La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom), ha hecho público su quinto Informe, en este caso sobre tabaco y Covid-19, en el que reclama a los poderes públicos que fomenten los cambios necesarios para avanzar en las políticas antitabaco, como parte del impulso para crear una nueva normalidad que defienda a la población de la pandemia.
En el trabajo, en el que han participado la
Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), se comenta que los fumadores tienen un mayor riesgo, no solo de
contraer la Covid-19, sino de tener un peor pronóstico en caso de contagiarse y reclama más avances en las políticas antitabaco.
Además, se pone de manifiesto que el consumo de tabaco aumenta la probabilidad de contagio de Covid-19, tanto por el humo exhalado, como por la manipulación, ya que fumar o vapear aumenta el contacto mano-boca, y con la mascarilla, así como señala que
las pipas de agua incrementan el riesgo por el contacto con boquillas, la proximidad y la difícil limpieza.
Se propone equiparar al alza la fiscalidad de todos los productos del tabaco
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Para ello propone equiparar al alza la fiscalidad de todos los productos del tabaco y los que contienen nicotina, de forma que resulte en una subida generalizada de precios, así como ampliar los espacios sin humo (playas, piscinas, vehículos privados, recintos deportivos, terrazas al aire libre y en general lugares donde haya menores).
También aboga por establecer el empaquetado genérico que no reserva ningún hueco a la imagen de la marca; realizar campañas periódicas a la población; proteger a los jóvenes y adolescentes de la manipulación de la industria tabacalera y prestar ayuda
al paciente fumador facilitándole los tratamientos cognitivo-conductuales y farmacológicos para dejar de fumar.
Además, el documento subraya la importancia de proteger el medioambiente, para lo que recomienda no consumir tabaco ni vapear en espacios públicos abiertos, aunque esté permitido por la ley; y recuerda que la reducción del consumo de tabaco protege al fumador, y
la disminución de la prevalencia poblacional libera al sistema sanitario de cargas asistenciales.
Del mismo modo, alerta sobre la situación del personal de hostelería y restauración que asume nuevos riesgos con la proliferación de terrazas donde se fuma, y con la retirada y limpieza de ceniceros. "En el momento actual cualquier riesgo sanitario está directamente vinculado con un riesgo de la economía del país, se trata de una estrategia de
prevención comunitaria y social con un objetivo de bien social", zanja el documento.
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