Álvaro Cerame fue nombrado hace apenas una semana presidente de la
Asociación Europea de Médicos Jóvenes (EJD, en sus siglas en inglés), el máximo órgano de representación europeo en los que respecta a estos facultativos. En la que supone la llegada a buen puerto de
muchos años de experiencia en diferentes organizaciones médicas, Cerame tiene pensado utilizar esta presidencia europea no solo para solventar los problemas de los médicos jóvenes a corto plazo, sino para poner la mirada en el futuro.
El nuevo presidente concede a
Redacción Médica una entrevista al calor de su nombramiento, en la que desgrana qué retos tiene por delante en el cargo, qué
problemas aquejan a los facultativos europeos y por qué España tiene una situación más ventajosa respecto a sus compañeros de lo que,
a priori, parece.
Álvaro Cerame, presidente de la European Junior Doctors.
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Acaba de ser nombrado presidente de la Asociación Europea de Médicos Jóvenes, ¿qué considera que puede aportar desde el cargo como médico español?
Lo primero es que tengo mucha gratitud por el nombramiento. Estos últimos años
se ha apostado muy fuerte por la presencia de la organización, tanto en foros como la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), donde Tomás Cobo es vicepresidente, Hermenegildo Marco, que también es vicepresidente de la Unión Europea de Médicos Generales y de Familia (Uemo), o la misma Asociación Europa de Médicos Jóvenes (EJD) donde Domingo Sánchez ha sido el vocal nacional y ha trabajado mucho los últimos cinco años.
Creo que es muy buena noticia la presencia de España, y por otro lado, mi nombramiento lo veo como la continuidad a una trayectoria que empezó hace muchos años en el Consejo de Estudiantes de Medicina (CEEM). Siento muchas ganas y motivación de todo lo que puedo aportar.
¿Cuáles diría que van a ser los tres principales objetivos que tiene al frente de la organización?
Los principales objetivos, de alguna manera, nos los han puesto en bandeja, pues hay tres problemas principales a los que se enfrenta tanto la profesión como los médicos jóvenes. Uno es la demografía sanitaria; siempre nos hemos enfocado mucho en entender si necesitamos un aumento de egresados y aumento de las plazas MIR. El, utilizando una metáfora, “las gallinas que entran por las que salen”. Pero, lo que hemos visto es que ahora mismo esto es tan importante como “entender qué pasa en el gallinero”.
En los últimos años, especialmente después del covid, los médicos nos hemos enfrentado a unas situaciones complicadas que han generado un impacto en nuestro bienestar profesional: esto es lo que genera un problema en la retención de profesionales. Las cuestiones relativas a tener más o menos egresados, es algo que en 10 años nos va a ayudar, pero ahora mismo
necesitamos políticas activas para que los médicos y médicas que trabajan en el Sistema Nacional de Salud (SNS) no se marchen. Esto es la primera prioridad.
La segunda tiene que ver con la mejora de condiciones, como puede ser el cumplimiento de la Directiva Europea del Trabajo; no trabajar más horas de las que está legalmente establecido, realizar los escasos adecuados y que se generen climas de trabajo centrados en las personas y, claro, en los pacientes.
El tercer punto es fundamental, pues tiene que ver con darle continuidad a todo esto: una formación especializada de calidad en toda Europa. Necesitamos establecer unos estándares mínimos,
recomendaciones y buenas prácticas que poder llevar a todos los estados miembros para mejorar la calidad de la formación. Tenemos mucho trabajo por delante, a ver cómo se nos da (ríe).
¿Tenéis ahora mismo algún proyecto centrado en la mejora de esa docencia de los médicos jóvenes?
Dentro de la organización tenemos un comité encargado de la docencia, que ahora mismo tiene varios proyectos; trabaja codo a codo con la UEMS y en lo que estamos trabajando en la
mejora de la calidad de los programas formativos. Por ejemplo, trabajamos en conseguir unos requerimientos ambientales mínimos, lo relacionado con cuestiones de condiciones de trabajo. Lo que buscamos es aparejar con la calidad de la formación, por ejemplo, elementos como que haya
sistemas de vigilancia de cuántas horas se trabaja. El objetivo es establecer esos parámetros en el contexto de la UEMS para que puedan servir como indicadores de comparabilidad y de buenas y malas prácticas entre países y departamentos de formación.
Ha comentado diferentes retos que tienen por delante…¿Considera que hoy en día los médicos jóvenes tienen más retos que los que tuvieron que hacer frente sus homólogos de generaciones previas?
Esto es el ‘quid de la cuestión’. Creo que que uno de los elementos principales que hemos vivido nosotros es que venimos de sistemas sanitarios muy desgastados, no sólo por la pandemia, sino un sistema en el que
las tasas de ‘burnout’ cada día son más elevadas. En algunos estudios en médicos jóvenes ronda entre el 40 y el 60 por ciento. Depende del país y del estudio, pero es una cifra muy llamativa.
"Los médicos jóvenes han llegado a sistemas de salud muy desgastados"
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Al final el ‘burnout’ lo que hace es que predispone a que las personas puedan desarrollar patologías de salud mental y además hacen que las personas no quieran trabajar o que trabajen de una manera inadecuada. Además de todo esto, si ya veníamos de una
situación un tanto precaria en estos indicadores, lo que sucedió fue que la pandemia llegó sin que hubiera una preparación idónea, y esto ha generado un impacto aún mayor. A todo esto que se venía arrastrando, se ha sumado este elemento que ha actuado como un estresor de primer orden.
Creo que cada generación tiene sus elementos idiosincráticos, pero sí que hay algunos elementos particulares que desde nuestro punto de vista como organización, si no son abordados desde la voz de los médicos jóvenes, es muy complicado que se puedan solventar.
¿Por qué es necesario que los países de la Unión Europea trabajen juntos en la mejora de condiciones? ¿Qué aporta la visión europeísta?
Aporta varias cuestiones, para empezar,
desarrollar políticas comunitarias y un marco común supranacional. Un ejemplo es la ya mencionada Directiva del Trabajo Europeo, que hace necesario un órgano que actúe no solo como una plataforma de intercambio de información, sino también de voz de los médicos y médicas jóvenes en las instituciones europeas.
Álvaro Cerame, habla sobre la importancia de unir fuerzas con los médicos europeos.
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Hay otras cuestiones que ahora mismo están en la palestra, por ejemplo, el Espacio Europeo de datos sanitarios, que también se está tratando a este nivel. Todo esto, teniendo en cuenta las condiciones de trabajo que la Unión Europea establece, hace que sea
importante que pueda haber una perspectiva y una voz reconocida a nivel de las instituciones.
¿Qué cree que puede que puede aprender España de sus países vecinos en pro de mejorar la situación de los médicos jóvenes?
Múltiples cuestiones, de la misma manera que los países de nuestro entorno también podrían aprender mucho de nosotros. Lo que se puede adoptar de otros países son
marcos generales de políticas públicas que abordan muchos aspectos que a veces ni siquiera tienen que afectar exclusivamente a los médicos jóvenes, sino al sistema sanitario en su conjunto. Desde este punto de vista tendríamos que ir analizando cuál es el problema y luego ver qué soluciones han implementado en otras zonas, para poder ver cuáles podrían ser aplicables a nuestro contexto.
Por ejemplo, el 80 por ciento de
los residentes suspenden en la regulación de horas trabajadas. Lo que podríamos hacer es irnos a otros países donde el cumplimiento de la directiva es mucho mejor y pensar cuáles son los elementos que utilizan para asegurar esto. De la misma manera, probablemente otros países de nuestro entorno también podrían fijarse en elementos que tienen que ver con la calidad de la formación del sistema de formación sanitaria especializada.
"España suspende en el cumplimiento de horas de trabajo en sanidad"
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En el Congreso que han celebrado recientemente en Murcia no solo se centró la conversación en los médicos jóvenes, sino también en los de Familia. ¿Considera que la Atención Primaria necesita cambios inmediatos para mejorar la situación de estos facultativos?
Sí, de hecho, nos enorgullece mucho el haber podido celebrar esta asamblea conjunta con la Organización Europea de Médicos de Familia y Médicos Generales. Decíamos que en Europa es
importante que exista una voz de los médicos jóvenes, pero realmente una cosa aún más importante es el trabajo cohesionado entre distintas organizaciones médicas.
Álvaro Cerame explica la necesidad de unir fuerzas con los médicos de Familia.
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Sobre el congreso de Murcia, allí se aprobó por unanimidad la Declaración de Murcia sobre el rol de la Medicina de Familia. En este caso lo que demanda es que, para que los sistemas sanitarios de aquí a 2050 sean sostenibles, es
necesario continuar apostando por la centralidad de la Atención Primaria y de la Medicina de Familia en estos sistemas. Además se quiere buscar el reconocimiento más unificado de la especialidad de la Medicina General y de Familia, porque en cada país tiene un nombre y una
conceptualización un poco distinta en lo que se refiere al reconocimiento de las cualificaciones profesionales. Entendemos que, si no existe este reconocimiento, es difícil que se pueda avanzar en otras cuestiones.
Siguiendo con la temática, ¿cree que la asignatura de Familia de Medicina Familiar y Comunitaria está más infrarrepresentada en España que en otros países vecinos de la Unión Europea?
Pues no tengo datos en la mano sobre los que poder opinar con mucha certeza, pero mi sensación es que que estaríamos
posicionados como en la mitad de la tabla. Como digo, esto hay que cogerlo un poco con alfileres porque no hay datos que permitan una comparación. España es un país que tiene una Medicina de Familia bastante más desarrollada que en otros países, pero probablemente se necesite mejorar en aspectos como la presencia en la Universidad, la
mejora de las condiciones de trabajo de sus médicos y en general, en promocionar y visibilizar la importancia de esta especialidad para poder aumentar el atractivo.
Álvaro Cerame desarrolla los factores positivos de la formación especializada en España.
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Uno de los temas en los que han sido más férreos desde la EJD es evitar que los sean obligados a quedarse en un servicio específico una vez terminan, especialmente los de difícil cobertura. ¿Cuáles son los peligros de ello y por qué para ustedes es tan importante esta reivindicación?
Nosotros demandamos con firmeza que los médicos jóvenes no sean obligados a quedarse en un área de difícil cobertura en contra de su voluntad. Sabemos de esta experiencia, lejos de solucionar este problema, a corto plazo a lo mejor ayuda a retener algunos médicos en algunas zonas particulares, pero a medio plazo lo que hace es aumentar la insatisfacción.
No hablamos que la gente no se quede en los servicios en los que ha hecho la residencia, porque a priori si la persona se quiere quedar,
mejor que tenga la posibilidad, sino avisar de los
peligros de ese tipo de medidas que pueden sonar muy bien en el corto plazo y como idea feliz, pero que sabemos que es una idea bastante mala.
¿El sueldo medio de un médico español debería equipararse con la media europea? ¿Y qué cree que se puede hacer para llegar a ese objetivo?
Las cuestiones retributivas para mejorar las condiciones de los médicos y de los médicos jóvenes son fundamentales. Aunque no es lo único, pues desde determinados discursos políticos parece que las reivindicaciones de los médicos fuesen sólo retributivas, cuando nada que ver. Obviamente, lo que sabemos es que, si una persona cobra menos de lo que correspondería para su nivel de formación y de responsabilidad, es un
factor de desmotivación.
"Si un apersona cobra menos de los que corresponde para su nivel de formación, es un factor de desmotivación"
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Lo que pasa es que tampoco hay que mirar necesariamente la media europea, porque lo que es importante es entender el nivel de vida de cada país. Lo que tenemos que ver es que el
nivel retributivo de los médicos jóvenes de cada país sea adecuado a nivel de responsabilidad y de formación.
Cerame explica a Redacción Médica los problemas retributivos de los sueldos en el país.
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Tenemos resultados preliminares que plantean que en algunos países los médicos jóvenes o
los médicos residentes cobran incluso menos de lo que es necesario para cubrir los estándares mínimos para vivir en una zona, por ejemplo, de alto poder adquisitivo o tensionada, como puede ser capitales de los países. Y estos facultativos necesitan hacer muchas más horas o tener otros trabajos para poder llegar a los estándares mínimos. Esto es algo que los datos apuntan a que puede estar ocurriendo en algunos países del sur de Europa.
¿Van a fomentar desde la asociación ese Erasmus MIR que ya se ha potenciado también desde la OMC o desde el mismo Consejo Europeo?
Uno de los pilares fundamentales de esta organización es la movilidad y permitir el libre tránsito de profesionales. Dentro de ello, no solo estaría promover elementos como la Directiva Europea de Cualificaciones, sino también,
promover elementos de intercambio, como puede ser el Erasmus, que es una política ya implementada éxito a lo largo de décadas. Sería importante poder promocionar también esto a nivel de la formación sanitaria especializada. Toda iniciativa en este sentido contará con nuestro apoyo y con nuestra más sincera enhorabuena. Y obviamente, es algo en lo que colaboraremos activamente con la UE.
¿Cree que los programas de docencia MIR y los grados de medicina españoles están al mismo nivel que los del resto de Europa?
Es una pregunta muy difícil porque no tenemos elementos de comparación de estos indicadores. Probablemente a nivel de grado, se puede decir que estos
programas son reconocidos entre todos los países de la Unión Europea, y esto es un sello de calidad. En cuanto a mi percepción personal, creo que sí nos podríamos medir con muchos otros países. No estaríamos probablemente en la parte alta de la de la tabla, y habría que afinar en torno a qué elementos pueden ser distintos y en qué elementos podríamos aprender los unos de los otros. Pero para esto sí que
necesitaríamos una plataforma común que ahora mismo no existe, bien sea a través de las instituciones europeas o de instituciones profesionales.
Para terminar, ¿qué tiene que hacer España para resultar atractiva, no solo a ojos de los médicos españoles, para que no se pierda el talento, sino también a ojos del resto de países europeos?
A esta pregunta habría que dar una pensada, porque realmente somos un país atractivo. O sea, si miramos los países europeos que más migración médica cualificada reciben, según el año que mires, estamos siempre en la cuarta o quinta posición. Somos un receptor neto de migración cualificada de profesionales médicos. En ese sentido, podríamos afirmar que probablemente somos un polo de atracción.
Vamos un poquito por detrás de Francia, Reino Unido o Alemania. Creo que es interesante reconocerlo, porque a veces planteamos que quizá nuestro problema es más que se marcha, pero no ponemos tanto el foco en que mucha gente viene.
Sobre cómo hacer España mucho más atractiva, el elemento fundamental sería mejorar las condiciones de trabajo; cumplimiento los descansos y mejorando los sistemas de garantía de la calidad y la formación sanitaria especializada, porque no están implementados de manera homogénea en todas las comunidades autónomas. En ese sentido, sí que
hay un margen de mejora importante.
Álvaro Cerame posa para Redacción Médica.
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