Aunque pueda parecer algo muy extraño e inusual, en Austria y Alemania ir al hospital a escalar es cada vez más habitual. Ambos países fomentan la escalada con fines terapéuticos para la salud mental. Así, es fácil encontrarse con un rocódromo para pacientes en algunos de los centro sanitarios austríacos o alemanes. El hospital clínico de Memmingen (Alemania), es uno de ellos.
Un reciente estudio de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, y de la Universidad de Erlanger-Nuremberg, en Alemania, midió el impacto que tiene la práctica que esta modalidad deportiva puede tener en el tratamiento de la depresión. Los investigadores percibieron una mejora significativa en el nivel de depresión de los participantes, pasando de un grado de severidad moderado a uno leve.
"Te obliga a centrarte en el momento presente. No le permite a tu mente pensar en las cosas que te están pasando en la vida, tienes que concentrarte en no caer", aseguró Eva María Stelzer, directora del estudio. El ejercicio es beneficioso para la salud mental pero, la escalada, tiene características que según sus propulsores la hacen especialmente recomendable para fines terapéuticos. Además, se trata de un tipo de escalada baja o media para el que no hacen falta ni cuerdas ni arnés. Tan solo es necesaria la concentración de los pacientes para que todo sea óptimo.
Esta clase de actividades son muy buenas para motivar a los pacientes porque como destaca el psicoterapeuta del Instituto de Escalada Terapéutica de Thalgau, Alexis Zajetz: "dos segundos después de empezar ya tienes tu primera sensación de éxito solo con dar el primer paso". (según dijo en declaraciones a la página web sobre escalada UKClimbing)
Zajetz resalta entre sus efectos positivos que los pacientes se encuentran tan cómodos, precisamente porque no la identifican como una terapia, que prefieren este clase de ejercicios a sentarse en una mesa y hablar.
Rumbo al éxito
"En escalada, el fracaso es el camino hacia el progreso", asegura Jake McManus, un británico al que este deporte le cambió la vida. En 2012, vivía dependiente de una medicación fuerte para tratar su depresión psicótica severa, que padecía desde la niñez, y que a veces le impedía salir de casa.
Y la escalada lo sacó de ese estado. "Cuando estás escalando estás centrado en el momento, totalmente presente en lo que estás haciendo y tu mente está libre de otros pensamientos. Es una vía de escape maravillosa", resalta McManus.
El servicio nacional de salud pública de Reino Unido, el NHS, destaca entre los beneficios de este tipo de actividades para la salud física y mental la resolución de problemas, la tendencia natural a fijarse desafíos y nuevos retos, la sensación de logro y la interacción social.
"Ponerte objetivos y cumplirlos te da una gran sensación de éxito, que puede darle un empujón a la autoestima en las actividades cotidianas". Stelzer se encuentra trabajando ahora en la creación de una guía para un programa de ocho semanas en el que se integra la psicoterapia en grupo con la escalada a baja altura.
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