La reducción del calibre de los instrumentos para acceder al riñón y eliminar los cálculos se postula como el principal avance de la Endourología, según ha quedado de manifiesto en el Curso de Actualización y Perfeccionamiento en la especialidad celebrado en el Hospital La Fe de Valencia.
Alberto Budía, con quien ha conversado Redacción Médica, ha puesto el acento en “la importancia de la formación de los profesionales sanitarios” fortalecida con la quinta edición de este curso monográfico.
La miniaturización en la cirugía percutánea, la utilización del sistema Spies para aumentar el rendimiento diagnóstico de los tumores endoteliales, y la versatilidad de la ureteroscopia flexible para el tratamiento de diferentes patologías han centrado los principales asuntos del foro, según ha explicado.
“Una de las técnicas que hacemos en el curso es la nefrolitotomía percutánea, en la que el principal asunto tratado es la miniaturización de los calibres del acceso”, ha añadido.
Esta reducción del acceso supone menor sangrado y, por lo tanto, menor iatrogenia o daño médico involuntario al hacer la intervención, según ha explicado, además de una recuperación del paciente “mucho más rápida”.
Por otra parte, en el curso también se analizó la cirugía laparoscópica como una técnica más en el tratamiento de la litiasis. Pero más que centrarse en novedades al respecto, se describió la técnica y la combinación de la técnica laparoscópica y endourológica en determinados casos. “Una vez más, nos hemos concentrado en reducir el calibre de los puertos”, ha matizado.
Por último, la tecnología láser Holmium también ha tenido cabida en el foro como técnica de fragmentación gold estándar. “Desde entonces han mejorado mucho los dispositivos y se han desarrollado tecnológicamente ofreciendo la posibilidad de utilizar pulsos de diferente longitud y cada vez de mayor potencia”, ha añadido.
Uso del ureteroscopio para detectar tumores
“Recomendamos el ureteroscopio digital en especial para el diagnóstico y tratamiento de tumores endoteliales debido a la gran calidad de imagen que aporta, que permite diferenciar con gran precisión entre el tejido sano y el anómalo”, ha reseñado Budía.
De acuerdo con este especialista se aplica, habitualmente, en pacientes que debutan con un sangrado en orina “o bien con citología anormal que requieren, como siguiente paso diagnóstico, bien la urografía, o bien el TAC [tomografía axial computerizada] de urografía de tres fases; si en éste hay sospecha o detección de un tumor, entonces realizamos una ureterorrenoscopia diagnóstica con biopsia y ablación del tumor con láser.
“La superioridad de la calidad de la imagen de los ureteroscopios digitales respecto a los de visión analógica explica que recurramos a este dispositivo, ya que permite detectar pequeños implantes tumorales e incluso anomalías de la vascularización que, de otro modo, tal vez pasen inadvertidos”, ha incidido. “En cambio, para tratar una litiasis, normalmente la calidad de imagen que se necesita no es tan amplia”, confirma.
En cuanto al curso, Budía ha señalado que en él se han dado a conocer todas las técnicas endourológicas hoy en día disponibles tanto para el tratamiento de la litiasis como de los tumores endoteliales.
“Utilizamos, en este sentido, tanto la ureteroscopia como el acceso percutáneo quirúrgico; como novedad este año, hemos incorporado el Spies, un sistema de imagen que aprovecha los espectros de la luz para aumentar o resaltar las lesiones de la mucosa endotelial”, ha añadido.
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