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"Tecnología y apoyo del SNS" contra los errores de medicación en las UCI

María Cruz Martín desvela la falta de respaldo institucional en las UCI ante los fallos de medicación

María Cruz Martín, coordinadora del Proyecto Prevemed por la Semicyuc.

03 jun 2022. 15.50H
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POR IVÁN FERNÁNDEZ
Los errores de medicación en las Unidades de Cuidados Intensivos son “algo común” dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, como ha demostrado el Informe Prevemed para la Prevención de errores de medicación en las Unidades de Cuidados Intensivos, la responsabilidad no solo recae en los profesionales sanitarios sino también en los recursos y organización del SNS.

Según detalla en una entrevista con Redacción Médica la coordinadora del proyecto por parte de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), María Cruz Martín, el profesional sanitario tiene una percepción de “inseguridad” que a veces se vuelve en su contra. Por ello, demanda la implantación de barreras tecnológicas que eviten el error y una protección por parte del sistema sanitario cuando el profesional se ve involucrado en un evento adverso grave fruto de un error de medicación.

¿Los errores de medicación son algo común?

Sí que lo son, los errores de medicación son uno de los principales eventos adversos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica su reducción como su tercer gran reto. Es una de las áreas de seguridad del paciente con más impacto tanto en volumen como en gravedad.

¿Se dan por un fallo humano o por un fallo del sistema?

Siempre hay muchos factores que influyen en la aparición de efectos adversos. Hay un porcentaje muy alto de factores humanos, pero el sistema tampoco ayuda porque no existen esas barreras que deberían impedir que ese fallo humano ocurra. Es una combinación de factores. Detrás de un evento adverso siempre hay una acción insegura de los profesionales, pero es el sistema es quien debería ofrecer esas barreras. Ofrecer el uso seguro del medicamento como en otras áreas no siempre existe. Al final el sistema debe intentar evitar el fallo humano.

"En muchas ocasiones es un lapsus o un despiste que ocurre por cargas asistenciales muy altas o la alta complejidad de la tarea"


¿Los fallos humanos son por una falta de formación?

Hay muchos factores que contribuyen a ello, la falta de formación sería uno. En muchas ocasiones es un lapsus o un despiste que ocurre por cargas asistenciales muy altas o la alta complejidad de la tarea. Es algo multifactorial. Desde luego que la formación y la experiencia son factores que inciden en la persona. Si hablamos del paciente crítico, este es más vulnerable y lleva muchas medicaciones de alto riesgo. Son muchos factores.

¿Las condiciones del sistema ayudan a que se comentan más errores?

No lo creo. Lo que tenemos ahora es mayor cultura de seguridad y estamos más alertados de los riesgos a los que se pueden ver sometidos los pacientes. Entonces, se habla más de ello porque nos preocupa el tema. Sin embargo, nuestro sistema ha ido mejorando y nuestras unidades cada vez están más automatizadas, es decir, esas barreras se van poniendo. Aunque todavía estamos lejos de que sean perfectas, por eso se tiene que trabajar en todos los niveles.

¿Actualmente en qué punto del camino hacia la perfección estamos?

No estamos en una situación uniforme. Hay unidades que han avanzado mucho en el desarrollo tecnológico y los sistemas que reducen los riesgos. Otras tienen más cultura de seguridad y tienen incorporado a un farmacéutico, que se sabe que es una práctica segura. Nos falta bastante. Nuestra sociedad hizo un informe donde se muestra claramente la fotografía de las UCI y se podría decir que estaríamos alrededor del 50 por ciento en global y en algunas áreas por encima o por debajo. También luego depende de cada Servicio y Unidad.

¿Los errores en la medicación se dan más en la prescripción o en la dispensación?

En principio es en la prescripción y la administración. Lo que muestra la encuesta es un cuestionario de percepción, pero no es algo objetivo. En otros estudios detectamos que los más frecuentes en nuestras unidades son en la prescripción y la administración.

"Incorporar a un farmacéutico es algo fundamental. Este profesional es un segundo revisor que evitaría equivocaciones y además transmitiría conocimiento farmacológico"


¿Por qué hay más errores en la prescripción?

Por muchos motivos. Si tú revisas una prescripción en un paciente crítico tiene más de 20 medicamentos. Por ejemplo, si esa medicación se pauta a las cuatro y se da a las cinco es un error o que falte una dosis por cualquier error de la enfermera o desabastecimiento de fármacos también lo es o que haya interacción con otros fármacos… Es un abanico muy amplio. Incluso en los sistemas automatizados te puedes confundir al seleccionar el fármaco o puede que no te avise que el paciente es alérgico. Hay tantos motivos que al final son frecuentes y van más allá de prescribir un medicamento que no es el adecuado.

¿Cómo se podrían solucionar estos problemas?

No hay una solución mágica. Como hemos detectado en el informe, hay que trabajar de forma multimodal. Tenemos que crear la cultura de seguridad y que el Servicio se preocupe de ello. También tenemos que formar a los profesionales y trabajar en equipo. Incorporar a un farmacéutico es algo fundamental. Este profesional es un segundo revisor que evitaría equivocaciones y además transmitiría conocimiento farmacológico.

Trabajar de forma automatizada y sistematizada también es muy importante. Esto se logra a través de los sistemas de trazabilidad y a través de la tecnología, incluyendo la prescripción electrónica. En muchas ocasiones la preparación de los fármacos en las UCI es manual. Ahí puede haber errores, especialmente en momentos donde hay interrupciones. Existen sistemas que permiten la preparación automática y que generan etiquetas y códigos de barras. Al final automatizas todo el proceso. Estamos trabajando en ello, pero todavía no está implantado en todas las unidades.

¿Esta automatización es coste-eficaz?

Según la literatura científica lo es porque los errores de medicación suponen mucho dinero. No solo es el daño que haces al paciente, sino las acciones para revertirlo. Por ejemplo, una alergia que genera una parada cardiaca supone un gran coste al SNS y, además, puede acabar en demandas. La incorporación de estos sistemas tiene un coste, pero siempre es eficiente trabajar en seguridad. Esto entra dentro del concepto de digitalización del SNS y las unidades de mayor riesgo deben tener estos sistemas. Seguro que al largo plazo es coste-eficiente.

"La incorporación de sistemas automatizados tiene un coste, pero siempre es eficiente trabajar en seguridad"


¿Cuánto supondría automatizar una UCI?

Depende del estado inicial de la UCI, hay algunas que están muy atrasadas y sería más costoso. Pero hay otras donde sería mucho más barato al ya existir un sistema de información clínica. Hay que reducir esta variabilidad y que todas las unidades cuenten con la tecnología necesaria. Al igual que se debe tener personal formado para utilizarla.

¿Cuándo podría estar solventada esta disparidad?

Antes de cinco años debería solucionarse. Las nuevas unidades ya deben nacer así y las otras, aunque estamos en un momento complicado y entendiendo que hay ajustes presupuestarios, debería estar en las agendas su automatización. Desde las sociedades estamos buscando proyectos y financiación para redirigir recursos para ello.

¿La Administración os apoya?

Siempre se muestran favorables de forma genérica a reducir los riesgos. Sin embargo, lo que tenemos que trasmitir es la urgencia de avanzar en esta área, que se coloque en las agendas de las Administraciones. Hay apoyo y debemos situarlo como una prioridad.

¿Sería necesario idear un plan específico para ello?

Está incluido en la estrategia de seguridad del paciente, pero sí que deberíamos hacer un plan específico igual que se ha hecho el PRAN (Plan Resistencia a Antibióticos) para reducir de forma específica la resistencia a los microbianos. Falta situar los riesgos asociados a la medicación, que al final es uno de ellos procesos más frecuentes en todo el SNS.

¿Están bien planificadas las reacciones del SNS a los efectos adversos?

Estas estrategias deben ser muy dinámicas y vivas. En general, muchas veces van por detrás ante los efectos adversos. El concepto de seguridad 2.0 nos indica que tenemos que ir por delante y tenemos que detectar los riesgos antes de que se comentan los errores, porque al final las consecuencias son para el paciente y los sanitarios.

"Los profesionales que se han visto implicados en un evento adverso grave con consecuencias importantes van a sufrir alteraciones psíquicas y emocionales muy importantes"


¿Cuáles son las consecuencias para los profesionales sanitarios?

Aquí existe el concepto de segunda víctima. Los profesionales que se han visto implicados en un evento adverso grave con consecuencias importantes van a sufrir alteraciones psíquicas y emocionales muy importantes. El profesional trata de hacer lo mejor posible su trabajo y cuando hay un resultado negativo se nos culpabiliza en lugar de ampliar el enfoque al sistema y ver porque no hay las herramientas para protegerlo.

Esto genera elementos de tristeza y ansiedad y puede llevar a actitudes de trabajar con inseguridad, abandonar la profesión o incluso, en los casos más graves, el suicidio del profesional. La institución debe tener un protocolo que le dé soporte durante todo el periodo para que las consecuencias sean las menos posibles. Esto requiere una cultura de seguridad muy alta, no de castigo.

¿Se sienten desprotegidos?

Hay instituciones que han trabajado mucho en ello y lo tienen incorporado en su procedimiento, pero todavía hay un gran margen de mejora. Hay muchos profesionales que perciben esta inseguridad y ven como se vuelve en contra suya. El problema principal es que no se lleva a la práctica los protocolos existentes. Hay que formar a muchos profesionales, directivos e instituciones, que son las terceras víctimas. Pierden toda su reputación con un incidente muy grave. Se debe proteger al sanitario para que no cometa el error y cuando lo comete. Y esto no quiere decir que no asumamos nuestra responsabilidad.

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.