Gabriel del Pozo, médico de Familia, es el nuevo secretario general de la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), cargo que compatibilizará con la presidencia de Amyts. Tomando
el relevo a Francisco Miralles, estará acompañado por
Tomás Toranzo, Alfonso Ramón Bauzá, María José Campillo y Víctor Pedrera en esta nueva andadura, en la que pretenden conseguir un P
acto de Estado por la Sanidad y limar las desavenencias con el
sindicato médico andaluz.
En una entrevista concedida a
Redacción Médica, del Pozo desgrana las líneas de actuación que tomará CESM en las próximas semanas, en las que espera
reunirse con los distintos grupos políticos para concretar qué medidas sanitarias "reales" llevan en sus programas. Tras las elecciones, la Confederación tratará de
reactivar el diálogo con el Gobierno para evitar acciones mayores como la posible convocatoria de una huelga general en sanidad: "Si hay que llegar a un enfrentamiento, se llegará. No renunciamos a ello pero no es nuestro primer objetivo, que es hablar con los interlocutores y conseguir avances", advierte el nuevo representante de los médicos españoles.
¿Qué supone para usted convertirse en el nuevo secretario de CESM?
Supone asumir una gran responsabilidad porque continuar con todo el trabajo realizado por los anteriores es una carga muy importante, han puesto el listón muy alto. Asumir ya la gestión que ha realizado Paco (Francsico Mirales, su predecesor en el cargo), es muy importante. Siento ilusión en que la CESM tenga más visibilidad de la que ya tenemos y seguir peleando como hasta ahora por la representación de los médicos para que cada vez tengamos un papel más importante en las negociaciones.
¿Qué destacaría de los compañeros que le acompañarán en esta nueva directiva?
Los nuevos perfiles, que son gente más joven y también muy preparada. Son de comunidades autónomas que últimamente no han estado en la directiva, como Baleares, y es importante que las islas y las peculiaridades específicas estén representadas en esta nueva Junta Directiva. Lo más destacable son sus ganas de trabajar y la capacidad de implicación, el complicarse la vida con más tarea de la que ya tienen en su sindicato, es encomiable. A los dos que venimos detrás nos va a servir para ponernos una 'pila juvenil' mucho más importante.
¿Cuáles son los objetivos principales que se marca ahora la Confederación de cara a los próximos años?
La unidad dentro de la CESM, tener al menos criterios comunes con los que negociar dentro de los 18 sistemas de salud que tenemos y a nivel ministerial. Una de las cosas que nos planteamos es tener trabajos hechos para cuando tengamos que discutir con las administraciones, queremos potenciarlo y dar más participación a los sectores correspondientes, no tanto internamente en el CESM, sino en gestiones externas para repartir el juego.
¿Y los obstáculos o barreras a las que hacer frente?
La capacidad de diálogo la tenemos, pero a veces tenemos enfrente una administración que representa un muro. Tenemos una situación difícil de abordar porque nos movemos en una inestabilidad política en la que ahora mismo no hay Gobierno y los que ha habido tampoco han tenido la capacidad grande de hacer caso. Por otro lado, las crisis económicas que llevamos arrastrando tiempo y que generan problemas para conseguir objetivos, las administraciones pueden estar de acuerdo pero no tienen disponibilidad de la financiación necesaria. Además, tenemos un diálogo central que no siempre se refrenda en las distintas autonomías, nos gustaría que se consensuara mucho más.
¿Se plantean alguna medida de presión para recuperar ese diálogo tanto con el Gobierno central como con las Administraciones autonómicas?
Lo primero es utilizar, al máximo, la capacidad de diálogo. Si hay que llegar a un enfrentamiento se llegará y no renunciamos a ello, pero no es nuestro primer objetivo, que es hablar con los interlocutores y conseguir avances. A partir de ahí, si se habla, se discute y vemos que peleamos por resolver algo, perfecto. Si se nos hace un bloqueo, tendremos que tomar otras medidas. No nos tienen que dar las cosas, pero hay que discutirlas y tiene que haber actitud.
¿Cuál es el mayor reto para CESM en materia legislativa?
Las reivindicaciones que tenemos pendientes sobre la jornada, la regulación de guardias o en materia de conciliación. Seguimos con la defensa de los mismos, entendemos que la administración tiene que hacer todo lo que está en su mano desde el punto de vista legal, a través de impuestos o a partir de los Presupuestos. Nuestra obligación es seguir peleando y hablar con ellos para resolver estas situaciaciones. Habrá enfrentamientos si no existe ese diálogo, si existe buena voluntad, nos tendrán a su lado, si no, en su contra.
¿Qué se va a plantear en materia de formación y MIR?
Que la Administración se haga cargo de las jubilaciones y las necesidades de formación. Está bien que se aumenten el número de plazas MIR pero tiene que hacerse una planificación coherente analizando los problemas actuales y lo que se nos viene encima. Hay que buscar soluciones más imaginativas para resolverlos y necesitamos más plazas enespecialidades deficitarias o que van a serlo.
Hay que resolver el problema de que haya 5.000 médicos generales que no pueden trabajar en la mayor parte de los sistemas sanitarios, tienen que poner una formación de posgrado, cuesta mucho formar a un médico para permitirnos el lujo de perderlo.
Hay que mejorar las condiciones laborales y retributivas para que los trabajadores que salen quieran quedarse en el sistema, que sea atractivo.
Para los médicos que ya forman parte del SNS, ¿cuáles son los retos?
Una mayor financiación del sistema para que tengan mejores concidiones. También, mejorar sus retribuciones para que, todo lo que hemos perdido hay que recuperarlo. Los médicos han contribuido mucho a salir de la crisis, no podemos recuperar de forma lineal sus salarios; hay que dar una estabilidad en el empleo y una movilidad dentro del sistema. Hay que dar una vuelta a las zonas con plazas médicas de difícil cobertura. Hay que reunirnos y estudiar de qué forma hacerlo, no puede ser que sea más atractivo ser eventual que ser fijo en el sistema porque se le condena a una zona de la que no va a poder salir nunca.
La nuevas elecciones dejaron en el aire la posible convocatoria de una huelga general. ¿De qué forma se va a retomar?
Lo primero que nos planteamos es un diálogo, queremos tener un gobierno con el que poder hablar y si el diálogo no es fructífero, no descartamos nada.
¿Tenéis una campaña o reivindicación principal que liderar los próximos meses?
Hay un decálogo del Foro de la Profesión Médica que, estando en periodo electoral, lo mejor que podríamos hacer es que cada grupo político que se presenta a las elecciones nos dé una respuesta a cada uno de los puntos. Estaríamos encantados de hacerlas públicas para que las conozcan los profesionales y, a la hora de decidir un voto, puedan pensar qué pasa en sanidad.
Son problemas fundamentales para los profesionales y para los pacientes, que son los usarios del sistema. El sistema sido puntero pero si no le metemos recursos, puede fracasar.
Entiendo que se van a pedir reuniones con los partidos antes del 10N.
Sí, vamos a pedir una definición pública de los partidos. Lo debatiremos de forma interna pero nos gustaría saber cuál es el programa real sanitario que llevan y no el programa electoral sanitario. Nos encantaría que todos los grupos políticos fueran capaces de llegar a un acuerdo, al Pacto de Estado la Sanidad que llevamos demandando mucho tiempo.
Hablábamos de las particularidades de cada comunidad autónoma. Hace unas semanas, el sindicato médico andaluz anunciaba su desvinculación de CESM, ¿se va a trabajar para que las CCAA que se han separado se vuelvan a integrar?
La única comunidad que tenemos ahora fuera es Andalucía y es una cuestión de estructura y no de la defensa del médico, en la que coincidimos. Nunca vamos a cerrar la puerta al diálogo, se mantuvo y la idea es seguir teniendo ese contacto, no es una cuestión de ideología sino de funcionamiento del día a día. Es algo con posible solución y sentándonos seremos capaces de resolverlo.
Hay cosas que compartimos en esos cambios y se deben poner en marcha, se hará después del Congreso. Se debe reforzar esta vía de diálogo con Andalucía, nosotros necesitamos a Andalucía y Andalucía a nosotros, todos lo médicos debemos estar juntos.
En el caso de Cataluña, hay un sindicato funcionando, Simecat. Con Metges es una cuestión que nos supera y no podemos resolver mientras no cambie su Junta Directiva. Entendemos que como sindicatos profesionales nos podemos entender perfectamente pero no podemos entrar en cuestiones políticas que es lo que produjo la separación. Somos una Confederación, sin una ideología política determinada, sino la defensa de los médicos.
De hecho, desde el Colegio de Médicos de Barcelona se ha pedido no hacer posicionamientos ideológicos tras la sentencia del Supremo, ¿cómo se va a gestionar desde CESM la situación actual de Cataluña y las distintas posiciones que se están tomando?
Nosotros no vamos a hacer ningún posicionamiento político sino ceñirnos a lo que marcan la ley y el derecho donde nos movemos. Estamos para defender a los médicos -en todos los lados, en Cataluña también-, que están dentro de un sidicato y que vienen a defender cuestiones profesionales. Nunca vamos a entrar en cuestiones ideológicas, respetando la ideología de todos.
Simecat es un colectivo de médicos, no de médicos nacionalistas, sino de profesionales que tienen un problema y quieren resolverlo sin que se mezcle con los problemas políticos.
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