El overbooking de pacientes en algunos centros sanitarios genera enorme estrés y tensión entre los enfermos que asisten a consulta y los profesionales médicos que, en algunos casos, por falta de personal se ven obligados a asumir un cupo de pacientes superior al habitual. Como máximo en Atención Primaria se atienden 50 al día y como alertan desde Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) este "verano se espera que se superen".
Ante esta situación, y si cabe a modo de protesta, el médico tiene muy difícil renunciar a asumir una carga mayor de pacientes derivada de la ausencia de algún compañero o de la masificación en las consultas. Redacción Médica ha hablado con varios responsables jurídicos del CESM para conocer qué debe hacer un facultativo en caso de querer negarse a atender a pacientes que no estén entre su cupo habitual.
Es sin duda, en los centros de salud donde más se producen este tipo de situaciones donde los médicos se ven saturados. La secretaria técnica de Atención Primaria del CESM Región de Murcia, Cristina Sánchez, se muestra contundente en cuanto al cupo médico: “Se establece que si hay que realizar una sustitución, se debe buscar a gente en bolsa de trabajo y, de no haber nadie, entonces sí podría asumir el cupo otro compañero. Siempre de forma voluntaria y abonándosele de alguna forma. Esto ha ido cambiando en cuanto a la remuneración, porque cada vez se ha ido pagando menos”.
El asesor jurídico del CESM Aragón, Pedro Altaba, matiza que “lo que se entiende como cupo ya está en extinción. Antes se te asignaba un médico y desde el primer momento al último te atendía ese profesional, ahora no siempre es así. Se tienen en cuenta otros elementos organizativos para prestar la atención sanitaria”. Lo que sí se ha establecido, y para lo que también se utiliza el término cupo es un número ideal de asistencia. Es decir, la cantidad de pacientes medianamente asumibles por el centro y que por lo general es de 50.
¿Voluntariamente?
Antes de 2011, el gerente del área sanitaria podía obligar a los facultativos a hacerse cargo de más pacientes de manera justificada, sin embargo, como apunta Sánchez esto cambió y “hay que buscar otras fórmulas antes de llegar a este extremo, no siempre hay que sustituir al médico sino solamente cuando sea muy necesario y por eso mismo uno podría negarse”.
Las directrices legales sobre este tema han ido cambiando a lo largo de los años, por lo que en el Sistema Nacional de Salud (SNS) se tiende a que, mientras no afecte al ritmo del centro y el equipo sanitario sea capaz, se haga responsable de un número mayor de enfermos.
Por tanto, para que un médico se niegue "debe justificarlo debidamente". En este sentido, la miembro del CESM Región de Murcia subraya que "no es fácil. Tiene que alegar sobresaturación en la consulta, demoras en la atención y retrasos en las citas. El facultativo tiene que tomar en consideración como afecta a la calidad asistencial y ahí tiene entonces la clave para negarse". Sin embargo, aunque existe el procedimiento la gerencia o el director médico tienden a "presionar" y "al final ves que el centro está a rebosar de gente y acabas asumiéndolo".
Así, la gerencia sanitaria suele hacer un reparto más o menos proporcional entre el resto de médicos aunque no se puede utilizar como tendencia general. De la misma forma, los profesionales médicos no pueden negarse de manera habitual, porque como señala Altaba "al final, no puedes decirle a tus superiores que no atiendes los pacientes".
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