"Las pseudoterapias matan". Lo expresa con claridad José Manuel Gómez, profesor universitario y miembro de la Asociación para proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (Apetp), quien también tiene claro por qué hay profesionales sanitarios apoyando estos tratamientos: "Hay médicos y farmacéuticos con gran interés en que el negocio de las pseudoterapias prospere solo para poder lucrarse".
Aunque el especialista también considera que hay profesionales que las apoyan porque creen firmemente en ellas: "No debemos olvidar que los médicos y los farmacéuticos también son humanos y, como todos, están expuestos a sesgos cognitivos. Tu mente asocia e intenta buscar sentido donde no lo hay y terminas por obviar los razonamientos científicos", detalla.
Gómez añade que estos profesionales u otros vendedores de pseudoterapias "se aprovechan de la vulnerabilidad de los pacientes crónicos para vender sus tratamientos inocuos y en algunos casos perjudiciales".
'Doctor Google', el principal aliado de las pseudoterapias
Gómez pone el punto de mira en el 'doctor Google': "En esta plataforma se ha instalado la posverdad. Las primeras noticias en aparecer no son las más verdaderas, sino las que tienen más likes, negritas y demás criterios de SEO. El doctor Google es el peor enemigo de los pacientes crónicos y un gran aliado de las pseudoterapias".
Para el especialista, "es imprescindible dotar a los pacientes de herramientas intelectuales que les permitan reconocer cuándo una terapia es válida o no". Precisamente es lo que él ha tratado de llevar a cabo en su taller sobre Riesgo de las pseudoterapias en el X Congreso Nacional de Atención al Paciente Crónico.
"Estamos llevando a cabo una investigación sobre a cuántas personas matan las pseudoterapias al año en España y de momento supera los 3000 individuos", apunta Gómez que también específica como las más extendidas (y peligrosas) "la naturopatía, la bioneuroemoción, la homeopatía, la acupuntura y las dietas alcalinas".
Mucho por hacer
En opinión del especialista, no se está haciendo lo suficiente para prevenir los daños que provocan las pseudoterapias."Con la ley en la mano se podría hacer mucho más. Además, debería crearse un organismo que controle su aplicación. Es intolerable que se puedan encontrar productos homeopáticos en una farmacia cuando no hay ni uno registrado como medicamento", afirma.
Gómez concluye que "es una tremenda injusticia social que haya personas aprovechando la vulnerabilidad de los pacientes para venderles algo que no saben cómo va a reaccionar".
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