle un diagnóstico erróneo o tardío en pleno
Siglo XXI es difícil de comprender. Así lo reconoce la especialista que expone como según un estudio realizado en
Estados Unidos la tasa de mortalidad por infarto es mucho mayor en mujeres que en hombre, por el único hecho de que los síntomas que presentan las primeras son diferentes. Esto provoca que si no se conoce la forma en la que se expresa la enfermedad en mujeres, en muchas ocasiones es demasiado tarde para reaccionar.
Más perspectiva de género en las facultades de Medicina
La catedrática de
Medicina Preventiva y Salud Pública explica que en la actualidad ninguna
Facultad de Medicina en España tiene incorporado de forma “transversal” esta perspectiva de género, lo que provoca que “el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardíacas, y otras muchas más, siguen estando sesgados”.
En su opinión habría que “inculcar desde el deber ese tipo de conocimiento a los currículos formativos de las carreras de Medicina, pero
ya no solo en la diferenciación de patologías en el infarto, sino en todas las asignaturas”.
Este cambio de perspectiva ya se está llevando a cabo en las mejores facultades del mundo, aunque el cambio no fue fácil.
“Existen resistencias lógicas a este modelo de dar los contenidos por sexo. Pero lo que estas universidades dicen que es se tienen que obligar a su implantación. No se pueden dejar esos conocimientos a optativas que pasan desapercibidas para los estudiantes de Medicina”, subraya.
En España, la ley de igualdad "
recomienda" la inclusión de este tipo de estrategias en los programas universitarios. Por el contrario, la misma ley pero aprobada por la
Generalitat de Cataluña señala que esta perspectiva de genero
"debe" ser incluida. Como bien señala Ruiz Cantero,
“la diferencia radica en el verbo usado”.
Datos
Como ejemplo, la doctora destaca que por lo general, según datos del área de Reumatología del Hospital de Alicante, el diagnóstico en mujeres se retrasa hasta los 7 años, mientras que en los hombres se detecta a los 4 años, porque
las manifestaciones sobre la enfermedad son diferentes.
“Lo ideal sería que nadie tuviera que esperar tanto tiempo para ser diagnosticado. Ya hay suficiente evidencia científica para enseñar esa perspectiva de género en el diagnostico en las universidades y de ahí la guía que hemos publicado. La inculcación de estos conocimientos debe ser progresivo”, concluye.
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