Los
médicos lo tienen claro. La
seguridad del entorno clínico exige un
control de las horas que realiza un profesional sanitario, sobre todo durante las
guardias, convertidas en fuente de
estrés y agotamiento al pasar
24 horas seguidas trabajando sin descanso. Es por ello, que la profesión exige un
cambio de paradigma que modifique dicho modelo y rebaje dichos turnos extraordinarios al 5
0 por ciento.
Así, fijan un
límite máximo de 12 horas sin que se vea comprometida la seguridad clínica. Especialmente en ámbitos de alta presión como puede ser la interveción quirúrgica. Más allá de fijar un tope, "lo que es necesario es apelar a la
responsabilidad general y sobre todo de la Administración", aclara Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC).
Las
guardias de 24 horas suponen, por tanto,
un problema de base. Aunque depende de la especialidad desarrollada y la carga de presión esencial aparejada, los médicos no ven adecuado, "por sentido común, que
alguien esté más de 12 horas seguidas en un quirófano". A partir de determinadas horas, indica Cobo, las
capacidades de los profesionales puede que "no sean las adecuadas" y por tanto aumente el riesgo de cometer fallos.
El colectivo pide, no solo trabajar en conjunto en esta dirección, sino hacerlo de forma global. Más que mirar el área de ejercicio, pública o privada, lo que hay que hacer, según Cobo,
"es poner al profesional en el centro". "Esté donde esté trabajando no es adecuado que ningún profesional pase más de 12 horas en un entorno quirúrgico", detalla Cobo, subrayando el objetivo final, como es la
atención del paciente. "Da igual que sea público o privado, la persona no deja de ser una persona", añade.
Aumento del personal para duplicar servicios
Desde la OMC, insisten en la necesidad de un
progresivo cambio en el número de horas fijadas para las guardias médicas. "Es algo que ya hemos venido luchando", asegura Cobo, en alusión a las mejoras conseguidas estos últimos años y la reducción de jornada frente a las 72 horas o incluso 4 días seguidos que pasaban los profesionales de guardia. En este sentido, consideran fundamental hacer un
traslado paulatino del régimen de guardias al régimen de turnos.
Una vez fijado el límite de 24 horas, con
descanso y libranza al día siguiente, los médicos abogan por ir "un paso más allá" y apelar al
control máximo de jornada, sobre todo en entornos donde la presión aisstencial es elevada. "Que no haya turnos de más de doce horas", reitera el especialista en Anestesiología y Reanimación, a favor de restringir los periodos de trabajo "con tantas horas seguidas en cuanto al tiempo que no tienen que estar en el hospital".
No obstante, llevarlo a la práctica encontraría ciertos escollos dentro del Sistema Nacional de Salud, ya que conllevaría la
duplicación de servicios en muchas ocasiones. Esto a su vez, requeriría un
aumento de los recursos humanos disponibles y el establecimiento de periodos de descanso "adecuados" para todo el personal.
Como soporte adicional, Cobo propone la creación de un
Libro Blanco o Protocolo de Buenas Prácticas, en el que se indique de forma explícita que "a partir de un número de horas, por seguridad, no es adecuado que uno siga en un entorno de alta presión asistencial".
Como ejemplo señala el caso de los
pilotos transoceánicos, obligado a descansar durante 3 días cuando realiza un vuelo de más de 12 horas o los
camioneros, con un tacógrafo que limita el número de horas al volante. "Lo ideal es que se trasladara a la actividad asistencial", expone.
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