El nuevo plan de jubilación activa con el que el Gobierno pretende paliar la carencia de médicos de
Familia y de Pediatría permitirá a los profesionales que prolonguen voluntariamente su carrera profesional contar con un ligero
incremento del sueldo, a pesar de trabajarán únicamente la mitad del tiempo. Los cálculos realizados por el Centro de Estudios del Sindicato Médico Andaluz (SMA) han situado la mejora retributiva en un volumen cercano a los
2.000 euros brutos anuales durante los
3 años que los facultativos podrán compaginar su media jornada con la correspondiente pensión.
El proyecto de
José Luis Escrivá permitirá a los médicos de estas dos especialidades
reducir hasta un 50 por ciento su carga de trabajo mientras perciben el 75 por ciento de la retribución que tienen asignada como pensión. Las cifras ofrecidas a
Redacción Médica por la organización sindical han cifrado el sueldo medio de los médicos de estas dos especialidades en el ocaso de su carrera en
55.000 euros brutos anuales, aunque la horquilla varía en función de cada comunidad autónoma o de la carrera profesional. Por lo tanto, por la vía laboral seguirían recibiendo
27.500 euros.
A esta suma habría que añadir la parte correspondiente de la pensión de jubilación. Teniendo en cuenta que la práctica totalidad de los médicos percibe la
pensión máxima de 39.468 euros cuando se retira, la corresponderían más de
29.600 al aplicar el porcentaje del 75 por ciento. La suma de la nómina reducida y de la prestación por jubilación elevaría el monto definitivo por encima de los 57.100 euros anuales. Una cifra que todavía crecerá más cuando el Gobierno materialice
la subida de la pensión máxima el próximo año.
“Cobrarán más o menos lo mismo pero harán una media jornada.
Es una medida muy positiva porque es voluntaria”, ha estimado el coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico Andaluz,
Vicente Matas, en conversación con este periódico.
El miembro de la organización sindical ha reclamado en todo caso que la puesta en marcha del plan venga acompañado de
medidas para garantizar que los médicos realmente reducen a la mitad su jornada laboral, en vez de asumir el
mismo volumen de pacientes en menos tiempo. Mientras, la duda sigue instalada en cómo van a organizar las plantillas los servicios de salud que podrían mantener a los médicos jubilados parcialmente con una reducción de horas o concentrarlos en
momentos clave del año con mayores picos de trabajo.
“Es una forma de no pasar de una actividad frenética a que el día siguiente estés sin ningún tipo de actividad. Para muchos médicos que han estado años les supone un problema adaptarse.
Sería una forma de transitar hacia la jubilación paulatinamente”, ha valorado Matas.
Doble pagador en la declaración de la Renta
Aunque la medida resultará beneficiosa en términos económicos, el Sindicato Médico Andaluz ha advertido sobre un factor adicional que tendrán que tener en cuenta los facultativos que se acojan a la jubilación parcial. A partir de ese momento tendrán oficialmente
dos pagadores, por lo que lo más probable es que la
declaración de la Renta les salga a pagar al finalizar el año fiscal para ajustar los porcentajes reducidos que habrán cotizado por ambas partes. Actualmente un médico que todavía está en activo puede llegar a abonar hasta el 25 por ciento a Hacienda, mientras que un jubilado aporta cerca del 21 por ciento, según las cifras de la organización.
Para solventar este sobrecoste al final del año, Matas ha propuesto dos soluciones. O bien los médicos piden a la Seguridad Social que
eleve su porcentaje de cotización para evitar tener que pagar a final de año, o preparan un
“colchón” económico para hacer frente al desembolso que les llegará una vez que tramiten la declaración.
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