La percepción de que existe una constante fuga de batas blancas al extranjero no termina de casar con los últimos datos ofrecidos por el
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom). Según esta organización, en 2024, de las casi 6.000 solicitudes que recibieron para obtener un certificado de idoneidad que les permitiera ejercer en el exterior, solo se terminaron
dando de baja de la colegiación 395 personas, un 21 por ciento menos que en 2023. Esto lleva a pensar a
Tomás Cobo, presidente del Cgcom, que
el mensaje extendido de una constante fuga de médicos es “erróneo”.
“En España hay 312.000 médicos colegiados, y según nuestros datos el año pasado se dieron de baja 395. La proporción es ínfima. Por lo tanto, no creo que se pueda decir que existe una fuga de médicos de nuestro país”, explica Cobo a
Redacción Médica, poniendo el acento en que
“eso no quita en que se debe de seguir trabajando para mejorar las condiciones laborales de nuestros médicos”.
Además, Cobo recuerda que el total de certificados que se solicitan pueden estar duplicados por un mismo médico, dado que si este, por ejemplo, quiere trabajar en Francia o en Alemania necesitaría en este caso dos documentos diferentes.
“También hay varios médicos que solicitan el certificado de idoneidad para trabajar de cooperante durante unos meses para luego terminar volviendo”, señala.
Las enfermeras aceleran su salida en 2025
En cambio, desde el colectivo enfermero denuncian que
padecen un goteo constante de perdida de profesionales, a raíz de la salida de centenares de ellas del país cada año. La mayoría fundamenta su decisión en la búsqueda de mejores condiciones laborales. "Las enfermeras tienen que encontrar en España la estabilidad en el plano laboral y las posibilidades de desarrollo que merecen y a las que aspiran", ha comentado el presidente del
Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, a
Redacción Médica. Una tendencia que
se espera que empeore en 2025, respecto al año anterior, según los registros provisionales del organismo colegial.
Esta hipótesis radica en
el número de peticiones de certificados de buena conducta, documento requerido para trabajar en otro país. "En estos dos primeros del mes del año estamos teniendo casi el doble de solicitudes que en 2024", ha revelado Pérez Raya. Un dato que señala que el número de enfermeras con intención de laborar fuera de nuestras fronteras podría superar ampliamente al registrado el año anterior.
"En estos primeros meses del año estamos teniendo casi el doble de solicitudes que en 2024", ha afirmado Pérez Raya
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Un escenario que se contrapone a la información presentada por el organismo colegial sobre 2024. Y es que, pese a anotarse un volumen alto de solicitudes de obtención del certificado de buena consulta, la cuantía bajo en comparación con 2023. En concreto, el año pasado
se notificaron 1.134 peticiones, frente a las 1.214 del periodo anterior, lo que se traduce en
un descenso del 6,6 por ciento.
Según el presidente del CGE, "esta bajada es coyuntural", por lo que la tendencia se mantiene y no
es extraño prever incrementos en un futuro. Es más, la intención migratoria de las enfermeras no ha parado de subir desde el final de la pandemia de coronavirus. El número de profesionales en búsqueda de la validación de su buena conducta ha avanzado un 300 por ciento entre 2021 -cuando tan solo se requirieron 288- y 2024.
Necesidad de respuesta a este aumento en Enfermería
El éxodo de las enfermeras españolas encuentra respuesta principalmente en el continente europeo. La mayoría de profesionales
recalan en países vecinos, en los que la profesión cuenta con mayor reconocimiento, las retribuciones son más altas y se posibilita la conciliación entre la vida laboral y la familiar.
El destino favorito es Noruega, seguido de Reino Unido. Francia, Suecia, Finlandia, Bélgica, Italia e Irlanda se postulan también como enclaves deseados por este perfil sanitario.
El CGE lamenta que las profesionales formadas en España
tengan que recurrir a la inmigración internacional para gozar de unas condiciones laborales aceptables. Por ello, su máximo representante ha remarcado que las sanitarias deberían "encontrar en España" las ventajas que hallan en otros países.
Pérez Raya ha enumerado
una serie de medidas que ayudarían a reducir la pérdida de talento enfermero que padece el país. Entre ellas,
el reconocimiento de la categoría A1, la creación suficiente de plazas de especialista necesarias para el Sistema Nacional de Salud (SNS) o la fijación de una ratio de pacientes para evitar sobrecargas de trabajo. "Quieren un reconocimiento real de su rol en el sistema sanitario para que no cunda la desmotivación y decidan emprender aventuras fuera del país en busca de un futuro que se les niega", ha sentenciado.
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