Finales de
noviembre es una fecha clave para evitar el
colapso del sistema sanitario. Ya lo advirtió
Fernando Simón de que, al ritmo de crecimiento de la segunda ola de la
pandemia,
las UCI estarían saturadas en menos de un mes. Ahora, los intensivistas corroboran sus palabras.
“El efecto de las medidas [tomadas por las administraciones] solo se ve tras dos semanas en las UCI y la inercia actual no permite ver una fecha diferente”, explican desde la
Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias, Semicyuc.
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Hay un factor a tener en cuenta en esta previsión: la gripe, “la cual siempre ha sido complicada históricamente en las Unidades de Cuidados Intensivos”. Aunque este año
el comportamiento de la gripe es una incógnita y muchos piensan que habrá menos
incidencia gracias a las medidas preventivas contra el coronavirus, “no hay que olvidar que la principal complicación de la gripe es respiratoria (más del 90 por ciento), con cuadros que van desde bronquitis hasta neumonías más o menos severas, por lo que las UCI deben estar preparadas para dar un tratamiento de soporte y, en muchos casos, una respiración artificial”.
El porcentaje de ingresados es muy variable entre hospitales “pero
la presencia de pacientes Covid-19 en las UCI supera el 25 por ciento en todas las unidades”, subrayan los intensivistas, “y puede llegar a superar el 75 por ciento en algunas de ellas”. No obstante, remarcan que la situación “es muy heterogénea por hospitales”.
Previsión de necesidades de UCI por comunidades autónomas
En su documento sobre la
desescalada y las medidas de contingencia para hacer frente a la (por aquel momento, hipotética) segunda ola, la Semicyuc ya establecía una necesidad de camas de UCI en cada comunidad autónoma calculando el déficit que había habido en la primera ola y los niveles de ocupación de estas unidades por pacientes Covid.
Por ejemplo,
la Comunidad de Madrid tiene 494 pacientes Covid en UCI. En el escenario más optimista y con el 25 por ciento de las UCI ocupadas por pacientes no Covid, necesitaría 621 (en Madrid hay 653 camas UCI estables según la Semicyuc en un registro de 2011).
La llegada de la gripe puede aumentar el número de ingresados en Cuidados Intensivos, lo que elevaría la necesidad a 784 camas en ese escenario optimista para pacientes Covid.
En un escenario medio harían falta 1.242 camas y, en el más pesimista, 1.854.
¿Qué hacer cuando colapsen las UCI?
“Las UCI colapsadas son las que obligan a habilitar camas por encima de las que tiene el Servicio de Medicina Intensiva de manera habitual, lo cual se hace con las camas de otras unidades afines, como la de reanimación o la de los quirófanos, si la actividad asistencial de estos se ha reducido o cancelado”, explican desde Intensiva.
La Semicyuc incide en que este tipo de elasticidades en hospitales, ya vividas en la primera ola, deben estar acompañadas de
planes para asegurar la asistencia por intensivistas o equipos multidisciplinares liderados por ellos, y que junto con la sociedad de Enfermería Intensiva (Seeiuc) lidera en España el
proyecto C-19 Space de la Comisión Europa, para formar durante tres meses a médicos y enfermeras de otras especialidades.
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