No ha podido ser. Finalmente, el premio Nobel de Medicina no ha recaído en el investigador español
Francis Mojica, tal y como gran parte de la comunidad científica de España esperaba. El premio ha recaído en los investigadores
Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young por descubrir los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos.
Según la nota de prensa emitida por la
Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska,
sus descubrimientos sobre el funcionamiento del "reloj interno" explica "cómo las plantas, animales y humanos adatpan sus ritmos biológicos al movimientos de la Tierra".
El jurado ha valorado el trabajo de los investigadores que han logrado aislar el gen que controla el ritmo biológico diurno usando como
modelo la mosca de la fruta. "Han mostrado que este gen codifica una proteína que se acumula durante la noche y se degrada durante el día", señala el comunicado.
"Este reloj regula funciones críticas como el comportamiento, los niveles hormonales, el sueño,
la temperatura corporal y el metabolismo", señala, y apunta como ejemplo de desajuste de este reloj biológico interno la experiencia del
jet lag. Además, apunta a que "
el desorden crónico entre el estilo de vida y el ritmo que marca este reloj se asocia a un incremento del riesgo de enfermedades".
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.