El escenario laboral que se ha impuesto en estas primeras décadas del siglo XXI “justifica”, según investigadores de
Fedea, una “ruptura con el esquema clásico que separa en dos la etapa laboral y de pensionista”. De hecho,
médicos de Familia y pediatras pueden ya acogerse a un modelo específico de
jubilación activa enfocado a paliar la escasez de profesionales en ambas áreas. Aunque aplauden la iniciativa, los economistas consideran que esta no ha de dirigirse a sectores sanitarios específicos, sino que debe ser
“generalizada a todos”. Eso sí, defienden que el hecho de alargar la trayectoria profesional “no deberían
aumentar la pensión futura”, al menos cuando se ha alcanzado el 100 por 100 de la cuantía.
“La plena compatibilidad ofrece las ventajas de una herramienta para afrontar el
futuro déficit de vacantes”, recogen en su
análisis sobre el impacto de la jubilación activa los investigadores
José Ignacio Conde-Ruiz y Jesús Lahera, quienes advierten de las consecuencias que tendrá para el tejido empresarial y los servicios públicos la oleada de retiros de la generación
‘baby boom’. “Ya lo estamos viendo en sanidad, donde la necesidad de médicos obligará de manera inmediata a abrir esta puerta”, defienden.
Esta solución pasa por que el colectivo de jubilados forme parte de la demanda de empleo, lo que tendrá “efectos positivos en el mercado de trabajo y en el equilibrio de la tasa de dependencia entre activos y pasivos”. Recientemente, el ministerio de Seguridad Social anunció su intención de avanzar por esta vía con un
plan de retiro activo durante tres años para médicos de Familia y pediatras, que podrán percibir el 75 por ciento de su jubilación si alargan su trayectoria profesional.
“Ello ya marca la tendencia del modelo que defendemos, una jubilación compatible con rentas que no debe ser selectiva sino
generalizada a todos”, recalcan en su informe los economistas de Fedea, que defienden sin embargo que estos años ‘extra’ de trabajo no deberían tener impacto sobre el ‘
tope’ de las pensiones, un nivel por el que se mueven los médicos.
"Ahorro" para el sistema sanitario público
Más allá de la compensación económica que puedan recibir los profesionales sanitarios por estirar su carrera, Fedea apunta a las virtudes de este tipo de planes para la economía y el sistema de Seguridad Social de España. En este sentido, destaca en primer lugar que el ingreso de rentas adicionales de pensionistas, por trabajo por cuenta ajena o propia, supone una mayor capacidad de ingresos fiscales. “Los
beneficios para la salud que ocasiona generalmente el envejecimiento activo suponen
ahorros al sistema público sanitario y de dependencia”, asegura.
En lo que respecta a la Seguridad Social, la plena compatibilidad entre pensión y trabajo retribuido “
fortalecen los ingresos, a través de cotizaciones de solidaridad, sin ningún sacrificio porque la persona trabajadora cobra igualmente su pensión si no puede trabajar”.
“Con la plena compatibilidad entre pensión y trabajo retribuido no solo se solucionan las disfunciones antes apuntadas del
actual modelo legal errático, sino que ganan, en definitiva, todos los actores del sistema económico y político”, concluyen.
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