Ir al hospital y pedir un dúplex, asegurar que el médico ha diagnosticado un caso de ‘culo triste’ o tener la cabeza "llena de paraísos". Estas son solo algunas de las expresiones más difíciles de pronunciar por los pacientes en las consultas médicas.
Trabajadores de hospitales han hecho memoria y han explicado como una señora se dirige a la recepción de un centro y pide un dúplex, en vez de una ecografía doppler-. O un señor que le explica a su yerno que el médico le ha dicho que padece del ‘culo triste’, a lo que el familiar acudió de acompañante a la consulta para saber que se trataba de una simple gastroenteritis.
Por su parte, los niños también aportan errores memorables. Una usuaria indica que su hija le había dicho que le dolía el “glatio” después de caerse un columpio. La parte que le dolía era un glúteo. Otro niño se quejaba de tener la cabeza “llena de paraísos” que, a parecer un diagnóstico muy positivo, eran piojos. Todas estas anécdotas las han explicado un grupo de profesionales durante un programa de La Ser.
Errores de procedimiento
Un padre acudió junto a su hijo al servicio de Urgencias de Pediatría debido a una molestia ocular del pequeño. El médico, cuando vio al paciente, le explicó al padre que debía ponerse unas gotas para dilatar las pupilas y que luego volvieran a la consulta para hacerle una exploración. La sorpresa fue cuando llegaron ambos y era el padre el que se quejaba por el efecto de las gotas.
Otra madre explica cómo le estuvo dando de beber a su hija, durante un mes, un suero que era para aplicar exclusivamente en nariz y ojos.
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