"La realidad de las agresiones en sanidad no se plasma en las denuncias"

Las agresiones a sanitarios cada vez se denuncian más. Un logro que desde la Policía celebran, aunque saben que "queda mucho por hacer". Los últimos datos muestran que, de las 8.000 intervenciones policiales por este tipo de casos que se realizaron en el último año, solo hubo 241 denuncias. Por otro lado, desde el cuerpo policial trabajan por mejorar el sistema y dar más herramientas a los sanitarios con el fin de evitar agresiones.

Manuel Yanguas, comisario e interlocutor policial, concede una entrevista a Redacción Médica en la que desgrana la situación actual en materia de agresión a sanitarios y realiza una imagen de lo que le espera a esta situación en el futuro cercano. 

Entrevista completa al Comisario Manuel Yanguas en el plató de Redacción Médica..

¿Qué evolución han detectado en materia de agresiones en el tiempo que ha transcurrido desde la pandemia hasta la actualidad, ya sin emergencia sanitaria?

Hemos visto una evolución positiva. Es decir, los datos que manejamos muestran que ha habido un incremento del número de denuncias, aunque no consideramos que sea parejo al número de agresiones reales. Es decir, se está denunciando más. Estamos consiguiendo, tanto desde el Ministerio de Sanidad, como desde las organizaciones colegiales y la propia Policía que se esté denunciando más, y si hemos visto un incremento del número de denuncias real. 

Los últimos datos disponibles en materia de agresiones a sanitarios son 241 denuncias y más de 8.000 actuaciones policiales. ¿Cree que estas reflejan las agresiones reales que se producen en el ámbito sanitario o se les escapan muchas?

Está claro que quedan más agresiones sin denunciar. Si comparamos los datos que tenemos nosotros, en la Policía, con los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, o la Organización Médica Colegial y el Consejo General de Enfermería, está claro que hay una diferencia de números. La agresiones reales no se plasman en las denuncias ante la Policía o la Guardia Civil. 

Manuel Yanguas habla sobre la efectividad de poner sistema de aviso de agresiones en los ordenadores de los sanitarios.

Organismos como el Consejo General de Enfermería están promoviendo herramientas como un teléfono de asistencia antiagresiones para las enfermeras. ¿Cómo puede ayudar iniciativas como esta a mejorar la situación de las agresiones a sanitarios?

Cualquier iniciativa de este tipo es favorable. Ahora mismo, por decirlo de alguna manera, solo podemos mejorar, y yo creo que se está haciendo. Este tipo de teléfonos de asistencia, cualquier formación que se reciba o imparta, el propio programa de ayuda de AlertCops a través del teléfono móvil, todo aquello que permita recibir información 'in situ' de que se está produciendo una agresión es fantástico. 

Los datos reflejan que AlertCops no termina de cuajar, con un porcentaje muy bajo de descargas entre los profesionales sanitarios, ¿se va a impulsar finalmente la medida de incorporarla a todos los ordenadores del SNS, tal y como se valoró en una jornada celebrada hace unos meses en el Ministerio de Sanidad?

Desde el Ministerio se valoró la posibilidad de utilizar también un sistema de alerta desde el propio ordenador. Pero eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Es otra herramienta más, pero hay que estar delante del ordenador. Es decir, hay muchas agresiones que son cerca del domicilio, en el mismo hogar del sanitario, o en el domicilio del paciente. El profesional no está siempre frente al ordenador como para poder utilizar el programa.

Es una forma de tener más contacto, pero no creo que sea la más apropiada. De todas formas, también hay muchos sitios donde está implantado un pulsador de emergencia que hace las mismas funciones o similares porque avisa que un compañero de que se está produciendo una situación o que se está empezando a producir. Cualquier sistema que mejore o complemente, me parece que se tiene que ponerse en marcha.

Manuel Yanguas, comisario e interlocutor Policial Nacional Sanitario explica las ventajas del trabajo del personal de seguridad privado en los centros de salud.

¿Hay algún rol sanitario que sufra más agresiones que otro, como enfermeras o médicos que trabajen en determinados Servicios?

Sabemos, por los datos que maneja el Sanidad, que los medicos de Atención Primaria son el colectivo más vulnerable en cuanto al número de agresiones que sufre. Pero es lógico, pues es el que tiene el tipo de “clientela”, por decirlo de alguna forma, más propensa a agredir. Agredir aunque sea verbalmente. Estos mádicos, en última instancia, son los que atienenden durante más tiempo al paciente.

Aunque ya sabemos que hay más agresiones a mujeres porque la mayoría de trabajadores del SNS lo son, ¿se ve un sesgo de género en los datos de agresiones a sanitarios?, ¿el agresor se envalentona más con una mujer?

No hemos visto desproporción entre la estadística de las agresiones y el porcentaje de mujeres, en el sector, pues este está muy feminizado. Casi el 90 por ciento de las enfermeras son mujeres, y cerca del 65 por ciento de médicos, también. Creo que por ello, hay más agresiones en mujeres, pero a priori no hay más agresiones a mujeres por el hecho de serlo.

"No hemos visto desproporción entre la estadística de agresiones a mujeres y el porcentaje de feminización de la profesión"

¿Hay explicación a que sean los jueves y viernes los días que más agresiones hay en los centros de salud?

Es un dato que hemos recogido en nuestras estadísticas, pero no sabemos la razón. No hay ninguna evidencia científica que nos lo explique. Es más, lo hablamos con los propios medicos y enfermeros y tampoco le vez explicación. Además, es curioso porque no son denuncias, que se puede pensar, “me viene mejor para denunciar este día”, son los momentos en los que se producen las agresiones 'per se'.

¿Debería el SNS apostar más por la seguridad privada, coordinada con ustedes, para proteger a los profesionales?

Es una de las mejores alternativas. La Policía está ahí, pero solo podemos atender cuando nos llaman. Nuestra labor es asegurarnos de que, en caso de que se nos llame, estar disponibles. Pero hay una labor diaria de protección, que se necesita en ciertas estructuras críticas, y la realizan los vigilantes de seguridad. Además, nos interesa que haya un departamento de seguridad en el que un director valore qué riesgos tiene ese el personal sanitario ante una agresión y dónde se producen estas y, en base a eso, que se contrate una empresa de seguridad la vigilancia.

También hemos una evolución en el número de agresiones al personal de seguridad privada. ¿Por qué? Porque empieza a haber más, más vigilantes que se interponen entre el agresor y los sanitarios.

Manuel Yanguas defiende el uso de seguridad privada en los centros para mejorar la protección de los sanitarios.

¿Qué le parece que el profesional sanitario que trabaja en la privada no sea considerado autoridad pública?

Es una cuestión legal. Pasa lo mismo en el profesorado, por ejemplo, y en otras profesiones. Nuestros propios vigilantes de seguridad se quejan de que la cobertura que tienen ellos como vigilante no es la misma que la que tiene un policía. Hablamos de un tema que se arrastra desde hace mucho tiempo. El Tribunal Constitucional, en su momento, dijo que para ser autoridad o agente de la autoridad hay que ser funcionario público u ostentar un cargo público. A partir de ahí se ha estirado en el Código Penal hasta el personal sanitario o el personal sanitario que presta su servicio en la rama pública de la sanidad. Qué más quisiera yo que también cubrir a todo el mundo, pero desgraciadamente no se puede.

Las agresiones en asistencia domiciliaria son un problema que además se da en un entorno donde el profesional es más vulnerable, ¿qué recomienda a las Consejerías de Sanidad para proteger más al sanitario en este aspecto?

Los que nosotros proponemos es que, en domicilios en los que hay antecedentes y sabemos que puede haber problemas podamos acompañar a los sanitarios. Que un vehículo patrulla vaya con el sanitario para evitar esa situación cuando sabemos que ya ha pasado o si “nos tuvimos que ir de prisa” la última vez. Hay que atender a esos pacientes y mejor lo hacemos con seguridad.  Ya hemos realizado muchas actuaciones que no son consecuencia de una agresión, sini actuaciones preventivas.

"Apostamos porque el sanitario vaya acompañado de un policía a domicilios con riesgo de agresión"

¿Cree que los MIR y los EIR, así como los estudiantes de Medicina y Enfermería, deberían recibir formación para cuando se enfrenten a estas situaciones de violencia verbal o física?

Ahora mismo estamos en varias facultades de Medicina, Farmacia y Enfermería. Damos formación en técnicas y herramientas para prevenir estas agresiones a los alumnos de últimos años. Desgraciadamente, estamos convencidos de que es otra cosa más que tienen que aprender. Por desgracia porque se lo van a encontrar, ellos o su compañero, cuando empiecen a trabajar.

Finalmente, le quería preguntar sobre violencia de género. ¿Cree que el interlocutor policial puede servir también como pieza clave en la detección de víctimas que sean profesionales sanitarias?

Desde el departamento coordinamos cualquier tipo de violencia. Como interlocutores abordamos cualquier tipo de violencia y cualquier tipo de delito que se cometa en el ámbito sanitario. El tratamiento es diferente en el caso de la violencia de género, pero no por eso dejamos de encauzarlo adecuadamente. Igual que, por ejemplo, el caso de sustracción de material. Para esto también colaboramos con nuestras unidades especializados en esos temas.

El comisario defiende la necesidad de formar a los estudiantes de profesiones sanitarias para tener más herramientas frente a las agresiones.