La
Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (Fpsomc), entidad que representa la acción solidaria de todo el colectivo médico a nivel estatal, con motivo del día internacional de las personas con discapacidad, que se celebra el 3 de diciembre, reafirma su compromiso con este colectivo al que destina casi la mitad de sus ayudas.
En los últimos diez años la Fpsomc ha gestionado 3378 prestaciones de dependencia y discapacidad. Solo en 2023 cerca de 230 personas han recibido estas
ayudas dirigidas a paliar la insuficiencia de recursos económicos necesarios para atender las necesidades básicas de vida del beneficiario en situación de discapacidad y garantizar una vida digna.
"Uno de nuestros ejes de actuación desde la Fundación para la Protección Social de la OMC es proteger y mejorar la calidad de vida de nuestros
compañeros y compañeras con discapacidad. Unas ayudas que cada año intentamos que se adapten de la mejor manera a sus necesidades reales para hacerles la vida más fácil", asegura Tomás Cobo, presidente de la Ffsocm.
Concretamente, en 2023, dentro de este bloque de ayudas destacan
ayudas destinadas a la Atención en el Domicilio (SAD), de centros residenciales y de tratamientos especiales de 6 a 21 años.
Asimismo, dentro del Catálogo de Prestaciones de la Fundación se puede encontrar un bloque de ayudas, tanto para los propios médicos como para sus familias, dedicadas a la adquisición de servicios para
"Atención a la Dependencia-Discapacidad", como el Servicio de Teleasistencia domiciliaria; Servicio de Atención en el Domicilio; Centro de Día/Noche; Respiro del cuidador, Centros residenciales; Tratamientos de Atención Temprana (0-6 años); Tratamientos especiales (6-21 años); y Prestaciones para la Autonomía Personal en el Hogar: adaptación de la vivienda, productos para el cuidado personal, adaptación del vehículo particular y adquisición del vehículo particular adaptado.
Impacto 'real' para los médicos con discapacidad
Miguel de Lucio Delgado, médico de emergencias en la UVI 112 de Medina de Pomar y colegiado en Burgos, tras un accidente de tráfico frontal, estuvo 50 minutos sin oxígeno y tuvo que reaprender a vivir. Por el daño cerebral
tuvo que dejar de ser lo que más le gustaba: médico de emergencias, y ahora, estudia Psicología, camina, hace rehabilitación y acude a la biblioteca todos los días. Un camino difícil que ha hecho de la mano de la Fpsocm recibiendo una de sus ayudas para personas con discapacidad.
"Pensaban que mi cerebro no aguantaría y sobreviví, que no iba a volver a hablar, y hablé, y que no iba a volver a andar y ahora camino, conduzco, nado…”, cuenta De Lucio quien explica que hace
rehabilitación todos los días. Asimismo, va al gimnasio por la mañana, se baña en el mar y por las tardes va a la biblioteca a estudiar.
"De la noche a la mañana aquello de ser médico se acabó y tuve que reinventarme. Pero
gracias a la Fpsocm y a su ayuda, he podido mantener la vida que hoy sigo llevando", explicó que tras el accidente Lola, técnica del Colegio de Médicos de Burgos, le gestionó las ayudas que la Fundación dispone para personas con discapacidad.
Desde ese momento, "la FPSOMC se convirtió en un faro de esperanza para mí y mi familia" explica De Lucio. La fundación es una entidad que a lo largo de la historia ha marcado la diferencia en la vida de muchos médicos y sus familias que enfrentan situaciones de discapacidad como las de De Lucio. "He podido beneficiarme de una ayuda que nunca pensé que necesitaría".
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