Por lo general, cuando se habla de médicos, la sociedad visualiza siempre al profesional que le atiende en consulta. Eclipsados por la
atención asistencial directa, quienes no tratan con pacientes quedan
relegados a segundo plano también en debates sobre el futuro de la profesión, aunque desempeñen roles críticos en la vigilancia y mejora de la calidad sanitaria. Un ejemplo de ello son los
médicos inspectores o los
investigadores. “Las personas ni se plantean que somos médicos”, explica
Vicente Larraga Rodríguez de Vera, epidemiólogo investigador de Parasitología Molecular en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CIB-CSIC).
El motivo de este ‘olvido’, se debe a que “existe un importante
desconocimiento sobre la labor de
posiciones de trabajo que no son asistenciales”, detalla
José Carlos Vicente López, inspector médico del Servicio Murciano de Salud. En su opinión, “no se valora la importancia ni la trascendencia” que tienen este tipo de trabajos, que a menudo se encuentran más “en la sombra”.
Larraga coincide con esta afirmación. “Tienen que entender que la
Medicina es una cosa más compleja de lo que parece. La visión tradicional hace que los médicos que nos dedicamos a la investigación estemos poco reconocidos”, comenta.
Falta de formación para médicos no asistenciales
Uno de los principales motivos por los que existe este “olvido” y esta
falta de reconocimiento a estas profesiones, se debe, según ambos profesionales, a que
no se fomentan estas ramas en los planes de estudios. “La formación tiene que ser de carácter médico, pero también debe contemplar aspectos, ya sea mediante seminarios o asignaturas que se centren en este tipo de salidas profesionales”, explica López. “Esto es muy importante, tanto para los gestores como para
valorar aquellas profesiones no estrictamente asistenciales”, comenta el inspector médico.
Larraga, del mismo modo, considera que si estas opciones estuviesen más presentes en los centros de estudios,
habría muchos más profesionales que las tendrían en cuenta y sería, a su vez,
más reconocidas por la sociedad. “Hay que
fomentar especialidades menos conocidas que también ponen al paciente en el fondo de la investigación, eso es muy importante.
Las cosas tienen que servir para algo, y eso es algo que aprendes cuando estudias Medicina y que luego aplicas a la hora de hacer investigación”, señala Larraga.
En su opinión, se debería realizar “una
formación más global”, además de la específica. “Tener una visión global de la enfermedad de tu paciente es esencial.
No podemos volver a la Medicina de hace 30, 40 o 50 años”, comenta el investigador. “Esto permite sintetizar mucho mejor los datos para conseguir un diagnóstico”.
Desconocimiento de las ramas médicas que no tratan pacientes
Para López, la posición de
la inspección médica es “una gran desconocida”. “A veces ni siquiera mis compañeros médicos saben cuál es mi campo de actuación. Somos responsables de la valoración, de la inspección y de la
evaluación de centros públicos y privados. Llevamos a cabo investigaciones sobre el funcionamiento de los centros para garantizar la calidad, pero también los
derechos y los deberes de los ciudadanos”, desarrolla. “Tampoco se conoce o no se valora suficientemente la labor de los inspectores en cuanto a su actuación en las
bajas por incapacidad temporal o en el visado de medicamentos para su uso correcto. Ni siquiera en todo lo que tiene que ver con la atención al sistema sanitario y al ciudadano” añade.
“Y por supuesto, existe un campo muy importante, el de las
reclamaciones patrimoniales, en las que la inspección médica, a partir de un informe técnico sanitario proporciona una
valoración neutral, objetiva, independiente e imparcial de lo que ha sucedido y garantiza que, si se ha producido un error, se esclarezca lo acontecido en el campo de cualquier actuación médica o de funcionamiento del sistema sanitario”, detalla López.
Por su parte, Larraga considera que la sociedad sí tiene consciencia de la
importancia que supone la
investigación médica, pero no distingue que este tipo de profesionales sean “médicos como tal”. “Se ha entendido muy bien en el caso de las vacunas, pero no creo que comprendan lo que es
a nivel de especialidad”, apostilla.
Una forma de acercar estas profesiones a las personas, según el investigador, sería comunicando “
para qué sirven este tipo de estudios y para qué sirven los avances que se consiguen”. “Por supuesto, el objetivo final del trabajo siempre son los pacientes”. Por su parte, el inspector considera que se deben
explicar las funciones y acciones que realizan tanto a la población como al resto de profesionales asistenciales.
¿Ver pacientes sí o no?
Una de las curiosidades que pueden surgir en torno a estos médicos, es la de si echan de menos o si les gustaría tener más
contacto directo con los pacientes en las consultas. “Una pequeña diversificación sería importante”, comenta Larraga. “Si haces clínica, te cansas, si es química también.
Es inevitable no querer dispersar un poco tu trabajo”. “A mí me gustaría ver pacientes los viernes”, bromea.
Por su parte, López considera que “cualquier médico tiene
siempre una vocación de servicio al paciente”. “Muchos de mis compañeros sí tienen esta dualidad, porque se dedican directamente a la valoración y seguimiento de personas en situación de incapacidad temporal. Otros la tienen al atender a ciudadanos desde el punto de vista del funcionamiento general del
Sistema Nacional de Salud, en este caso de los sistemas regionales”.
Desafíos de médicos no asistenciales
Los
desafíos a los que se enfrentan este tipo de médicos son diversos. El más evidente es en términos de
reconocimiento y
retribución. “Lo no asistencial se asocia a la condición de funcionariado y no con la condición de estatutarios. Esto repercute en una
menor retribución y en una carrera profesional más complicada, más difícil y sobre todo un desconocimiento social importante. Se está intentando trabajar en resolver ese tema. Pero en cualquier caso, sigue existiendo esa
situación de desequilibrio en la apreciación que tiene lo asistencial a lo no asistencial” desarrolla López.
“
La compensación siempre es mala”, sentencia Larraga. “Tanto para los investigadores como para los médicos clínicos. Todos estamos mal pagados y eso lo sabe cualquiera.
Muchos médicos se están marchando y con razón, porque en Europa se paga entre tres y cinco veces más”, sentencia el profesional.
Además, López añade que profesionales como los inspectores médicos se están quedando atrás en l
a incorporación de tecnologías como es el caso de la
Inteligencia Artificial. “Hay que abrir ese tipo de responsabilidades y funciones a todos, es lo que demanda la sociedad y
nuestro objetivo máximo es la garantía de sus derechos y sus deberes”. “Hay que hacer especial insistencia para establecer mecanismos de colaboración entre lo asistencial y lo no asistencial. Solo así habrá más agilidad y rapidez en los servicios sanitarios, además de
aumentar los niveles de calidad y seguridad”, concluye.
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