"Un radiólogo que interpreta un TAC a 600 kilómetros me parece un fiasco"

La telemedicina ha llegado para quedarse, junto con el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en consulta médica. Las tecnologías están en el día a día de los pacientes, que usan las aplicaciones móviles para pedir cita con un especialista o, incluso, preguntan dudas médicas a IAs como ChatGPT antes de acudir al centro de salud. El autodiagnóstico a través de estas herramientas puede ser algo problemático, ya que pueden proporcionar una lectura errónea de los datos proporcionados por el paciente. En muchos casos, los médicos sénior son el exponente del rechazo a estas nuevas herramientas: “Yo la inteligencia artificial no la utilizo ni en la consulta ni para la cirugía. La telemedicina no me gusta mucho, no me agrada”, afirma a Redacción Médica Ignacio García Forcada, médico especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica de 65 años.

El facultativo ha sido jefe del servicio de Traumatología del Hospital Juan XXIII de Tarragona y en el momento presente, tras su jubilación de la sanidad pública el año pasado, solo trabaja en un centro privado. “Para mí, un radiólogo que interpreta unas imágenes de TAC sin tener información del paciente, a 600 kilómetros de donde está haciendo la prueba, me parece un fiasco. No me gusta absolutamente nada”, sostiene el traumatólogo al respecto.

Una ventaja de la Inteligencia Artificial en Medicina

Aunque García Forcada incide en que estas técnicas no son de su agrado, admite que la inteligencia artificial puede ser beneficiosa para según qué procedimientos, siempre supervisados por un especialista: “Lo que sí que es muy útil es lo que se llama la navegación quirúrgica, que es el uso del ordenador para la operación, para la cirugía. Y eso a mí me parece un gran avance en la Medicina”, sostiene. Aún así, el médico lo tiene claro, los pacientes mejor cara a cara: “De vez en cuando sí que me comunico por correo electrónico con mis pacientes, pero sé que necesito, en la más mínima medida, ver al paciente. Lo tengo que tener delante”, explica.

La diferencia entre los médicos sénior y las nuevas generaciones de facultativos en este sentido es que los primeros han desarrollado una profesión a lo largo de los años sin hacer uso de estas tecnologías, mientras que los segundos están mucho más adaptados. Aún así, el especialista afirma que desde los colegios médicos les dan la oportunidad de aprender sobre IA y telemedicina, aunque, para él, no son una opción y quiere seguir desarrollando su trabajo como lo ha hecho siempre.