Las nuevas tecnologías y el cambio que sus avances suscitan y suscitarán en todo el
Sistema Nacional de Salud (SNS) traerá consigo una
actualización del lenguaje utilizado en la sanidad española. Y es que, con las continuas irrupciones de los avances tecnológicos, así como con sus planes de implementación en el SNS, los profesionales sanitarios deberán adquirir nuevos conocimientos y
nuevo vocabulario para trabajar en su día a día, según cuentan desde el sector, aunque recalcan que el
lenguaje técnico utilizado en el mundo sanitario 'salvaguarda' la buena comunicación y el entendimiento entre médicos más jóvenes y mayores.
“En nuestro
lenguaje sigue habiendo cambios cuando aparecen nuevas clasificaciones de nuevas enfermedades o cuando se descubren nuevos anticuerpos. Poco a poco el lenguaje se irá enriqueciendo, pero seguirá quedando bastante igual del actual.
No habrá un gran cambio en la forma de contar un caso clínico, o no debería. Pero, si hay algún cambio, será, sobre todo, por los
avances tecnológicos, que son brutales y cada vez lo serán más”, argumenta a este diario
Pablo Delgado, miembro de la Asociación MIR.
Sin la llegada de ‘nuevas olas’ tecnológicas que
actualicen el vocabulario médico, el lenguaje utilizado tanto por
residentes como sanitarios veteranos seguirá siendo el mismo, sin distinción generacional alguna. Por lo tanto, y por el momento, no cabe
revolución lingüística alguna en el Sistema Nacional de Salud. “Tenemos que cuidar muchísimo nuestro vocabulario. No podemos meter neologismos ni palabras nuevas”, recalca Delgado, recordando que a lo largo de los años el lenguaje médico “básicamente no ha cambiado”.
"No sería posible que las nuevas generaciones nos expresásemos diferente a los médicos veternos en la elaboración de un informe, por ejemplo"
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Además, el residente resalta que en la
actividad asistencial los sanitarios deben acatar una manera de expresarse “sistémica”, que no da pie a interpretaciones más allá de la mecánica médica. “En la forma de hablar en Medicina, tanto entre residentes o entre adultos, creo sinceramente que no tenemos mucha variación, porque al final
los casos siempre son los mismos y la forma de escribir una exploración o una anamnesis siempre tiene que ser sistemática y bastante similar entre todos. Por lo que no sería posible que las nuevas generaciones nos expresásemos de una manera diferente cuando escribimos una
historia clínica en comparación con los médicos que llevan más años trabajando”, explica Delgado.
Si se llegara a esa forma dispar de expresarse, el residente asegura que habría un “sesgo” claro en el
lenguaje sanitario, ya que “daría lugar a
confusiones”. “Siempre se van a utilizar, con total seguridad, casi los mismos términos”, asegura el residente.
Influencia anglosajona en el vocabulario del SNS
Por otro lado, el miembro de la
Asociación MIR rechaza que el Sistema Nacional de Salud esté influenciado por las palabras que desde
Latinoamérica puedan llegar, bien por la
inmigración que pueda haber de sanitarios extracomunitarios o por la consolidación de culturas musicales y de estilo de vida que vienen del otro lado del charco. “Nuestro lenguaje suele enriquecerse más con las
guías de práctica clínica europeas, así como de las de
América del Norte, que tienen una
influencia bastante grande a la hora de incorporar
nuevos conceptos en el SNS”, relata.
Y es que la mayoría de las palabras llegan al sistema sanitario español desde los
países más anglosajones, pues el inglés es el idioma con el que se escriben esos protocolos y con el que se “nutre” el Sistema Nacional de Salud. “No creo que haya ningún tipo de influencia Latinoamericana, y si la hay es muy pequeña”, remarca Delgado.
En relación al salto generacional existente entre profesionales sanitarios más jóvenes y más veteranos, el residente ‘rompe’ una lanza a favor de los mayores, que son, a su parecer, los
modelos que los MIR deben seguir: “No creo que los médicos mayores se estén quedando atrás (en cuanto al lenguaje).
Son los que más se actualizan, los que más estudian y los que más conocen de la Medicina en su conjunto. Tienen una visión de mucha más experiencia y un
vocabulario mucho más rico que el nuestro, que el de los residentes”.
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