A Elena Martín las 24 horas del día se le quedan cortas. Considerada una de las mayores expertas en la cirugía de páncreas del país, esta facultativa compagina su labor asistencial como
jefa del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Universitario de La Princesa, con la de
docente en la Universidad Autónoma y responsable de la
formación de los MIR.
A golpe de bisturí, y desde su faceta como
presidenta de la Asociación Española de Cirujanos espera sentar precedentes clínicos en el abordaje del cáncer de páncreas y sociales en el
liderazgo femenino como pionera al frente del colectivo de cirujanos en España. Así lo desarrolla en esta entrevista realizada para el pódcast
Líderes Sanitarias.
Setenta años han tenido que pasar para que la presidencia de la Asociación Española de Cirujanos llevara el nombre y apellidos de una mujer, los suyos en concreto. Como primera mujer en dirigir esta institución médica científica, ¿cómo cree que influye este tipo de nombramientos a la hora de acabar con esos techos de cristal?
Siempre he tenido el valor de ser cirujano como el tope de lo que es nuestra profesión. Siempre dicen "Bueno, es que no ha habido mujeres, no hemos tenido a lo largo de todo este tiempo mujeres líderes". Es verdad que poco a poco nos hemos ido metiendo en la Cirugía. Ahora somos muchas más mujeres. Entre la gente joven, hay un 60 por ciento de mujeres junior, frente a un 40 por ciento de hombres. Eso se invierte en los médicos adjuntos senior. Poco a poco nos hemos ido introduciendo pero es verdad que nunca ha habido una mujer como presidenta de la Asociación Española de Cirujanos. Yo creo que el ver, el vislumbrar desde el punto de vista de todas las mujeres, que hay una presidenta, pues es importante. Es importante desde el punto de vista de dirección, de líder de una sociedad científica. Hemos tenido siempre unos estereotipos y yo creo que, en este momento, el que haya mujeres liderando, como en otras partes de la sociedad o en otro tipo de trabajos -en Cirugía, por ejemplo, que nunca lo ha habido-, creo que es un hito bastante importante. A mí, muchas veces, no me parece tan importante como creo que realmente es. Sí que me ha apoyado mucha gente. El equipo que tenemos ahora dentro de la Junta Directiva nos apoyaban más a que nos presentáramos y a poder representar a la mujer también en Cirugía, que yo misma muchas veces.
Teniendo en cuenta esa importancia del liderazgo femenino a la que hace referencia, ¿qué cree que puede aportar su perfil como mujer a la hora de llevar la batuta en esta institución médica?
Nosotros en lo que nos basamos es en la ilusión, en el trabajo, en el poder cambiar algunos aspectos. Yo creo que en este caso, que haya mujeres líderes sirve de modelo a las más jóvenes, a la gente. A lo mejor, no todo el mundo quiere llegar a unos puestos de responsabilidad y cada uno tiene que tener su papel dentro de su trabajo. Pero pienso que el tener una mujer que tenga una responsabilidad o un liderazgo en cualquiera de estos aspectos, es importante para que podamos defender nuestra posturacomo líderes dentro de la sociedad, dentro de la comunidad quirúrgica en este caso y que podamos desarrollarnos desde todos los puntos de vista. Y este es un punto de vista importante, ya que no hemos tenido formación para ser líderes. Probablemente tampoco se ha puesto mucho hincapié en esto. Y para ser líder o para dirigir a la gente es importante que tengamos una formación. En este caso, tener una mujer o una serie de mujeres, como ocurre ahora dentro de la de la asociación, hace que las generaciones que vienen nos vean como potencial para poder hacer, igual que ha sido a lo largo de los años el puesto del hombre. Creo que es importante para poder desarrollarnos y para poder desarrollar a esta gente joven que quiere también liderar y que quiere seguir adelante.
Es decir, asentar ciertos referentes, ¿no?
Exactamente. Yo creo que tener como tutores o una persona que en la que se puedan fijar es importante.
O sea que, en su opinión, sí que se debería apostar por una formación para conseguir que avancemos en liderazgo femenino...
Yo creo que sí. Porque si vas luchando, vas abriendo caminos, evidentemente, pero sí que lo echo de menos. Eso ya desde mi punto de vista personal. En general, probablemente sirva para todo el mundo. Si tú tienes una formación o un "Mira, hay que hacerlo así, esto lo puede hacer todo el mundo", tú estás viendo cómo te puedes basar en alguien. En alguien que ves cómo ha desarrollado su carrera profesional, su puesto desde el liderazgo. Y tienes además una formación para liderar personas, para gestionar emociones. Si eso lo tienes desde el principio, no cuando tienes 50 años... Aunque probablemente también es bueno. Yo siempre me apunto a todas esta serie de cosas porque muchas veces viene bien, a pesar de que tenga ya ya experiencia como jefa de Servicio. Yo creo que es importante desde el primer momento. En el MIR, en la residencia o cuando empiezas de adjunto joven. Ya vas viendo cómo hay gente que van a querer, probablemente, liderar a un grupo de gente y hay otras personas que no. Pero probablemente hay que fijarse u ofrecer formación, no teórica, sino algo un poco dinámico en la que podamos apoyarnos las mujeres para ocupar puestos. Y eso nos va a beneficiar a todos en el futuro.
Hablaba de esa feminización progresiva en cuanto a su especialidad, la especialidad de Cirugía. ¿Considera que se puede empezar a hablar de igualdad en cuanto a cargos de responsabilidad en estos puestos intermedios, como puede ser una jefatura de Servicio?
Cada vez hay más jefas de servicio, no hay todavía igual que hombres, pero bueno, se va accediendo. Yo creo que poco a poco estamos consiguiendo. Claro, la Cirugía ha sido siempre más un mundo de hombres. Es verdad que yo intento hacer una especie de encuestas a mis cirujanas o cuando voy a otros países, preguntarles cómo se encuentran y tal, porque creo que es importante que sepamos de dónde partimos para ver cuánto hay. Muchas veces no se sabe cuántas jefas de sección hay o cuántas jefaturas de servicio. Tienes que tener una estadística clara para saber de dónde partimos. Yo creo que poco a poco sí que va habiendo más. Yo no diría igualdad, que todavía no estamos al 50 por ciento. Pero bueno, a lo mejor tiene que ser ahora así, como es. Probablemente tienen que acceder ahora mismo la gente que realmente pueda y sea válida. Poco a poco sí que vamos teniendo más, aunque todavía somos rareza en algunas partes, pero creo que que probablemente cpn tiempo vayamos consiguiéndolo.
Al recibir el Premio Sanitarias en 2021, hablaba precisamente de la confianza que deben tener las mujeres a la hora de asumir estos cargos de alta responsabilidad. ¿Es uno de los ingredientes que falta? ¿La confianza?
Pues sí, es lo que comentábamos antes del papel del referente femenino, del tener formación y también tener confianza, probablemente. Somos capaces de poder liderar un equipo de personas, un equipo de cirujanos. Ha habido algunas adjuntas que me han preguntado que cómo yo he conseguido esto. Yo lo hice igual. Cuando estuve en Estados Unidos, le pregunté a un cirujano "¿Cómo se puede saber tanto? ¿Cómo puedes ser tú el que lideres?". Porque veías a una persona con conocimientos pero con capacidad de ensimismar a los demás y de que te siguieran. Pues eso me han preguntado a mí también y al final es la suma de la lucha de hacerte valer, que te escuchen cuando tú hablas -que a veces parece que nos hemos retraído al hablar-. O sea que yo creo que lo que tenemos que tener claro es que podemos hacerlo, de que tenemos que liderar porque somos buenos, somos capaces de poder llevar equipos, de poder cambiar aspectos que no nos gustan y creo que que poco a poco se está transmitiendo a la gente que es así.
"Probablemente hay que ofrecer formación, no teórica, sino algo un poco dinámico en la que podamos apoyarnos las mujeres para ocupar puestos"
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Sobre esto, ¿cuál diría que es el mayor impedimento del sistema cuando se trata de ejercer en estos puestos de responsabilidad? Ya no digamos uno, sino dos, como es su caso.
El trabajo. Lo más importante yo creo que es el trabajo, las cualidades un poco para llegar. El trabajo y el tesón y las ganas de querer hacerlo. Pensar que tienes unos objetivos y que tienes que trabajar mucho y que tienes que ser muy bueno. Pero sobre todo mucho tesón y mucho ponerte una meta clara. Y hay que trabajarlo para llegar a ello. A lo largo de mi carrera era más difícil acceder porque no había ninguna mujer que fuera jefa de Servicio. No sé si ahora hay tantos impedimentos. No sé, probablemente, en algunas ocasiones, yo sí que he visto que se hacía como más la perspectiva del hombre, pero porque no había más mujeres con nosotros. Ahora mismo, si nos lo proponemos, tenemos que luchar mucho por ello, pero creo que hay muchísima más facilidad ahora para que seamos líderes. Pero todavía hay algún aspecto en el que no estamos integradas igual que el hombre. Yo creo que en las generaciones jóvenes cada vez menos y vamos a notarlo, cómo va a cambiar todo esto. Y ahora mismo es difícil tener que hablar de que hay un machismo tan claro.
¿Cuáles cree que son los mayores desafíos que presenta este cargo en la presidencia?
Pues es una una entidad con más de 5000 cirujanos asociados en toda España. Tenemos muchos retos: la formación de los jóvenes cirujanos y de los que ya son adjuntos, retos de investigación, que estamos intentando potenciarlos. Y ahí, sí que es verdad, que el papel de todos, de las generaciones que están llegando, es muy importante. Tenemos que ser líderes en investigación, tanto aquí en España como fuera de ella. Creo que eso es uno de los retos más importantes. Y luego una parte importante también es la visibilidad de la asociación en la sociedad, en el establecimiento de lazos con los pacientes, con las asociaciones de pacientes. Creo que tenemos que tener bastante contacto para ver sus necesidades desde el punto de vista quirúrgico en nuestro caso. Que nos vean como una entidad en la que tienen que apoyarse los responsables sanitarios del Ministerio de Sanidad y que podamos tener un poco de voz a la hora de pedir por nuestros pacientes y por nuestra asociación. Pero también para que la Cirugía tenga un papel importante cuando vamos a solicitar aspectos como por ejemplo las plazas de los MIR, la necesidad de cirujanos en toda España, la necesidad de estabilidad en el trabajo...
Es además jefa del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Universitario de la Princesa desde hace cuatro años. ¿Cómo ha sido gestionar la pandemia?
Horrible. Fue gestionar algo que no sabíamos cómo se hacía porque había que organizar el tratamiento, atender a pacientes que no eran quirúrgicos...Muchas veces tuvimos que distribuir todas las fuerzas, todos los médicos y residentes que teníamos a tratar pacientes covid, establecer unos circuitos en el que pudiéramos operarles. Cómo nos debíamos proteger nosotros, cómo se debían proteger ellos, cuál era el cribado que había que hacer...En el momento top de la pandemia no había ningún paciente quirúrgico. Se suspendió todo. Era una cosa completamente extraña, en la que no sabíamos muy biendónde dirigirnos. Y desde mi punto de vista, había que gestionar qué gente iba a un sitio. Era algo que nuncah habíamos hecho. Dejar de operar y dedicarnos a tratar pacientes que no eran de nuestro ámbito. Todos aprendieron, la gente la verdad que colaboró, pero había que tener en cuenta la irritación de cómo estábamos en esos momentos. O sea, nosotros no operábamos, pero estábamos viendo que nos podíamos contagiar o podíamos contagiar a nuestras familias a la vez. Entonces eran los sentimientos de ver a unos pacientes que se nos estaban muriendo en las manos o se nos estaban poniendo malos y nosotros tuvimos que estar apoyando poco a poco. Fue duro, fue una experiencia, cuando ha pasado el tiempo, importante, interesante. Tuvimos que ponernos codo a codo para poder llevar a cabo algo que era completamente desconocido. Nos reuníamos desde que empezó. Trabajábamos por la mañana y por la tarde nos reuníamos, por la noche a través de Zoom, elaborando informes, a través de la poca evidencia científica que había, traduciendo artículos del chino o del japonés, intentando desde todos los puntos de España, hacer documentos que sirvieran y que han servido posteriormente. Y lo han tomado otras sociedades.
Yo creo que esto fue un hito muy importante. Fue duro pero bastante satisfactorio. Una vez que pudimos empezar toda la actividad normal, empezamos a operar por la mañana, por la tarde, hemos superado los sábados por la mañana. Llegamos a reajustar toda la lista de espera. Operamos enseguida toda la parte oncológica, toda la parte preferente y ahora hemos estado trabajando, durante estos meses, en reajustar todo lo que se había quedado: patología benigna, patología no grave o preferente. La verdad que yo noté como una sensación de liberación por parte de todo el mundo. He visto como a la gente no le importaba quedarse por la tarde, meter los sábados porque era como la alegría de decir "Por fin volvemos a lo nuestro. Ahora tenemos que dar todo por intentar solucionar todo". Y la gente trabajaba. Se me pone la piel de gallina un poquito al recordar cuando volvimos y dijimos "Ya podemos volver otra vez a operar a los pacientes, a tratar, a verlos presencialmente en la consulta". Porque nosotros necesitamos ver al paciente en la consulta para contarle la intervención, poder llegar al paciente y tocarle, poder verle, poder hablar con la familia, no solamente por teléfono. Eso fue fantástico y es una de las cosas que más me gustó una vez que se recuperó todo.
Es verdad que su trayectoria profesional ha estado ligada casi por completo a este centro madrileño. Aquí fue donde realizó el MIR en los 90 y casi tres décadas después llegaba a jefa del Servicio de Cirugía. Es decir, ha visto crecer y evolucionar este centro. ¿Qué ventajas cree que tiene ejercer tanto tiempo en el mismo lugar?
Conozco el hospital desde el principio, entonces he visto cómo ha ido evolucionando, cómo hemos podido integrar nuevas técnicas, desarrollar cosas que no había previamente, con mucha ilusión. Un poco como que tú lo has hecho, siendo partícipe de esto. He visto cómo se han podido integrar también facultativos, nuevos profesionales que han aportado mucho. A mí me parece que salir e ir a otros sitios también está bien, ¿eh? No es que sea solamente estar en el mismo sitio. Porque ves cómo funcionan otros sitios. Yo he estado en Estados Unidos, he estado haciendo rotaciones fuera y creo que eso también te aporta mucho. Muchas veces cuando hay gente que se marcha y luego vuelve otra vez, nos enriquece a todos. Yo tuve la oportunidad de quedarme aquí. A mí este sitio me parece fantástico para trabajar. Hay gente muy buena y creo que he sido una persona muy afortunada porque he podido, desde el primer momento, formarme aquí, con la gente que tuve, que fueron fantásticos, que les quiero muchísimo y que también me han apoyado. Porque claro, si tú sigues arriba te tienen que haber apoyado. A mí me han apoyado hombres en la Asociación Española de Cirujanos, igual que ha pasado aquí. No lo veo duro porque no he tenido nada de dureza. Han sido todo satisfacciones, aunque parezca muy positivo. O sea, he trabajado muchísimo en esto. Vas poco a poco mejorando los aspectos que has visto, como el desarrollo de una Unidad de Cirugía de páncreas y de hígado de la que estamos muy orgullosos...
Hemos visto tambien cómo ahora se han acreditado unidades de Coloproctología que están dentro del Servicio con gente fabulosa. Yo soy súper tuitera, a mí me encantan las redes sociales porque creo que tenemos un método que no teníamos hace 30 años cuando yo llegué aquí. Es una manera que tenemos de ayudarnos,grabar esto y que la gente lo pueda oír, salir en Twitter, estar en los medios sociales viendo lo que hacemos nosotros, lo que hacen en otros y decir "Vamos a hacer lo mismo". Por envidia sana, siempre sana. Yo siempre mando gente fuera y que luego nos lo cuenten. Se van a no sé dónde y despúes "Venga, aquí todos a contarnos que habéis visto, cómo hacen esto y vamos a intentar hacerlo".
"Tenemos que ser líderes en investigación, tanto en España como fuera"
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En su caso, esta posibilidad de formarse en países que no fueran España se cumplió con estancias en Francia o Estados Unidos, ¿cuál diría que fue la enseñanza más valiosa que se trajo consigo en la maleta?
Es muy buena la experiencia. Yo creo que cuando me fui, como hace tantos años, no se iba casi nadie. Imagínate, de estar aquí, que no salíamos, casi no viajábamos a marcharme a Estados Unidos primero y luego a Francia. Por ahí he estado ya más de adjunta para aprender técnicas específicas. Estuve en Barcelona, Bellvitge, en varios sitios. Eso es para formarte en una cosa específica y es fantástico. Eso es lo que hay que hacer, irse a ver al mejor. Ahora es verdad que tenemos medios como YouTube, que lo podemos ver allí sentados en casa, pero es muy bueno el contacto entre profesionales. La experiencia personal es fantástica, ir a otro hospital a ver cómo trabajan. Eso te hace madurar como profesional. Porque si no, parece que estás metido en tu huevito, en tu globo. Vine ensimismada de ver la Clínica Mayo, la biblioteca que había allí, la gente trabajando los quirófanos.... Yo creo que esto cuando eres un R2 o R3, no tiene nombre. Te abre tanto que tú luego vienes aquí con muchas más ganas, te inyectan más ganas de seguir trabajando y de hacer cosas nuevas. Porque no tengo más tiempo, si no, me iría a rotar también como ellos. Pero eso ya no, ya me parece que se me ha pasado.
Vemos que disfruta mucho con el tema de la docencia, ¿qué valor fundamental debería transmitirse a esos futuros médicos?
Bueno, un poco las ganas, ¿no? Ahora, por ejemplo, doy clases en la Universidad Autónoma a los estudiantes de Medicina. Entonces, hay dos cosas importantes. Primero: enseñarles bien. Evidentemente tienes que darles una docencia que sea clara y cada vez más ajustada a ellos. Probablemente tenemos que incidir más en medios audiovisuales, en que participen en cosas fáciles, casos clínicos.... Hacer algo un poco práctico, que les enganche, no solo estudiar texto. Y luego también transmitirles nuestro trabajo. Cuando ves a un estudiante es una esponja y le puedes decir "Vente conmigo, métete al quirófano". Yo he tenido estudiantes que se quedan conmigo hasta las 20:00 de la noche operando. Entonces, claro, se lo transmites. Porque eso es un poco enseñarles, tenerles en cuenta para todo y estar pendiente de ellos, que es difícil porque no tenemos tiempo. Y si te gusta la docencia pues es ponértelos en la consulta y explicarles, hacerles caso. Yo me acuerdo que cuanto te hacían caso era maravilloso. Son gente ilusionada, o sea que, lo tenemos mucho más fácil los docentes en Medicina. Con que les hagas caso y les prepares un poco bien, es decir, les intentes transmitir unos valores con el paciente...Porque claro, científicamente es muy fácil, porque hay mucha información por todos los sitios.
En su caso, ¿dónde empiezan esas ganas de estudiar Medicina? ¿Tuvo algún referente?
Pues no, en mi familia no era nadie médico. No tuve ninguna persona que me impulsara. Mis padres, afortunadamente, me dijeron que hiciera lo que me diera la gana y yo siempre estudié mucho. Me gustaba, sacaba buenas notas. Haciendo Medicina te empiezan a contar un poco lo que tenían los huesos, veías lo que estabas estudiando. Y me pareció bonito.
Y se enamoró de la profesión...
Totalmente. Muchas veces lo he dicho y se lo cuento a mi sobrino. Es una pasión que tienes. Lo decía Steve Jobs, si te gusta lo que haces es muy fácil. Cuando vienen los estudiantes de Medicina que ya van encaminados -aunque es verdad que a lo mejor tendría que decírselo también a los que están en los colegios- les digo "A ver qué profesión hay, que el domingo a las 18:00 de la tarde estés deseando volver a trabajar el lunes. No hay muchas profesiones". "No sé, supongo que sí", dirán otros. Yo un domingo por la tarde es como si fuera un martes, porque a mi me apetece venir a trabajar, a mi me apetece operar un páncreas ahora mismo y yo sigo operando y a mí me gusta meterme en el quirófano con los años que llevo. Como digo, "¿con lo vieja que soy, cómo me puede gustar esto?". Pues gracias al paciente, gracias a tener la mano de un paciente a la que agarrar, y decirle "Esto esto va a ir bien". Ves que está confiando en tiy no hace falta nada más. El operar, el hacer una publicación, una reunión con tus colegas, el organizar el Congreso Nacional de Cirugía, el ser presidenta de la asociación, el ser jefa de Servicio, el ver ahora a un residente que haya hecho una comunicación y digas "qué bien lo has hecho", el que vea yo cómo está operando ahora mismo la gente a la que estoy enseñando... Eso no tiene precio. Eso sí, dedico muchas horas. Dedicas mucho en tu vida, pero da lo mismo. O sea, a mí me sigue gustando y yo soy capaz de estar 12 horas trabajando. A mí me parece que esto es lo que hay que infundir a la gente joven. Yo creo que esto es una pasión. A veces estás cansada, aunque yo la verdad que no ya que una vez te pones en el 'tran tran'... Realmente esto es divertido, a veces cansado, pero la Cirugía es, como les digo, la mejor especialidad del mundo.
¿Son suficientes 24 horas al día en el mundo de Elena Martín?
No, no, ojalá hubiera más horas. Me gustaría tener más tiempo para hacer más cosas, estar tranquila. Lo mejor de todo es poderte preparar una cosa, por ejemplo estar leyendo tranquilamente un artículo, no corriendo. También tener un poquito más de tiempo para la familia, un poquito de tiempo para los amigos, un poquito de tiempo para viajar, un poquito de tiempo para ver a los pacientes. Todo eso, claro, muchas veces en 24 horas no te da tiempo. Pero bueno, hay que saber gestionar. Yo siempre digo que hay que hacer un curso para gestionar el tiempo, como dicen ahora. Aunque tampoco me da tiempo a hacer el curso de la gestión del tiempo. Me gustaría tener a alguien que me dijera "Ahora no hagas más esto ya, déjalo". Si hubiera 48 en vez de 24 horas y no tuviera yo mis años, sería todo más satisfactorio. Pero es lo que tenemos. .
Y aun así todavía hay un hueco, un hueco bastante importante para esa faceta investigadora, ¿no?
Por ejemplo, ahora mismo, desde la asociación estamos potenciando mucho los trabajos multicéntricos. Dar apoyo a la investigación es dar apoyo a través de registros y a través de becas. Yo creo que esto es importante que se apoye. Tenemos ahora gente investigadora muy importante. Pienso que tenemos que apoyar a investigadores básicos, porque muchas veces es difícil que nosotros solos hagamos una investigación. Hay varios FIS concedidos en toda España en los que se participa. Hay que intentar colaborar todos juntos en patologías, -específicamente nosotros ahora en el páncreas-. Colaborar con investigadores básicos, con otros investigadores clínicos que no sean solo cirujanos como oncólogos. Hace falta más unión, que cada vez hay más entre varias especialidades, hace falta que podamos acceder a las becas, a la financiación para poder desarrollar y luego potenciarlo a nivel de las instituciones, a nivel de los servicios. Tener tiempo es difícil porque la gente muchas veces lo hace en su tiempo libre y eso es duro. Pero sí intentar que la gente que tenga ánimo pueda desarrollarlo a través de intensificaciones de trabajo. Yo tengo ahora una intensificación y verdaderamente se lo tienes que dar a la persona que valga, porque eso es lo que va a hacer que mejore nuestro liderazgo, poder participar en trabajos nacionales e internacionales. Yo creo que nos estamos abriendo también a más oportunidades.
Elena, ¿por qué hito médico le gustaría ser recordada?
Por haber contribuido un poco a mejorar la vida de los pacientes con cáncer de páncreas.
¿Y como presidenta de la entidad de Cirugía?
Pues cuando pasen estos años porque hayamos conseguido que los cirujanos tengan un poco más de participación fuera de nuestra sociedad y que seamos valorados por nuestra profesión más un poco más, tanto por parte de los colegas como por parte de la sociedad y los pacientes.
¿En qué piensa una cirujana mientras opera?
Cuando estás concentrada, antes de entrar, estamos comentando los casos. Y cuando estás en la cirugía, pues estás pensando en la cirugía, en lo que estás viendo ahí. Ccomo ya llevas muchos años, pues dices "Esto puede ir mal". Recuerdas todo lo que ha pasado, entonces intentas que todo el bagaje que tienes previo te sirva para hacerlo lo mejor posible. Cuando haces una anastomosis del páncreas, por ejemplo, ves todas las que has hecho previamente, y lo que intentas es que no sangre el paciente, que esté bien, estás pendiente, y que eso que vayas a hacer, no dé complicaciones. Yo eso es lo que pienso ahora mismo. Que para el paciente sea lo mínimo imprescindible para que no le haga daño, pero lo máximo para que se solucione su problema y no haya complicaciones.
"Recuerdo un paciente muy joven que tuvimos y que tenía un tumor en el hígado grande y que sangró mucho. Y que luego al día siguiente estaba muy bien. Eso fue fantástico"
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¿Cuál ha sido la intervención más complicada a la que se ha enfrentado en estos años?
Pues yo ahora hago sobre todo cirugía del páncreas o del hígado. Bueno, alguna resección hepática muy complicada en la que sangrara mucho. Recuerdo ahora mismo un paciente muy joven que tuvimos y que tenía un tumor en el hígado grande, grande y que sangró. Y que luego al día siguiente estaba muy bien. Eso fue fantástico. Y luego, probablemente, una de páncreas donde había que hacer resección que cogía todo - vasos y tal- y que fue muy larga, de ocho o diez horas. Estás en un momento crítico en el que dices "no puedo salir de aquí". Sobre todo en los primeros años, que empiezas a sudar y dices "no tengo ni idea de cómo salir de aquí", porque sobre todo sangraba el paciente, estaba mal. Ver cómo estabas que no podías más y que venía a ayudarte alguien en ese momento, decías "Parece surrealista". Pero parece como si vinieran a salvarte, como si te viniera a salvar una cosa de otro mundo. Cuando no puedes más y no sabes cómo seguir. Eras adjunto y estabas capacitado, pero que venga alguien y te eche una mano y se solucione en un momento...es como magia. Por eso trabajamos en equipo. Tendré que darle vueltas cuando escriba el libro con todas las cosas que estamos comentando ahora, como le digo con mis compañeros. Cuando estás que no sabes que va a pasar y que alguien te ayude, venga y se solucione en tres segundos, porque la otra persona te da una perspectiva... Eso es probablemente lo que lo que significa trabajar juntos.
Decía que estaba recogiendo todas esas experiencias de su vida como médica. ¿Tiene título ya esa obra?
No, todavía no, pero lo he estado contando y se lo he dicho a todos mis adjuntos, que me aguantan, y a todas las mujeres que tengo a mi alrededor, que tenemos un grupo estupendo. Son experiencias de cosas que hemos hecho, para transmitirlo a los demás. A veces, cuando eres joven a lo mejor no te interesa, pero a mí ahora me interesa que me cuenten cosas y me gusta mucho cuando se comentan cosas que pasaron, como se trató o como se trataba. Yo leo mucha Historia, leo libros antiguos de la cirugía pancreática, por ejemplo, que no había cirugía pancreática. Pues eso, experiencias que he tenido yo a lo largo del tiempo, que hemos compartido con gente. No tiene título todavía lo estoy viendo. Me gustaría escribirlo porque realmente creo que aportaría cosas de la cirugía en España, gente que tengo al lado o gente que se ha jubilado ya.
Y dentro de esa pasión por la Historia, ¿ha pensado alguna vez en qué momento histórico le gustaría vivir como médico?
Lo mejor es estar ahora. Lo mejor es el presente, porque tenemos tanta capacidad...O sea, lo otro es histórico. No había tantos medios como hay ahora. Entonces, yo creo que el momento histórico más importante que tenemos es el presente y lo que quede por venir. Pero siempre digo que me gustaría vivir dentro de 70 años para ver cómo va a ser esto. Cuando yo empecé no había móvil. Parece que soy una vieja, pero es verdad. No había lo que tenemos ahora. No teníamos los medios electrónicos, artículos...Tú puedes ver ahora una intervención en las plataformas que tenemos digitales. Puedes hablar con alguien que viva en otro sitio, que te cuente como das el punto en no sé dónde. Puedes estar en un congreso, en cualquier lugar, puedes viajar donde sea sin ningún problema. Pero es que ya de forma virtual la ciencia la tienes gratis. O sea que yo antes para hacer mi tesis doctoral me tuve que ir a por artículos fuera de España. Estuve en Estados Unidos y me traje muchos artículos, que eso era fantástico, pero ahora no, ahora tú te sientas con un café y tienes todo disponible. Me gustaría dar un paseo en otras épocas previas, pero me daría pena porque habiendo vivido esto, donde ahora podemos hacer una resección pancreática robótica sentados en una silla... Antes tendrías que haber estado colocado de otra manera o no poder hacerlo porque no podrías ver cómo lo hacía alguien que está al otro lado del mundo. Entonces ahora me quedo aquí.
Si pudiera repetir algún momento en su vida, si le dieran esa oportunidad, ¿cuál sería?
El volver a ser cirujana. Evidentemente. Es que yo, ahora mismo, no sé si es que los recuerdos malos se me han ido, pero creo en muchas de las cosas que he hecho profesionalmente: el meterme en la Asociación Española de Cirujanos desde el primer momento, el haberme presentado a presidenta...Creo que es una cosa que hay que repetir, aunque tenga mucho trabajo, pienso que es importante que trabajemos para mejorar todo. La Cirugía en España es muy buena, tiene un nivel fantástico y que creo que, si yo puedo poner un granito de arena en mejorar algunas de las cosas, aunque no sea desde punto de vista científico, que eso no lo voy a hacer, pero sí desde el punto de vista de organización, lo voy a hacer, en lo que pueda.
¿Cuáles son tus grandes pasiones más allá de la Medicina?
La pintura. Ver sobre todo. Yo pinto también, pero ahora no tengo tiempo. Desde hace unos años no hago. Me gustan mucho los museos, la historia de la pintura, los expresionistas, los impresionistas, pero también toda la pintura antigua. Me gusta mucho y me dedico a estar ocho horas en un museo cuando voy donde sea. Me gusta el monte, la montaña, el campo y es a lo que me dedico en las vacaciones que tengo.Todo lo que puedo, ahora ya cada vez menos, pero bueno. Y luego pues mi familia, mi sobrinos y mis hermanos también, que no se sientan mal. Pero mis sobrinos son mi pasión y lo más importante de mi vida y a los que hay que dedicar todo el tiempo. Les cuento mi vida y me cuentan su vida y eso es lo que me da a mí la energía para seguir trabajando.
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